La foto no tiene nada que ver Pero quería que vieran lo bonito que es mi otro bebé de homestuck JAJAJAJA, besitos en las patas ♡
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Un niño de cabellos negros y largos fruncía su naricita con molestia al ver la escena que tenía al frente.
Su mejor amigo de tres años más que él estaba conversando con una niña cuyo nombre no sabía pero ya la odiaba.
Y no entendía, solo estaban conversando, no tenía porque sentirse así.
Pero sentía ciertos celos porque él se veía feliz con ella y no quería que ella le quitase a su único mejor amigo.
Se despidieron con un abrazo y la "niñita tonta esa" —como le hizo llamar Kenma en su mente— le dio un besito en la mejilla, eso hizo al niño de cabellos largos fruncir aún más su ceño e inflar sus mofletes con fastidio.
Cuando Kuroo llegaba hasta el dejo de fruncir su ceño un poco y le miro sin decir nada ni saludarle, solo camino junto con el porqué siempre le acompañaba a su casa.
Y claro no había problema después de todo eran vecinos.
—¿Quién era ella? —pregunto sonando algo molesto.
Kuroo sonrió porque su amigo claramente se veía celoso y eso le parecía tierno.
Todo en él le parecía tierno.
—Oh, una niña, me prestó sus cuadernos y como agradecimiento le dije que podríamos ir por un helado —mintió aun sonriendo mientras veía como la expresión de su acompañante cambiaba.
Kenma entristeció mientras su mente se llenaba de pensamientos negativos;
"Quizás ya no me quiere"
"Ahora se ira con esa niña y me quedare más solo"
"Y si hace eso ya no podremos jugar más"
Y un pensamiento que dijo en voz alta sin querer, fue la gota que derramo el vaso para que comenzara a llorar.
—¿Me quieres dejar porque soy feo? —sollozo mientras detenía sus pasos hacia su casa.
"Oh no, no" pensó el mayor mientras se acercaba a su pequeño
—No llores, bebé era broma, perdón solo le hable porque ella quería decirle algo a Bokuto y como ella sabe que soy muy apegado a él, me habló nada mas ¿sí? —explico de forma rápida mientras lo abrazaba— perdón, yo nunca te cambiaría por ninguna niña y lo sabes.
— ¿Lo prometes? —Pregunto esta vez, sorbiendo su nariz y posando su cabeza en el pecho de su amigo.
—Lo prometo —respondió mientras acariciaba su suave cabello.
Después de eso, Kuroo sabía que no podía hacerle bromas así, su amigo era muy sensible, pero aun así le quería y mucho.
