C A P I T U L O: 17

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Hablar con mi madre fué lo mejor que pude hacer en años, Jared siempre con la razón.

«Soltar un poco la carga se siente bien, no importa todo lo que conlleva a decir la verdad. Siempre valdrá la pena».

Mi padre casi no frecuentaba en casa con su nuevo proyecto, mi madre me trataba de la misma manera de siempre. Pensé que al contarle a ella lo de mi identidad sexual ella cambiaría en algo ó de alguna manera, pero no, sigue siendo la misma.

Así son las mamás, ellas lo saben todo.

Lo sé.

Pero aún me atormenta no contarle a mi padre, de él si tengo miedo a que no se lo tome tan... relajado. Pero tengo que hacerlo, ya no quiero sentirme ahogado con mi propio secreto.

No es secreto Jeral, sólo eres tú, y ser tu no te hace ser un secreto para nadie. De nada sirve que le digas a tus padres sobre tú orientación sexual, si no te aceptarás a tí mismo.

Y esa es mi subconsciente, viéndole el lado positivo a las cosas.

Pero viendo el lado positivo de todo este desastre, es que Derek ya está fuera del hospital y hoy ingresa nuevamente a la escuela, y lo mejor es que no va atrasado ya que estuvimos poniéndolo al día con las clases y los profesores fueron flexibles y los exámenes se los cambiaron por trabajos escrito y así no estaría perdiendo el año.

—Buenos días.

—Buenos días cariño, ¿No dormiste bien?.

Mi padre baja el periódico y me ve a la cara.

—Que pasa campeón, ¿Te encuentras bien?.

—Si. Sólo me duele un poco la cabeza —, digo sin darme cuenta que mi voz suena extraña.

Ambos me miran con cara de preocupación y dejan de hacer sus cosas papá busca su maletín de primeros auxilios y mamá me toca la frente.

—Cariño, estás ardiendo en fiebre.

—Jeison, trae paracetamol.

—Estoy bien mamá sólo es dolor de cabeza.

Y no miento no me siento mal solo un leve dolor de cabeza y nada más, tal vez es porque desde el viernes no sabía nada de Andrew y pensar tanto en porqué está así conmigo me ha puesto mi cabeza de cuadros.

—Toma hijo—, papá me da unas paracetamol junto a un baso de agua—. Puedo llamar para que no vallas a la escuela.

—No es necesario, ya con la pastilla estaré bien.

Mis padres se miraron y asintieron, realmente no quiero quedarme en casa y que mis padres no vallan a sus trabajos.

Comemos el desayuno y para hacer temas de conversación le pregunto a mi padre sobre su nueva empresa, aunque él quiere que estudie marketing yo quiero estudiar gestión social.

—Me parece maravilloso que te esté yendo bien en la nueva empresa papá, pronto estarás a nivel nacional.

—Bueno hijo, sería ambicioso, pero quiero expandirme y si todo sale a pedir de bocas podría expandirme internacionalmente. Y eso sería muy bueno para nosotros.

Para el chico que amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora