EL FESTIVAL DE LA DEIDAD

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El sonido de la alarma hizo que Lisette pegara un bote en la cama a la vez que se despertaba. Su respiración era entrecortada, había tenido un mal sueño.

- Debo tranquilizarme... Todo irá bien... - después miró el 07:00 que había en el despertador.

Se levantó de la cama y fue al baño. Mientras se lavaba las manos vio su reflejo en el espejo. Su pelo estaba tan despeinada como todas las mañanas, y bastante sucio. Iba a tener que lavárselo antes de ir a la fiesta.

Desayunó algo lijero, quería dejar hueco para la pizza de después. A continuación entró por segunda vez al baño para darse un baño, hoy tenía tiempo para relajarse en el agua caliente mezclado con el jabón. Era una de sus cosas favoritas.

- Espero que todo lo que hemos planeado Nami y yo salga bien. Llevo esperando este día durante mucho tiempo.

Continuó hablando sola, le tranquilizaba y le generaba confianza. También pensó en distintos planes para quitarse de encima a las fans de Wayne y tenerlo para ella sola, pero siempre iba a quedar alguna, así que no le quedaba más remedio que coger el valor necesario para invitarle a bailar. Preferiría que Wayne estuviera con las chicas que con Brad y Ford, no quería que ellos pensaran que ella veía a Wayne como algo más. Aunque fuera así. Era complicado. No podía contarle a Nanami que ella... Ni siquiera ella estaba segura de que era así. ¿Le gustaba él o no? Siempre se ponía excusas a sí misma para engañarse.

Después de secarse se vistió con un vestido blanco de tirantes y una falda de vuelo. Veía aquel vestido un tanto soso, así que le hizo un arreglo a su estilo. Cogió una cinta de cuero y le cosió una flor decorativa a un lado. Con ese tipo de flor decoró también sus sandalias y su pelo. Perfecto. Ese día optó por llevar el pelo suelto y no atado en sus dos coletas rizadas habituales.

Ya estaba lista. Podía ir a casa de Nanami para llevarla al lugar donde se celebraría el festival.

Tocó con decisión a la puerta de su amiga, que al instante abrió.

- ¡Lisette! ¡Menudo cambiazo! Estás muy mona.

Su amiga llevaba un vestido parecido al que llevaba normalmente, pero con un toque más elegante. Se había comprado unas botas altas marrones al estilo vaquero. Ella también se había soltado el pelo. Era raro ver a Nanami sin las trenzas.

- Tú tampoco vas nada mal, ¿estás lista? - le respondió sonriendo.

- Sí, vamos.

Llegaron a una enorme explanada decorada de arriba a abajo con cosas típicas del oeste americano. Estaba lleno de gente, casi no se podía ni respirar. Al fondo se veía una parte de suelo verde bastante grande rodeada de flores, y delante había lo que parecía una pizza gigante.

- ¿Dónde están los demás?

- Creo que un poco más alante, ven conmigo. Conozco un atajo para llegar allí sin pasar entre la gente.

Megan estaba delante de la pizza, sujetando un micrófono. Al principio de la plasta de gente estaban Wayne, Brad, Ford y Carrie, hablando entre ellos. A pocos metros estaban Miranda, Noelle (su hija), Héctor, Frank y Colin. Lisette y Nanami se dirigieron donde estaba Wayne.

- ¡Hola chicos! - saludó Nanami alegremente. No pudieron conversar nada más porque Megan comenzó su discurso.

- ¿Ha llegado todo el mundo? - gritó.

- ¡¡EEEEEEEEEEEHHHH!! *gritos*

- NO OS ESCUCHO, ¿HA LLEGADO TODO EL MUNDOOO?

- ¡¡¡¡EEEEEEEEEEEEEEEEEEHHHHH!!!! *más gritos*

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⏰ Última actualización: Sep 28, 2019 ⏰

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