La Redada

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Íbamos a pie, no sabíamos a donde ir volver a casa era lo único que se nos ocurría pero si nos buscaban, era el primer lugar donde iban a ir.

O al menos a nosotros los que teníamos poderes, los normales supongo que pudieron haberse ido si quisieran. Pero el destino les tenia otra cosa preparada.

Estábamos a pocos kilómetros del lugar de donde habíamos escapado cuando uno de los nuestros fue corriendo hacia la ruta moviendo los brazos como un loco.

Después vi que le estaba haciendo señas a un auto que venía a lo lejos.

Entonces un ruido como una explosión sonó y el que estaba haciendo señas cayo al piso muerto.

Se empezaron a escuchar mas disparos y todos huimos a una parte boscosa a escondernos.

Inmediatamente una caravana de autos, camiones y motos empezaron a llegar y a estacionarse fuera del área boscosa preparándose para entrar, nosotros nos metimos mas profundo en el bosque, en un momento un grupo se canso de correr y dijeron que debíamos enfrentarnos a ellos usando los poderes.

Por un segundo lo considere, pero después vi a Mariana ella estaba muy desnutrida y flaca no iba a poder contra ellos, así que me quede atrás.

Mas personas se les unieron y fueron a enfrentarlos.

Enseguida empezamos escuchar a disparos y gritos.

Le tape los oídos a Mariana para que no escuchara.

Luego hubo silencio, ese sacrificio no fue en vano, los nuestros habían muerto, todos ellos, pero aun así lograron acabar con casi todos los agentes que nos perseguían, y los que quedaron huyeron.

Se me ocurrió que aquellos que no tenían poderes que causaran daño buscaran las armas de los agentes para que así tuvieran algo con que defenderse, me hicieron caso y fueron, me di cuenta que me había convertido en el líder.

Mientras estábamos en el bosque me entere que Mariana podía controlar el fuego, creo que eso se llama Piroquinesis o algo así, también ella se reencontró con Daniela que también había estado encerrada con nosotros en el bloque de celdas, yo no lo sabia pero no dije nada.

Estuvimos en el bosque unos días, cuando empezamos a sentir hambre mande a que fueran a cazar y yo fui con ellos, durante la casería llegamos al borde del bosque donde todavía quedaban algunos de los vehículos.

Empezamos a buscar en todos por si había algo que se pudiera comer, no encontramos nada, pero si descubrimos algo detrás de una camioneta, había un agente muerto que no llevaba puesto el casco.

Nunca los había visto sin el casco...

No eran humanos, no tenían labios, los dientes estaban expuestos y estos parecían los de una piraña, los ojos los tenían totalmente negros, y las orbitas eran demasiado grandes en comparación con los ojos, eran calvos y las orejas, si es que eso se puede llamar oreja, no eran mas que unos bultos chatos con un agujero, nadie guardó el miedo que sintieron por ver eso.

Yo agarre el cuerpo y lo puse dentro de la camioneta y cerré la puerta.

Les dije a todos que era hora de irse.

Apenas volvimos con el resto dije que teníamos que irnos a otro lugar lo mas lejos posible. No quería que esas cosas nos alcanzaran.

Los Hijos del ForasteroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora