CAPITULO VI

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El camino fue silencioso, de vez en cuando miraba discretamente hacia él y note que peleaba consigo mismo en ver si comentaba algo o no, pero jamás se dio cuenta de que lo miraba. Aparte mi vista de él y me puse a observar el paisaje que divisaba por la ventana del auto... detallaba todo lo que había en el camino mientras las gotas de la lluvia empañaban el vidrio. Mi hogar quedaba como a media hora de la universidad, así que me tocaba esperar mucho.

Me puse a pensar en lo lejos que quedaba mi casa del instituto. Normalmente debía agarrar el bus temprano o sino tendría que tomar un taxi para poder llegar a tiempo a clases... pero desgraciadamente tenía la costumbre de apagar el despertador del celular y durar más tiempo de lo debido durmiendo ¿qué podía hacer? no había ningún responsable en la casa que me despertara... básicamente desde que salí de secundaria quise largarme de mi hogar le pareciera o no a mi padre, y me busque un lugar para vivir con los ahorros que hice desde que tuve memoria, (lo más lejos posible de toda mi familia)... afortunadamente conseguí una más o menos cerca de la universidad en donde estudiaría. No he decidido visitar a mi viejo y tampoco pienso hacerlo.

Continúe sumida en mis pensamientos que no me di cuenta que ya habíamos llegado a la zona donde yo vivía... salí de mis ensoñaciones y observe el camino por el que andábamos. Me digne a hablarle a ese TONTO para decirle a donde debía dirigirse para poder llegar.

- cruza a la izquierda - el pareció sobresaltarse un poco por mi repentina indicación, pero acato lo que le dije y siguió conduciendo sin decir ninguna palabra, cosa que me parecía muy, pero MUY extraño... deje eso a un lado y le seguí dando orientación para por fin llegar - es en la que tiene el árbol mas alto -

- está bien - dijo mirando serio el camino.

Quedo enfrente de mi casa y bajo los seguros para que yo pudiera bajarme, suspire pesadamente y antes de salir decidí que debía ser Cortez (aunque no lo quisiera en lo absoluto) por haberme hecho el favor de traerme hasta aquí.

- ¿te-te gustaría pasar a tomar algo? - dije mirando hacia la ventana algo apenada... este no era mi fuerte definitivamente - debió haber sido un viaje algo agotador - dije al fin mirandole a los ojos seriamente.

- eh... claro, muchas gracias - dijo mirándome algo atónito por mi amabilidad, más le vale que no se acostumbrara.

Me baje del auto y me dirigí rápidamente a la puerta, la abrí y lo invite a pasar... rayos, esto me estaba costando un mundo... fui hasta la cocina y busque un paquete de galletas, las puse en un plato, también serví dos vasos de leche y me dirigí a la sala de estar, los coloque en la mesita y le ofrecí que las comiera. Éste me miraba sorprendido pero aun así me hizo caso. Pasaron varios minutos incomodos en los que ninguno de los dos emitía palabra, hasta que vi que dejo la ansias y habló.

- ¿por qué no quieres que me acerque a ti? - me puse rígida al instante en que hablo, de todo era lo que menos quería discutir. Me voltee a verlo y le dedique una mirada seca y sin expresión.

¿POR QUÉ YO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora