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↠Universo Canónico.

—No—dijo el pelirrojo cruzándose de brazos

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—No—dijo el pelirrojo cruzándose de brazos.

—Oh, venga ya, no es ni siquiera una noche entera_se quejó Saeyoung.

—No voy a quedarme de niñera—repitió Saeran.

Dentro de unos días era el aniversario de MC y Saeyoung. Ya tenían planes para aquella noche, pero había un problema: no podían dejar a sus dos pequeñas criaturas solas en casa.

—Saeran, sabes que Hyo y Yoon son muy pequeños para quedarse solos en casa—intervino MC.

Hyo y Yoon eran los mellizos que habían nacido de la unión de Saeyoung y MC. Ambos tenían el pelo castaño de su madre, pero sus ojos eran dorados, como los de su padre. Hyo era un chico tranquilo, mientras Yoon era niña muy activa a la que le gustaba descubrir el mundo.

Tenían tan solo cinco años, aún no podían quedarse solos.

— ¿No podéis dejarlos con Zen? ¿O con Yoosung? Cualquier miembro de la RFA—se excusaba Saeran.

Antes de que alguno pudiese decir algo, un grito vino desde uno de los pasillos de la casa.

— ¡Papá!—la voz de la pequeña Yoon se acercaba hacia el salón.

Unos rápidos pasos corrieron hasta el pelirrojo. La niña se dejó ver durante unos segundos, antes de lanzarse a los brazos de su padre. Saeyoung rodeó su pequeño cuerpo con sus brazos mientras le acariciaba la espalda.

— ¿Qué ha pasado pequeña?—dijo separándola un poco de sí mismo, para ver si lloraba.

—Hyo no me deja jugar con la Señorita Vanderwood—se quejó la niña con cara triste.

—Eso es mentira—el niño también apareció en el salón, con una gatita gris en sus brazos—. Le molestas mucho.

—Pero el amigo de mamá y papá dijo que si la mimaba mucho me iba a querer—dijo la niña bajando la mirada.

— ¿Cuál amigo dijo eso?—preguntó MC curiosa.

—El señor Jumin—respondió la niña.

Ambos padres soltaron una pequeña risita ante la respuesta de su hija.

—Hola, tío Saeran—dijo Hyo cuando se acercó a donde ellos estaban.

Yoon, cuando escuchó eso, levantó rápidamente la mirada y se giró para ver al de ojos celestes.

—¡Tío Saeran!—la niña se bajó del regazo de su padre, para acercarse a su tío.

—Hola, renacuajos—dijo él con una sonrisa ladina.

—El tío Saeran se va a quedar con vosotros el viernes—dijo Saeyoung.

Una mirada asesina se dibujo sobre el rostro de Saeran, el cual miraba a su hermano. El chico de gafas sabía que su gemelo le haría pagar por ello, pero no se arrepintió de haber hablado.

—¿De verdad?—preguntó la niña con el rostro iluminado.

El de ojos celestes intercambió fugaces miradas entre los dos niños y sus padres, para finalmente chasquear la lengua por lo bajo.

—De verdad—acabó por decir.

La pequeña Yoon se lanzó a los brazos Saeran con un pequeño gritito. Hyo también pareció ponerse feliz, ya que un brillo apareció en sus ojos y se acercó a abrazar a su tío junto a su hermana.

En un inicio el mayor no supo que hacer o como reaccionar, pero por intuición rodeó con sus brazos a los dos niños que estaban aferrando a él. Era una escena bastante tierna vista desde fuera.

MC y Saeyoung se miraron a la vez que sonrieron, para después chocar las palmas de sus manos en símbolo de victoria, habían convencido a Saeran de quedarse con los niños.

MC y Saeyoung se miraron a la vez que sonrieron, para después chocar las palmas de sus manos en símbolo de victoria, habían convencido a Saeran de quedarse con los niños

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Había sido una noche increíble.

El viernes había llegado y junto con el, los planes que tenían. Salieron tranquilos de casa sabiendo que los niños estaban en buenas manos. Cumplieron sus planes y volvían a casa, un aniversario bastante corriente comparado a otros años.

Cuando entraron en el apartamento, todo estaba en total silencio. Las luces estaban apagadas, únicamente podía verse un pequeño hilo de luz salir de la habitación de la pequeña Yoon.

Tanto Saeyoung como MC se dirijieron a la habitación, para encontrar un castillo de mantas y almohadas. Se agacharon para poder retirar una de las mantas que cumplía la función de puerta.

La imagen de dentro les llenó de ternura.

Hyo dormía plácidamente sobre una de las almohadas con sus piececitos sobre el estómago de Saeran, el cual tenía algunas horquillas en el pelo, seguro puestas por Yoon, la cual también dormía, abrazada al pelirrojo. El mayor también dormía tranquilamente, aparentemente cansado.

—Dime que has tomado una foto—dijo el pelirrojo en un susurro, sin despegar la mirada de los bellos durmientes.

—Sí—respondió MC, fingiendo lágrimas de emoción.

Ambos dieron de la habitación, apagando las luces.

—Me dan algo de envidia, yo también quiero dormir así —Saeyoung hizo un puchero.

La castaña entrelazó sus dedos y tiró de él hasta la habitación.

—Supongo que tendrás que conformarte con dormir conmigo—dijo ella, dejando un suave beso en sus labios.

Los dos rieron, para después irse a la cama.

Sé que esto puede desviarse un poco de la temática general de esta historia, pero ayer me acabé la ruta Ray y NECESITABA incluirlo en este drabble

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Sé que esto puede desviarse un poco de la temática general de esta historia, pero ayer me acabé la ruta Ray y NECESITABA incluirlo en este drabble. Por supuesto, no será el último en el que aparezca.

Seven Zero Seven! 《✩》 Saeyoung ChoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora