Feo

恋をして

—Al fin —dijo un chico bajito de cabellos anaranjados mirando a su amigo enfrente de el.

—¡Shoyo! —respondió frunciendo la nariz mientras inflaba sus mejillas fingiendo parecer molesto.

Hinata comenzó a rodar por la cama mientras se reía a carcajadas.

—Si, claro, ríete de mi primera vez besando al chico que me gusta —hablo esta vez relajando su expresión rodando los ojos.

—Es que —hablaba entre risas— no me reí por eso Kenma —paro de reír para mirar a el de cabello rubio— más bien me alegra que por fin se hayan besado, carajo, si siguen así seguro se casan a los 50.

El más alto suspiró mientras jugaba con sus dedos.

—No lo sé...¿y si solo fue para manipularme y que así entre a su equipo de voleyball? —miro a Hinata mientras hacia un puchero.

El nombrado suspiro, mirando a él más alto y pensando en que decir.

—¿Alguna vez ha utilizado sus "encantos" —dijo haciendo comillas con los dedos— para manipular a una chica?.

—N-no, yo...no lo se —tartamudeo sin poder mirar a Shoyo.

Hinata soltó un ligero: "Tsk" de forma amistosa.

—Amigo mío, si dudas tienes, preguntar a Kuroo debes, ir a casa tengo pero recuerda joven padawan, el lado oscuro no es bueno —dijo bromeando y tratando de animar a su amigo, recogiendo su pelota de vóley mientras caminaba a la puerta.

Kenma río, aún cabizbajo pero un poco más animado.

—Que mala interpretación de Yoda —dijo y se acerco abrazarlo— Gracias, realmente eres un gran amigo —lo soltó y vio como el menor le sonreía.

—Que la fuerza te acompañe —finalizo alargando la "e" mientras cerraba la puerta.

El de mayor estatura soltó una risita mientras soltaba un bajo: "Vuelve pronto".

Se dispuso a pensar como le preguntaría aquello a el de cabellos negros, suspiró, casi la mayoría de sus suspiros eran por el.

"Oh Dios, estoy tan enamorado"

Agarro su teléfono y vio que era un mensaje de aquel quien estaba siempre en sus pensamientos.

Así que se arregló un poco el cabello y bajo abrirle con sus nervios consumiéndolo y mordiendo su labio para que no temblará.

La puerta se abrió y ahí estaba Kuroo, el chico que aceleraba su corazón.