C A P I T U L O: 03

132 17 11
                                    

Ver a Sebastián con mi cuaderno privado, fué algo realmente tenebroso, nunca experimenté tanto miedo cómo lo acabo de hacer. Sigo de pie en la puerta cuando mi papá me chasquea sus dedos frente a mi.

—¿Estas bien campeón?

—Eh, sí, si estoy bien —. Veo a Sebastián disfrutando la escena.

Maldito desgraciado, me caes mal. Ojalá te de un ataque de estornudo y diarrea al mismo tiempo.

Ignoro mi subconsciente y sólo ruego a lo que sea que esté en el cielo, que no haya podido leer mi diario.

—Te traje esto—, tiende mi cuaderno y veo que está cerrado y puedo soltar el aire que tenía reprimido.— lo dejaste en el comedor y supe que es tuyo porque te he visto en algunas ocasiones con él.

Rápidamente sujeto con fuerza mi cuaderno, logro ver una pisca de malicia en el rostro de Sebastián.

—Gracias por el gesto, ¿Ya te vas?—. Digo sin más, sólo quiero que se valla su presencia me incomoda.

—¡Jeral, que dices esos no son modales para tratar a tu amigo!— dice mi padre viendo a Sebastián.

Idiota y haces que mi padre piense que eres buena persona.

Ruedo los ojos y pido disculpas, estoy por subir cuando papá dice que cenaremos. Bajo nuevamente los pocos escalones que había subido y dejo la mochila pero jamás dejo mi cuaderno privado en ella, no estoy estúpido sé que jamás dejé mi cuaderno en el comedor, yo no lo tenía en ese momento.

—Cariño cómo está Arya le hablé y me dijo estaban juntos en su entrenamiento—, me dice mi madre sirviéndose lasaña al "invitado de honor".

—Esta bien, después de la escuela fuimos al cine—. Miento, si Ary dijo que estábamos juntos, es porque es así.

Amo a esa chica.

—¿Estaban juntos después de la escuela?— dice Sebastián, con ironía, lo miro con ganas de matarlo.

—Sí, estábamos juntos después de la escuela.— lo miro fijamente y sin una pisca de amistad, sé que trama algo y voy averiguar qué es—. ¿Por qué?.

Mis padres nos ven y puedo jurar que sienten la tensión que se a formado en el comedor, Sebastián se queda en silencio y mis padres aún están atentos a nosotros.

—Si me disculpan, no tengo hambre madre, ya cene,—miro a mis papás y luego a Sebastián que sigue con la cabeza gacha—. Me puedo retirar.

—Claro hijo, ve a descansar.— me dice mi madre y me regala una sonrisa.

Subo a mi habitación, coloco mi mochila en su lugar y meto mi diario en la cajonera con seguro.

Ary♡  en línea.

Yo: Princesa gracias te debo una ^_^

Ary♡: De nada bebé :^)

Yo: Sebastián esta aquí

Ary♡: ¡Qué hace ese mariquita en tú casa!

Yo: Me trajo mi cuaderno privado.

Ary♡: ¡Me estás jodiendo! ¿Qué carajos hace él con tú diario? ¡Lo leyó, por Dios, dime qué no lo leyó!

Yo: ¡No lo sé!. Cuando llegue a casa él ya estaba aquí y me dijo que lo deje en la cafetería, pero te juro que no lo dejé allí. Estaba cerrado así que no lo leyó. O eso quiero pensar.

Para el chico que amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora