¿AMOR O DOLOR? [Fic de DIAURA]

Capítulo 8

Su cuerpo se tensionó, pero mis manos no se detuvieron, continuaban acariciándolo y suavemente se deslizaron por delante, deshaciendo la caricia para convertir aquello en un abrazo. Yo también temblaba, tenía miedo que él se diera cuenta de mi nerviosismo. Abrazado a sus hombros repetí la pregunta.

—Eh, Shoya, dime, ¿en verdad te pongo nervioso? Mírate estás muy tenso, déjame ayudarte —sin deshacer por completo mi abrazo, con una de mis manos acariciaba su hombro bajando lentamente por su brazo.

Un movimiento brusco deshizo todo eso.

—¿Qué demonios te pasa Yo-ka? —hacía un gran esfuerzo por no mostrar el nerviosismo en su voz.

—¿A mí? Nada, eso debería preguntar yo, no, más bien, ¿hasta cuándo planeas jugar conmigo? ¿Hasta cuándo piensas hacerte el idiota? ¿Hasta cuándo planeas aparentar que no recuerdas nada? —mi paciencia poco a poco se estaba agotando.

—¿Qué? ¿Recordar? No entiendo, ¿de qué hablas? No entiendo nada, no entiendo a dónde quieres llegar.

—¡No te hagas el que no sabe nada! ¡No juegues conmigo! —me exasperaba, ¿cómo era posible? No, él también lo recordaba pero quería aparentar ¿o no? Y si ¿en verdad no recordaba?— ¿Acaso quieres te refresque la memoria? —añadí con un ligero tono de molestia.

—¿Ah? En verdad no entiendo nada, Yo-ka últimamente has estado actuando extraño, mira si hice algo malo, en verdad lo siento, sea lo que sea no quiero que discutamos ni nada, pero independiente de lo que haya hecho, no justifica el comportamiento de hace un momento, créeme cualquiera puede llegar a malinterpretar eso, no creo que tengas esas inclinaciones, o... ¿Yo-ka acaso tú también...?

¿Qué?¿A qué se refería con eso? ¿Acaso yo qué? ¿A qué se refiere? Ahora soy yo el que no entiende nada. Sin embargo, por lo que me acababa de decir me quedaba claro que él no tenía ni idea de lo que le estaba hablando y ahora la conversación se iba hacia otro punto que no comprendía.

—Yo-ka, dime la verdad —agregó—, tú también eres... bueno ya sabes... -se llevó la mano a su cabeza rascándose ligeramente, desvío su mirada hacia abajo y un ligero sonrojo se hizo presente.

—¡¿Qué?! Espera, ahora yo soy el que no entiende, ¿yo soy qué? por favor termina la frase —diciendo esto lo tomé por los hombros con brusquedad.

—Yo-ka me estás lastimando —su mirada seguía observando el mismo punto, no era capaz de encontrarse con la mía.

—¡Respóndeme! -ordené, mientras lo sacudía. Mi paciencia había llegando a su límite.

—¡Auch! ¡Yo-ka! Me estás haciendo daño.

—¡Deja de quejarte! —lo sacudí nuevamente—, ¡ya me harté!, no sé a qué diablos te refieres, pero lo que sí sé es que no puedo ser el único que recuerde el asunto del que hablo y se esté torturando con eso mientras tú disfrutas tu vida como si nada, así que te refrescare la memoria, sea a las buenas o a las malas -y sin pensarlo dos veces lo besé con furia.

Fue un beso salvaje. Al comienzo él no correspondió, pero después lo hizo tratando de suavizarlo un poco, mi manos continuaban aferradas a sus hombros y presionando con brusquedad. De repente él deshizo el beso al igual que lo hizo con el abrazo la primera vez y se alejó lo más que le permitió la bañera.

—Yo-ka... ¿Qué fue eso? ... ¿Por qué lo hiciste? En verdad... tú... Yo... no lo creo, no creí que también... pero no creí que... acaso quieres... pero somos compañeros... amigos... ¿No? Yo no sé qué decirte... estoy...

—¡Ey! Espera —lo interrumpí—, no entiendo nada de lo que balbuceas, además que no completas las oraciones, en qué diablos estás... —me detuve y cómo si todo se hubiera aclarado, reaccioné igual que él, me alejé lo que el espacio de la bañera me permitió y añadí— ¡No! Espera, no es lo que estás pensando, yo no... espera ¿tú si? —esa última pregunta me dejaba con más dudas, así que tragué saliva, esperé a que respondiera, pero no lo hizo.