CAPITULO XXX

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“PARTE DOS”

 

- Debiste hacerme caso… Chace – reí con la voz ronca y y aire malicioso

 

– Debiste hacerme caso – cambie mi semblante a uno serio,  posicione mi mano derecha en su pecho y de un solo empujón este salió volando muy lejos de mí… así es “salió de mí”… si, dolió… pero lo valió.

 

Me puse de pie, e hice un gesto de dolor,  y en un chasquido de dedos volví a tener ropa… Chace se enderezo rápido en su lugar poniéndose de pie, mientras  gruñía muy enfadado, ups… no, no me disculpo. Me sacudí los hombros, y comencé a caminar hacia él, este solo se dignaba a mirar con los ojos muy abiertos, claro, ahora entendía que las cosas no salían como uno las planeaba, yo ya tenía cierta determinación… y eso me hacía tener control de mí, de todo… pero por lo que veía, el no entendía como se habían girado los papeles.

 

- Pareces algo… Confundido – sonreí de forma siniestra, esto me encantaba… vengarse era encantador. Me acercaba lento hacia él, sin embargo él sabia, que como hice hace poco, podría lastimarlo de nuevo, yo tenía el control ahora, así que mientras yo daba pasos lentos hacia él, él retrocedía…

 

- ¿Cómo es que ahora tienes el poder para enfrentarme? –  me observó con recelo, estaba alerta a cualquier movimiento que viniera de mi parte… ¿acaso no es adorable? Hizo un chasquido de dedos y me encontré atada en un cubículo de cristal, donde se estaba llenando con agua… oh vaya, ¿cómo hare para salir de aquí? Me pregunté con ironía en mis pensamientos, nada más tuve que cerrar los ojos por dos segundos y ya todo estaba desaparecido… este me observo atónito, retrocedió otros dos pasos más, ¡ja! Si creía que ahora iba a escapar, estaba muy equivocado…

 

- ¿A dónde vas? – lo mire con sorna

 

– ven, vamos a divertirnos como lo estabas haciendo hace rato – reí muy bajo y ronco, la sed por matarlo me consumían… la venganza me cegaba… ¿Por qué? Porque la Alice que dejaba que sentimientos como la oscuridad, el miedo y la soledad la absorbieran, permitió que le quitaran todo, su único amigo, y quizás su único amor… a su profesor favorito… (Aclaro, no estoy diciendo con esto que soy una bitch por tirar a los dos bandos… porque no lo hago, es solo que él me ayudaba a la hora de hacer arte) y por último, me quitó lo único que yo había protegido más que a nada, y quizás lo que digo suene muy monja moja pantaletas, pero mi virginidad mental y física lo guardaba para nunca darlo, y hace tan solo poco días… para dárselo a quien sí lo merecía. Pero eso ya no importa, ya lo perdí, por lo menos la psicológica, que para mí vale más, y como eso ya no está… o no lo tengo ahora… puedo dar rienda suelta al odio, la venganza… aunque eso signifique volverme una enferma, ¿sabes por qué? Porque como antes fui tan estúpida, no lo mate o lo destruí como debí, solo por querer ser misericordiosa y no “manchar mi alma” pero ya vi a que caminos me llevo el “Bondad”… así que ahora, me mancharía como el vil demonio que soy, una asesina… una sanguinaria… una desquiciada demente… en todo me convertí ahora, por su culpa... y por la mía también.

 

- Aléjate Alice – sus cuerpo estaba tenso, se veía como los gatos, que cuando se sienten acorralados y en peligro se tensan y se ponen en posición de ataque…  umm, que encantador.

¿POR QUÉ YO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora