Una amenaza inexistente.

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Ya había vuelto a la rutina diaria, y la conmoción por la caída del meteorito, o como lo llamaron El Forastero, se fue tan rápido como apareció.

Los siguientes días no paso nada, todo volvió a ser aburrido, como siempre, sin embargo había algo distinto.

Y no era el hecho de que 1/4 del colegio ya no existía, y que debíamos compartir nuestro salón con otro curso que era mas numeroso, ese lugar prácticamente era una lata para sardinas.

Pero un día volvió a pasar algo, en las noticias salio un informe diciendo que una chica había muerto por una enfermedad rara.

Luego otra persona murió con los mismos síntomas que la chica. Y con eso empezó todo.

En un momento eran diez, los muertos por esa enfermedad, que decían que tenía los mismos síntomas que la viruela.

Luego se dijo que eran 30, después 60 y así siguió hasta llegar a 300, y ahí recién empezaron a preocuparse, y comenzaron a buscar una cura o por lo menos un tratamiento.

A los pocos días, se dijo que encontraron una manera de prevenir la enfermedad, tenias que buscar en cualquier parte de la ciudad unos móviles especiales, dentro de ellos te sacaban sangre y la analizaban en una máquina, así supuestamente detectaban la enfermedad, luego te inyectaban un suero de color raro y decían que ya estabas vacunado contra esa enfermedad.

Poco después por todo el lugar empezaron a pasar camiones grises con una insignia rara en los costados, decían que iban hasta las casas, buscando personas cuyos resultados en el análisis no habían sido regulares, los hacían subir, y ya no los veías mas.

Llegaron por mi en un día martes, era un lindo día, el último que tuve, me dijeron que no llevará nada, me despedí de mi familia, y me subí en el camión.

Poco a poco la ciudad empezó a desaparecer a lo lejos, y lo único que se veía eran kilómetros y kilómetros de campo, el viaje duro horas, hasta que llegamos a nuestro destino.

El lugar: un edificio por así decirlo, era enorme, con forma de cubo o rectángulo, y todo blanco, casi no tenía ventanas. La vista era imponente, pero ese lugar iba a ocultar algo de lo mas siniestro.

Los Hijos del ForasteroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora