C A P I T U L O: 15

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ANDREW

No puedes desecharme de tu vida así no más bebé, sabes que tenemos historia juntos.

No tenemos nada juntos, ¡Puedes dejarme en paz de una vez por todas!.

tenemos un secreto juntos y yo tomé la responsabilidad ese día, yo me hice responsable de todo para que tú no estuvieras involucrado.

¿Involucrado?

Si, sé que no me crees, qué lo que hice fue horrible, pero fue... amor.

Chasquean unos dedos en mi cara haciéndome salir de mis pensamientos.

—¿Estás bien?

—Si amor, perdóname. ¿Que decías?— me mira divertido me parece mentira verlo sonreír de esa manera, tenía casi dos meses que no lo hacía.

—Te decía que esta mañana Arya y Sebastián me confesaron que están juntos.

—¡Qué!.

Ok, esto no me lo esperaba, ¿Desde cuando? ¿Cómo? ¿En qué momento?.

—Vez, no me estabas escuchando—. Toca mi nariz con uno de sus dedos de una manera tan delicada y tierna—, te estaba contando que Sebastián llegó está mañana le confesó amor a Ary delante de mí, bueno creo que lo hizo haciéndome saber qué él no se rendiría.

—Eso sí que es tener cojones —digo sorprendido.

—No, espérate no termino de contarte.

Lo miro divertido, tiene una vieja chismosa oculto. ¿Quién lo diría?.

—Él sabe que tenemos algo tú y yo.

—¡Cómo lo supo!

Esto realmente me preocupa, cuando llegue aquí todos me miraban con discriminación. Se susurraban y me evitaron nunca nadie se acercó a saludar siquiera, y que Sebastián sepa que Jeral y yo tenemos un amorío es una bomba de tiempo.

—Se dió cuenta un día que nos tomamos de la mano en la cafetería.

—Ya él lo sabe,— digo con preocupación en la voz—, toda la escuela el lunes lo sabrá, y toda tu reputación se irá a la mierda por mi culpa.

Me mira sin expresión alguna, sin miedo y menos sin culpamientos.

—No es tu culpa, además si se enteran lo enfrentaré.

Luce relajado, cómo si de verdad no le importará si saben o no su orientación sexual.

—No entiendes la gente puede ser malas con sus comentarios llenos de odios, con sus insultos y a veces sólo a veces llegan a ser malos con las agresiones físicas.

—¿Tú fuiste agredido cuando revelas te tú identidad?

—Nunca revele mi identidad siempre lo supe, mis padres lo sabían. Mis papás nunca tuvieron ese tipo de problemas con aceptarme tal cuál era. Pero la sociedad es cruel.

Me mira y asiente así que sigo—, cuando estaba en el jardín los papás de los niños les prohibían a sus hijos acercarse a mi, pensado que era una enfermedad que los podía contagiar. ¿Puedes creerlo en pleno siglo 21 y son tan ignorantes al tema?.

Para el chico que amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora