CAPITULO EXTRA (1)

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¿Y MASON…?

 

Han pasado ya tres meses desde que salí del hospital…  ahora puedo mover mi exquisito cuerpo como una persona normal… hoy iba a celebrar mi recuperación con Liam. Planeamos ir a un yate que alquiló Liam cerca del muelle, era muy irónica la situación porque fue el lugar donde nos encontramos por primera vez… así que… supongo que era perfecto. Pero algo no dejaba de rondar por mi cabeza desde hace dos meses y medio, ¿Dónde estaba Mason? ¿Qué fue de él? ¿Seguía en San Francisco?... ni idea, y es que no me he atrevido a preguntarle a Liam por miedo a que se moleste conmigo y malinterprete las cosas… pero si no Lo averiguo, siento que mi cerebro me va a explotar de tanto pensar en el tema… necesitó sacarme esa duda o después me voy a arrepentir de no haberlo intentado, de buscar respuestas por mí misma…

Salí de casa para caminar por el parque, mi cuerpo debía acostumbrarse poco a poco al movimiento de caminar, así que… manos a la obra. Ese día prometía ser soleado y pintoresco… tal vez era buena señal de que quizás era el día indicado para investigar y saber que fue de él… ¿cierto? De cualquier manera no había motivos para no saber, digo… Liam no es un novio celo-pata ¿o no?... no perdía nada intentándolo.

(…)

Termine de caminar media hora más y me dirigí a casa para alistarme, me quedaba poco para celebrar mi completa recuperación… realmente desde ese día que desperté en el hospital, estoy de un humor excelente… casi nada me pone de mal humor, ni siquiera las perritas en celo que intentan acercarse a Liam, nada de NADA.

Cuando llegué a casa, entré y fui directo a bañarme, me desvestí y me sumergí en el agua caliente, el cansancio de la caminata se alivió y pude relajarme por completo. A los veinte minutos salí del baño y me seque el cuerpo… agarre el secador de cabello y empecé alisar con paciencia, estaba haciendo arte allí, giraba, estiraba, se veía bien, luego vino la plancha… para pulir el cabello, marque unos risos bastante coquetos y los fije con laca. Al terminar, me miré y sonreí con satisfacción por el resultado. Me acerque luego a mi armario y empecé a evaluar cada atuendo, ¿Cuál sería el más indicado? Debía ser uno que dijera… “¿Así que bromeaste con lo de estar comprometido eh? Bien, la broma te quedo estupenda. Es una lástima… que… no sepas de lo que te estás perdiendo, por haber dicho una estupidez así” si, eso era justo lo que necesitaba, seducirlo y hacerlo sentirse un asco por haber dicho aquello… esas cosas nunca se olvidan, bueno, por lo menos yo no lo hago… claro… no digo que voy a usar un atuendo que diga “Bitch please”… si Liam quería recompensas, pediría perdón de rodillas y con lágrimas en sus ojos… y yo estaba dispuesta a dar una merecida recompensa después de eso… hace mucho tiempo que estaba dispuesta a darlas… que puedo decir, soy una pervertida virgen de veintiuno años de edad… ¡Ya había esperado bastante!. Hurgando entre mi ropa, al fin conseguí la ropa adecuada para la situación, con esto Liam cederá…

Me veía estupenda, me acerque al espejo y termine de dar los últimos detalles a mi rostro, no estaba acostumbrada a esto, pero con algunas instrucciones de YouTube me vi bastante bien, de esos maquillajes que te hacen ver llamativa pero sin exagerar… natural pero diferente… elegante.

Bajé a la sala de estar, deseaba tomar algo cálido para calma mis nervios… es que imagínense… yo no era de esas de entregarse así como así, por más pervertida que sea en estos momentos, no es sencillo imaginar aquella situación en la que se encuentra toda chica al ser “su primera vez”… pero ¡Demonios que no iba a esperar un día más! Era tiempo de mostrarle a este cuerpecito lo que es bueno… sobre todo si viene de Liam.

¿POR QUÉ YO?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora