CAPITULO X

494 28 12
                                    

Lo mire con pánico, estaba perdida… si le decía que me pareció lindo sabía que insistiría más conmigo, no tengo de otra… tendré que inventar algo.

- dije que… - solté un suspiro dramático, él me miraba atento – que me parece genial tu auto, es sólo que no lo quería admitir – subí mi mirada hasta la suya para ver si lo había convencido, y lo vi dubitativo, como analizando lo que dije.

- ya veo – respondió sonriendo – pues me alegra que te guste – dijo caminando en dirección al sofá – oh! – Volteo lentamente hacia mí - gracias por decir que soy lindo – dijo ensanchando su sonrisa de manera traviesa – me alagas – me guiño burlón y se tumbó en el diván.

Me quede estupefacta en el lugar. ¡¿Me había escuchado?!  ¡¿Pero cómo?! Dios! Ahora si estaba perdida… ¿me habia escuchado entonces? por lo que veo perfectamente… uff! Ese IMBECIL.

- ¿Por qué me preguntaste que dijé? Si… escuchaste lo que dije – solté sin pensar, no me culpen... estaba curiosa.

- quería que lo admitieras ante mí – contestó sin vacilar, vaya… que presumido,  deslumbre que me miraba fijamente – veo que no te gusta mostrarte débil ante los chicos ¿verdad? – ¡Demonios! ¡Ése sujeto me sacaba de mis casillas!

Sin darme cuenta nuestras miradas se habian entrelazado, algo me ocurría, me sentía perdida, y aunque no lo quisiera reconocer, me estaban sucediendo cosas que no creí jamás experimentar… ¿Qué era esto? ¿Sentimientos? Estaba tan ida que no me di cuenta que Liam estaba justo frente a mí, a POCOS centímetros de mi cuerpo, sentí algo cálido acariciar mis labios, cuando reaccione, me fije que me observaba intensamente y me tocaba el labio inferior con su pulgar. Quería alejarme, estaba peligrosamente cerca, no estaba pensando con la cabeza fria, y eso no era sano para mí. Intente apartarme, pero él me aprisiono contra la pared, y aunque no lo quisiera aceptar, su cercanía me incitaba… me brindaba calor. Oh Dios... Estaba inclinándose hacia mis labios deseosos, y yo estaba dispuesta a corresponderle… a arriesgarme… a conocer.

De pronto unos ojos grandes y tan azules como el océano me sobresaltaron arruinando el momento… parpadee varias veces y me di cuenta que ese era Chace, estaba frente a mí.

- “¡No seas idiota! – Me grito molesto – ¡aléjate de él! – Se mostraba perturbado, jamás lo había visto así – ¡no sabes lo que te pueda hacer! ¡Reacciona! – me miraba triste... ¿Qué rayos le sucedía? – No me abandones – se veía desolado y olvidado.

Chace... solte un suspiro y sonreí apenas… así que de eso se trataba. Me aparte apenas e hice un intento de sonreír, pero no sé si me salió bien o no. Ascendí mi rostro para mirar a Liam y lo observe por largo rato como pidiendo disculpas por rechazarlo, sabía que lo que reflejaban mis ojos era tristeza… y es que no quería dejar ir la oportunidad de ser, tal vez… ¿feliz? Mi interior estaba devastado. Gire mi mirada por un momento y examine a Chace… me extendía la mano hacia un mundo solitario y atormentado. Sonreí con completo dolor, no quería hacer esto... ¿por qué me pedia que lo dejara? Liam se incorporó despacio, y volví mis ojos hacia él, lo estudie para ver si estaba molesto… pero su cara estaba imperturbable… mire hacia abajo deprimida “no… no te vayas, date cuenta que en realidad si te quiero conmigo” contuve una lagrima que se quería escapar, no debía mostrar debilidad nunca.

¿POR QUÉ YO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora