Jack lo tiene que saber

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Capítulo setenta y uno:

El día estaba soleado y bonito, todos estaban en casa y planeando hacer hamburguesas en el jardín. Liam se encontraba con Simon, Finn y Livia acomodaban las cosas en el jardín mientras que yo y Jack limpiábamos la cocina.

— Te ves increíblemente preciosa secando esa cuchara.— Dice Jack coqueteando a lo cual me hace reír.

— ¿Qué clase de cumplido es ese?— Sonreí.

— Un cumplido único como tú, mi vida.

Y sin evitarlo solté una carcajada, ¿a caso lo qué pasó anoche lo hizo estar así de coqueto, tierno y gracioso hoy?

— Esas manos hacen magia secando esa cuchara.— Habla nuevamente.— ¿Sabes? sería interesante ver en qué más hacen magia...— Me guiñó el ojo y yo me sonroje sin dejar de sonreír.

— Haré de cuenta que no escuché esa obscenidad.— Finn entra a la cocina y eso me hace sentir demasiado avergonzada

— ¡Pero que chismoso eres Finnegan!— Le aventé el trapo en la cara.

— ¿Para que me avientas ese trapo sexoso? Ya no lo podré ver igual.— Hace una mueca de asco y Jack ríe.

— Como si nunca lo hicieras con Livia.— Jack comenta y ahora Finn es quien se sonroja.— De hecho puedo asegurar que tienes fetiches extraños y...—

— ¡Cierra la boca! — Finn le tapa la boca a Jack con sus manos.— Váyanse de la cocina, necesito hacer mis cosas.

— ¿Qué clase de cosas? ¿Tus fetiches extraños?— Suelto una carcajada por la forma en la que Jack le dice eso a Finn.

Finn rueda los ojos pero de igual manera sigue sonrojado.

Jack y yo salimos de la cocina con dirección hacia el jardín. Jack inmediatamente va a hacia donde está Liam quién sostiene a Simon. Yo observo como Livia trata de encender el asador pero al querer acercarme hasta donde ella, algo hace quedarme quieta... y conozco la razón del porqué.

Comienzo a temblar y a sentir una pesadez enorme en mis hombros y de ahí un adormecimiento en mis pies. Todo pasa rápidamente en mi cabeza: "Fuego, gritos, sangre, caos".

Tan pronto como llega eso, se va. Una vez que estoy totalmente consciente, miro a Livia haciendo lo suyo pero lo que me hace correr hacia ella y alejarla lo más lejos posible, es el ver el pequeño tanque de gas el cual se encontraba abierto.

Entonces sucedió.

El tanque explotó e hizo un gran estruendo al igual que se sintió una brisa cálida por el fuego. Los gritos se escucharon por todo el jardín, el asador estaba tirado hasta el otro extremo del jardín.

— ¿¡Están bien?!— Jack corrió hacia nosotras. Yo miré a mi alrededor buscando a Simon y para mi alivio Liam lo sostenía fuertemente.

Me acerqué rápidamente hacia ellos.

— Gracias a Dios están bien, yo...— Deje de hablar cuando me percaté de la mirada perdida que Liam me dirigía. Su rostro estaba pálido y con una expresión de asombro lo cual me confundió.—- Liam, ¿te encuentras bien?

Me acerqué más para agarrar a Simon y en cuanto hice eso, Liam cayó boca abajo al suelo como si nada.

— ¡Liam!— Suelto un grito desgarrador al ver el estado de Liam. Toda su espalda estaba quemada. Su chaqueta se había quemado y de ahí alcanzó su piel dejándola en un tono bastante rojo y morado.

Bad Blood (Bill Skarsgård) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora