Eternal Resident

EL PLATO PERFECTO

- ¿Vas a ir al Festival de la Deidad, Nami?

- Pues claro Lisette, no me lo perdería por nada del mundo. Estoy deseando de hincarle el diente a esa pizza...

- ¿Vas solo por la pizza? ¿Y el baile?

- ¿Baile? ¿Qué baile?

- Pues chica, el baile. Ya sabes, bailas con un chico en la pista de baile, te coge de la mano, la música se va haciendo más y MÁS lenta y ¡¡PUUUUM!!

- ¿¡EXPLOTA!?

- ¿¡QUÉ DICES DE EXPLOTAR!? ¡PASA COMO EN TODAS LAS PELÍCULAS DE AMOR! El chico se pone cariñoso y aaayyy... - suspiró Lisette abanicándose con la mano mientras hacía que se desmayaba.

- ¿Ves demasiadas pelis románticas, verdad? Se agradece la cosecha abundante a la Deidad y se come pizza, no hay ningún baile, Megan no me ha hablado de ninguno.

- Claaaroo, eso es porque eres nueva. A mí me pasó igual. Llegué y me dijeron que tenía que bailar con alguien.

- ¿Y a quién elegiste?

- Me lo pidió Colin...

- ¿Colin? ¿El niño pequeño? ¿En serio?- rió Nanami

- Síii, deja de burlarte de mí, por fa. Todos estos años he bailado con él. Pero este año va a ser diferente, voy a esforzarme para pedirle a... Pedirle a... - Lisette se sonrojó, y continuó susurrando cada vez más bajo "pedirle a..."

- ¿Pedirle a...? - la animó su amiga a continuar.

-PEDIRLE A WAYNE QUE BAILE CONMIGO.

- Vale, vale, no hace falta que grites. Si te da tanta vergüenza se lo pediré yo por tí. No pasa nada.

- Gra... Gracias. ¿Y tú a quién eligirás?

- Pues supongo que me tocará con Colin, ya que soy la novata...

- ¿No vas a intentar pedírselo a alguien más de nuestra edad? ¿Brad? ¿Ford? No sé... Incluso con tu tío Frank. Bueno... Bailar con un familiar como que no... Prefiero a Colin...

- Con quien me toque, me da igual. Con Brad no, que está casado y no quiero enfadar a Carrie.

- ¡Anda! ¡Pero mira que hora es! Tengo que abrir la floristería para el turno de tarde.

- Bueno, pues entonces me voy ¡Adiooooss Lisette!

  La joven grajera se dió una vuelta por Westown. Escuchaba a todo el mundo conversar sobre el Evento del día 27, no se hablaba de otra cosa.

Ya eran las seis, y estaba cansada de dar vueltas por el pequeño pueblo, ¿a dónde podía ir ahora?

- "Ahora que lo pienso llevo varios días sin ver al señor cascarrabias." - pensó mirando hacia la clínica.

- ¡Ford! ¡Hola! ¿Se puede? - No esperó respuesta para entrar hacia el despacho donde se hallaba el médico.

- Mmm... Eso quiere decir que... No... Espera debería ser... Sí, ya veo...

- ¡Tierra llamando a Ford!

- ¡Ah! ¡Nanami! ¿No te han dicho que es de mala educación entrar sin pedir permiso?- dijo enfadado.

- Disculpe, señor doctor pero ya he llamado como cuatro veces.

- Bueno, sí, lo que sea. Debo pedirte que esperes un momento. Me encuentro en mitad de una investigación y... (¡...!) - de repente Ford se sobresaltó. - ¡Espera! ¡¿Qué hora es?!