De vuelta a casa | Reddie.

Capítulo 12.

Un hilo de sangre se desliza desde la nariz de Eleven hasta la punta de su labio superior. Ella extiende las manos y pelea con la fuerza que mantiene la puerta cerrada.

Hacía mucho que no sentía algo de esa magnitud, no desde que había tenido que cerrar el portal y enfrentarse al desollamentes. Es fuerte, esta cosa es muy fuerte y es mala, muy mala.

Maxine aprieta los labios, impotente. Lucas observa con atención. Hay algo malo adentro, ambos lo saben, y solo pueden pensar en que sus amigos están atrapados ahí.

Eleven grita, haciendo un último esfuerzo, y la puerta de aluminio se hace trizas, dejando ver al otro lado a un gran grupo de chicos que observan perplejos la escena.

—¡El!— Dustin corre hacia la chica y Steve camina detrás de él.

—¿Ellos quiénes son?— le pregunta la castaña, señalando al grupo.

—Amigos. Ellos me cuidaron, pueden ayudar— explica Will, haciéndose notar de entre ellos.

—¡Will!— Lucas lo envuelve en un fuerte abrazo, luego Max también.
Eleven sonríe al verlo, es un gesto pequeño, pero Will le devuelve la misma sonrisa. La recuerda, ahora si lo hace.

Eleven mira luego fijamente a Richie, porque ese chico es demasiado parecido a Mike. Richie nota que ella lo mira de forma inquisidora y siente escalofríos, ladeando la expresión.

Eddie frunce levemente el ceño, ¿por qué ella mira a Richie así? Entrelaza su mano con la del de lentes, casi como si estuviera dejando en claro como son las cosas.

—¿Y Mike?— pregunta Eleven, sin dejar de mirar a Richie de pies a cabeza, como si lo escaneara.

—Sobre eso...— ladea la expresión Steve, alargando las palabras que no quiere decir.

Max y Lucas hacen por mientras un escaneo de los desconocidos. Está el chico que se parece a Mike de forma muy inquietante, el que toma su mano y probablemente es su novio, un chico de risos que roza su brazo con un chico alto de intensos ojos verdes, junto a ellos un chico de piel oscura aferrando por los hombros a un chico de cabello claro y mirada tierna. Junto a ellos está ese... ¿qué es? ¿demonio? Suena extraño usar una palabra así en un sentido tan literal, pero el chico rubio que tiene un deje de travesuras en su sonrisa.

Que grupo más extraño.

—Eso se lle-llevó a tu a-amigo— es el chico de intensos ojos verdes, que luego sabrían que se llama Bill Denbrough, el que toma el liderazgo para decir la verdad.

—¿Eso?— pregunta Lucas, confundido. Sin embargo, Eleven parece haber comprendido perfectamente, porque frunce el ceño y aprieta los puños.

—Eso...— repite y luego agrega:—Tenemos que encontrar a Mike ya.

—También tiene a Beverly, nuestra amiga— dice el chico que se presentará como Ben dentro de un minuto.

—Debemos trabajar juntos— afirma el de risos con seriedad (Stanley).

Iker se cruza de brazos y camina un poco hacia Eleven.

—¿Crees que puedas encontrarlos?— le pregunta—. Notó fuerza en tus habilidades.

Ella asiente sin dudarlo.

—Puedo. Necesito una radio o un televisor.

—¿De dónde mierda sacaremos un cachivache de esos?— alza una ceja Richie.

—Uy, eso que dices es muy útil— le responde Lucas con sarcasmo, rodando con los ojos.

—¿Algún problema?— lo desafía Richie.

—La verdad...

—No peleen— los regañan Will y Eddie, hablando a la par.

—Su sincronización me asusta— afirma Hanlon, logrando que Ben sonríe levemente, algo divertido con la situación.

—Siempre hay radios en las oficinas de médicos o enfermeras— dice Eddie con seguridad—. Antes pasaba mucho tiempo en el hospital, lo sé.

—¿Cómo llegaremos?— pregunta
Ben—. Las luces no funcionan y es de noche, Pennywise nos tiene donde nos quiere...

—Conozco el camino— afirma Eddie.

—Es verdad— asiente Richie, abrazando al pequeño por los hombros—. Mi pequeño spaguetti tiene un excelente sentido de la orientación.

—No me llames así, bobo.

—-Ti-Tiene razón— concuerda Bill.

—Bien, entonces escuchenme con atención, mocosos— habla Iker—. El tiempo corre, así que vamos a dividirnos.

—Si... No creo que sea buena idea, las estadísticas siempre han dicho que los grupos tienen más probabilidades de sobrevivir cuando se quedan juntos— dice Dustin, tragando saliva con cierto nerviosismo. Steve le acaricia la espalda como forma silenciosa de mostrarle apoyo.

—A menos que alguno de ustedes tengo un... asqueroso colgante con una cruz, un grupo deberá buscarlo y el otro encontrar la radio— dice el rubio.

—¿Para que necesitaríamos una cruz religiosa de colgante?— pregunta Steve con incredulidad.

—Pennywise no es el único que está aquí, solo el más poderoso— explica Iker—. Y déjame decirte que esas mierdas del agua bendita no son un mito, funcionan.

—Esto es el colmo, ¿bendeciremos agua?— dice Max.

—Y yo que creía que Hawkins era raro— suspira Lucas.

Al final, se dividen en dos grupos: Eleven, Eddie, Richie, Will, Ben y Stanley irán a buscar la radio.

Lucas, Max, Dustin, Steve, Mike y Bill irían en busca de la cruz y se encargarían de obtener las armas anti-demonios que tuvieran a la mano.

—Tengan cuidado y no tarden. No es que me importe mucho, pero hay dos vidas en juego— blofea Iker y piensa en Beverly sin poder evitarlo.

—Cuídate mucho— pide Ben a Hanlon, ya que se separan en grupos distintos.

Hanlon acaricia la mejilla de Ben y asiente con la cabeza, sonriéndole levemente.

—Lo tendré.

Ben lo abraza fuertemente y luego lo deja ir.

Bill toma las manos de Stan y nota que está temblando.

—No tienes que volver a entrar allí si no quieres— le dice.

Stan aprieta levemente las manos de su novio, se inclina un poco y lo besa en los labios. Es sorpresivo que el de risos tome la iniciativa. Bill corresponde. Al separarse, el tartamudo besa su frente.

—Creo en tí— le dice.

—Y yo en tí— responde Stan.

—Vamos, mierda, ni que fuera una separación permanente— dice Iker rodando los ojos y fingiendo estar asqueado.

—Nos encontraremos aquí en una hora máximo— es la cláusula para los equipos.

Vuelven a entrar en el hospital por la abertura de la puerta rota, pero apenas pasa el último de ellos, la puerta se reconstruye de forma automática, como si nunca nadie la hubiera roto.

—¿Qué demonios?— masculla Steve, agarrando a Dustin del brazo y alejándolo de la puerta.

—Eso quiere jugar, no ca-caigan en su juego— les advierte Bill.

—Los veo del otro lado— se despide del otro grupo Max.

La búsqueda comienza...

Y también la cacería.

....

¡Al fin logré subir el capítulo! uwu

¿Qué les pareció?
¿Sugerencias?

En el próximo sabremos como les va a Mike y Beverly, y también habrá pelea ah

¡Nos leemos pronto spaguettis!💕