Capítulo 13.

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Mike Wheeler no es normal.

Y vamos, no en un mal sentido, sino más bien en un sentido imparcial. Sencillamente no es normal. Es decir, ¿quién tiene una exnovia con superpoderes? ¿quién enfrentó junto a sus amigos a unas criaturas de laboratorio, portales y desollamentes? Oh, ¿y que la persona que le gusta ahora estuvo muerto (más bien en otra dimensión)? No es normal, no ha tenido una infancia normal, ni veranos normales ni amigos normales. Tampoco es que suponga un problema, quiere a sus amigos por sobre todas las cosas, y realmente está cada vez más seguro de amar a Will.

El punto es que nunca pensó que había chicos en otro lugar que habían vivido cosas tan raras, que estuvieran tan alejados de la normalidad como el y su grupo de amigos lo ha estado siempre.

Pero el grupo de Beverly Marsh definitivamente es así.

—¿Un... payaso demoníaco?— repite, incrédulo, cuando la pelirroja acaba de relatarle la aventura que ella y sus amigos vivieron en el verano de 1989 a los trece años.

Ella resopla.

—Supongo que es una de sus formas, yo y los chicos nunca hablamos demasiado de darle un nombre a lo que Eso es.

Mike le cuenta de la primera vez que las cosas se torcieron en Hawkins, cuando Will desapareció y fue encontrado supuestamente muerto.

Hablan, porque atrapados en un lugar como ese, es lo único que les queda (y además porque hablar los distrae del miedo).

Beverly le cuenta de cuando de Eddie salvó la vida de Stanley. Le cuenta de tres años después (es decir, hace unos meses), cuando un chico llamado Liam llegó a Derry y resultó ser Eddie, y resultó ser también que era la pieza que faltaba para que el club de los perdedores pudiera reconstruirse.

Hablan, al menos hasta que el ruido de una extraña risa al fondo de un oscuro pasillo de ese sótano los hace callar de forma abrupta.

—Mierda.

....

Eddie guía al grupo por el oscuro pasillo, hacia adelante. Las oficinas de enfermeras han de estar al fondo del lugar.

Detrás de Eddie camina Richie, luego Ben y Stanley, un poco más atrás Will, y al final Eleven, que cuida la espalda del nuevo grupo que han formado.

Ben se encarga de poner al día a Eleven y Will (aunque éste último ya sabe varias cosas) sobre lo que está ocurriendo, y lo que sucedió hace tres años.

Eleven no habla mucho, pero cuenta algunas cosas del pasado en Hawkind, lo que ayuda también a que Will refresque su memoria.

—Así que... ¿tienes poderes? ¿cómo Wonder Woman?— pregunta Ben, cuidando de no alzar la voz pero con cierto entusiasmo.

Eleven sonríe levemente y solo asiente con la cabeza, tomándolo como un cumplido.

—Es aquí— avisa Eddie, cuando doblan a la izquierda en una esquina.
Hace el ademán de abrir la puerta, pero ésta no responde—. Le echaron llave— suspira, haciendo una mueca.

—Yo me encargo— dice Eleven con seriedad.

—¿Qué? ¿Harás una llave con un sujetador de tu cabello?— pregunta Richie con sorna—. Seguro, eso solo pasa en las...

Eleven estira las manos hacia la puerta y es como si le diera un empujón a distancia. Ésta se abre con un fuerte golpe.

El de lentes observa eso, boquiabierto.

Ben sonríe con cierta emoción y murmura a Stan:

—Wonder Woman, amigo.

Stanley sonríe levemente, negando con la cabeza ante el entusiasmo repentino de Hanscom.

De vuelta a casa | Reddie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora