Perry era un hombre alfa, muy serio y centrado en cuanto su trabajo se trataba. De ello estaba más que seguro Lucila, por lo que acordó una entrevista con la institución que era el Diary Planet; con única condición de tener como reportero a cierto hombre.
Y así fue como un adormilado Clark Kent fue despertado por el sonido de su celular, había dormido poco ya que cuido del sueño de su pequeño cachorro enfermó, incluso Conner se ofreció a cuidar a su hermanito el día anterior; pero el mismo hombre se negó. Ya bastante tenía la joven pareja con atender a su propia cachorra.
Su hijo mayor no pudo evitar sentir ese disgusto con esa parte de su padre, ese orgullo que tenía de poder lograr todo, solo. Incluso cuando era un niño siempre fue así, esperando poder abarcar más de lo que podía, tanto que su matrimonio con su padre Lex se fue desmoronando silenciosamente.
El joven padre se despertó cuando escuchó un quejido desde la cocina, algo curioso fue a ver y se encontró con su padre intentando hacer café y poniéndose una camisa, mientras hablaba por él móvil.
Negó y fue ayudar al hombre con la cafetera antes de que terminara con quemaduras de segundo o tercer grado; sin embargo, solo cuando se acercó tanto escuchó claramente el nombre de cierto chico, su amigo.
Iba a preguntar algo pero al ver como la expresión de seriedad que pocas veces veía en su padre le hizo comprender de inmediato que el asunto era grave.
Los alfas de su familia han sido muy sensibles y el sus instintos se desarrollaban o por lo menos uno de ellos era casi anormal, igual que sus fuerzas. El de él era el oído,su padre tenía una mirada casi de águila.
No tuvo que tardar nada en enterarse de la situación y estaba en shock.
Su joven esposa apareció frente a ellos y aún en esa situación a regañadientes su padre pidió a la Omega cuidar de su hijo mientras iba al trabajo y él no tardó nada en pegarse a su padre, quería ver si podía ayudar en algo a la familia de su mentor y amigos, solo fue por su chaqueta y cartera.
Incluso se fueron en su coche, su esposa no se negó o pregunto algo ambos hombres salieron con esa aura tan… seria y… ahora no sabía que debía hacer con su pequeño cuñado.
Hasta que fue salvada por la experiencia de su otro suegro Omega.
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Billy estaba de nuevo sintiéndose mal y no sabía el porqué, a veces se sentía desesperado, queriendo salir de donde estaba y otras veces quería llorar desconsolado.
Scott le había apoyado como siempre, el joven desde que se conocieron le dió su absoluta fidelidad y aunque quería dejar su pasado nunca podría negar que tuvo que hacer tantas cosas para sobrevivir.
Al ser Beta y un niño de la calle… llegas a aprender tantas malas mañas, incluso tener que hacer lo impensable para poder dormir en algún lugar mínimamente cómodo.
Cuando sus padres murieron en una balacera en un restaurante y el siendo un cachorro de apenas 7 años, nunca supo más que su nombre completo y apenas los nombres de sus padres.
Camino y camino, hasta no saber dónde terminó, el clima tampoco le perdonó nada, llovió tanto esos días… trato de pedir comida, pero las personas no le querían cerca o otras se le acercaban y él sentía que no debía de confiar por alguna extraña razón.
Después algún tiempo y algunos adultos que le regalaron comida por piedad, fue entendiendo que no tenía nada, pero aún era inocente; por lo que una tarde sin querer ya confiar en su instinto, se dejó arrastrar por un hombre amable, que le prometió comida, una cama caliente y un baño, error que pagó muy caro después pues al final su joven cuerpo quedó tendido sí, en una suave cama… con el cuerpo mancillado y violado. Sí, con una comida y golosinas, que comió después de entender que era su pago por su virginidad ya inexistente en su pequeño ser y si un baño que nunca le pudo quitar lo sucio que se sentía por haber caído en una mentira.
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Travesía
RandomEl mundo de las castas había cambiado completamente, gracias al pasar de los años. Aunque no todas las cosas por muy doloroso que fuesen. Eso lo sabían un grupo de Omegas que viven la vida, sus prioridades pueden ser diferentes para cada uno, pero a...