C A P I T U L O: 14

44 9 10
                                    

Todos sabemos que Sebastián es un tanto... pesado, por no decir lo que realmente pienso de él.

Ah, sólo dilo, es un machista, un maldito arrogante narcisista.

Sip, mi subconsciente es una mujer.

Idiota.

Pero a qué Arya corra como una loca enamorada a sus brazos ya es el fin del mundo.

Quiero decir, el cielo ardió, el infierno se congelo, y yo. ¡Yo no sé qué mierdas pensar!.

Porque hasta donde yo estaba enterado, este par se odiaban a muerte.

Por ahí dicen que del odió al amor un paso.

¡Cállate!.

Pero aún así, no entiendo nada, sólo los veo abrazados y susurrándose qué sé yo, en sus cuellos, y la verdad Sebastián se le ve sincero. No hay ni un rastro del Sebastián el idiota.

Ok, ya valímos verghulis.

¿Puedes por favor callarte? ¡Mi amiga se está besando con el idiota de la escuela!.

—Jeral. —salgo de mi estúpida conversación con mi subconsciente y miro a mi amiga.

—Sí.

—Sé que estás confundido, sé que te debo una explicación, pero yo...

—Ok, ok, ok, si me debes una explicación, pero cálmate, si. Respira.

Ella está totalmente pálida, y Sebastián se mantiene al margen pero conociéndolo cómo lo conozco no tardará en meter....

—Yo puedo explicarlo.

Y se los dije.

Pásame un palo y le doy.

—¿A ver? Qué me explicarás ¡Que estás enamorado de mi novia y que se besaron en frente de mí!

—!Jeral!.

—¡Vamos Ary! Pudo haber sido con cualquier otro chico, pero con él.

Si, lo sé. Estoy siendo muy exagerado, pero realmente Sebastián ha sido una mala persona, se ha metido con muchos, con Derek con ella misma.

—Vamos Jeral no seas así con ella—, ¿Es enserio?— sé que he sido un idiota, mal educado y sé que fuí machista. Pero de verdad no era mi intención en enamorarme de Ary y sé que si me golpeas no voy a defenderme he sido un desgraciado desde que llegué a la escuela, sobre todo he sido muy mala persona con tus amigos y contigo, en especial contigo.

Lo miro y lo miro, de verdad no sé qué es lo que pasa con Sebastián, pero le daré el beneficio de la duda.

¿Tan fácil caes con su fulana sinceridad? ¡Me decepcionas esperancito, me decepcionas!.

Suspiro con algo de pesadez —Ok, los escucho.

—Vamos a un lugar donde podamos hablar, aquí en medio de un estacionamiento en frente de un hospital no me parece el mejor lugar.

—Ams, yo... no vine en mi auto.

Volteo a ver al idiota y ruedo los ojos.

—Genil, suban.

Salimos del hospital para ir a no sé dónde, el silencio realmente es incómodo. ¿Porqué Ary no me dijo nada? ¿Desde cuando está con Sebastián? ¿Sabrá Sebastián lo mío con Andrew?.

Ojalá y no, ¡te imaginas! Ya tú secreto lo sabrá medio mundo y apenas tenemos un mes y dos semanas de preparatoria.

—Detente aquí.

Para el chico que amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora