CAPITULO XXXII "THE END"

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“THE END”

 "LOVE BROKEN"

CINCO  AÑOS DESPUÉS…

Resumiré con brevedad que fue de mí en estos cinco años desde que vivo en Inglaterra… comenzaré diciendo que lo único que valió la pena de todo este proceso en Londres, fue mi carrera… y por supuesto haber estudiado en Oxford, estudiar allí me dio tantos privilegios que realmente agradecí internamente el hecho de haber quedado como una de sus más privilegiadas estudiantes… en serio, nada más decía “estudié en Oxford” y todos esperaban grandes cosas de ti… el hecho de estarme graduando de esa universidad me abrió muchas puertas, inclusive siendo una principiante aún… a pesar de eso, puedo decir que tengo cierta seguridad en lo que hago, ya que me había convertido en una de las estudiantes más destacadas y agiles en su trabajo… en pocas palabras… “el arte”, al enfocarme únicamente en mis estudios mejore bastante y eso me hizo resaltar sin buscarlo, solo pasó… “sin mencionar mi prematura inteligencia y habilidad para crear arte, que también se podría decir que ayudó mucho”. Era una de las estudiantes más respetadas, admiradas y envidiadas… y en eso se preguntaran “¿A qué te refieres con envidiadas Alice?”. Bueno, por ser una chica de múltiples talentos en el arte, que eso no lo tenía cualquiera… también tenía según muchos un aire “misterioso y atractivo” los chicos se veían atraídos por mi persona… sin mencionar que me llamaban “la chica de hielo” solo por no tener novio, y porque rechazaba a cada imbécil que se me insinuaba, además de ignorar por completo todos sus encantos y coqueteos, lo que provocaba claramente la envidia y molestia de muchas arpías… quise decir chicas, pero nunca conseguían humillarme ni nada por el estilo, era como una roca… inquebrantable, no sabían cómo acercarse a mí, en resumidas cuentas, no tenían ninguna ventaja, al igual que los chicos.

Escuche que me nombraban en la tarima del lugar, camine con lentitud y frialdad sin ninguna emoción en mi rostro, recibí mi título con indiferencia, no le sonreiría a nadie, ni mucho menos le agradecería a alguien por mi merecido título… después de todo lo había conseguido yo sola, con el esfuerzo y sudor de mi trasero, ni profesores, ni amigos, ni estudiantes, ni familia… ni nada. Me devolví en mi sitio, muchos que ya me conocían de lejos no se sorprendieron de mi dureza e insipidez, ya estaban acostumbrados a mi actitud, y los que tenían bocas abiertas y atónitas eran los invitados que era obvio que no sabían quién era, y no concebían que alguien fuera así de seca… bueno, era hora de que supieran que no todas la personas son encantadoras y vomitan arcoíris por todos sus agujeros corporales… sencillo.

Como mi nombre empezaba por la “A”… fui una de las primeras en recibir mi título, así que, podía irme ya… no tenía a nadie a quien esperar y todas esas cosas, ni me interesaba la celebración, ni fotos, esas son cosas para gente que piensa como “número 3 de los chicos del barrio… o sea en ositos o abrazos cariñosos” yo era más como número 5, relajada e indiferente en ese sentido… me levante de mi asiento con naturalidad y me encamine para retirarme, todas mis cosas ya estaban empacadas en mi habitación, así que era hora de irse… llamé un taxi para que me buscara y dijo que llegaría como en diez minutos, no era mucho así que normal. Fui en dirección a mi habitación para buscar mis maletas, hoy regresaba de nuevo a mi antiguo hogar en San Francisco, no creí que sucedería pero así era, sería la hora de retornar… hora de regresar a mis inicios. Mi familia se enteró de mi ida del país, como hace un año atrás… aunque la verdad no les molestó y a mí me dio igual… así que cuando mi padre me preguntó por teléfono que cómo logré quedar en esa universidad sin los recursos financieros necesarios,  le colgué con crueldad luego de haberme preguntado eso… ¿Acaso era su problema? No lo creo.

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