Emilio
Por primera vez en mi vida me levanto antes de que suene mi alarma, me baño y visto en tiempo récord, tomo las llaves de mi coche y con un simple adiós salgo de la casa directo a mi coche, manejo lo más rápido que puedo y llego derrapando a la escuela, necesito ver a Joaco y hablar con él antes de que lleguen mis amigos o empiecen las clases y pierda la oportunidad de aclarar las cosas con él y saber que le hicieron.
Lo busco con la mirada y alcanzo a verlo sentado en una de las mesas de la cafetería en la esquina, para mi suerte es demasiado temprano y no hay nadie más que él y un par de maestros en otras mesas así que me acercó a paso decidido, en cuanto levanta su rostro hacia mí siento que se me estruja el corazón, aprieto los puños y un sentimiento de enojo mezclado con importancia aparece en mi interior.
-Joaco, ¿que te pasó?- hablo tan rápido que espero haya podido entenderme, me mira de una forma extraña que no sé descifrar ¿es enojo? ¿decepción?
-Emilio no te hagas el tonto, bien que sabes lo que me pasó- me mira mal antes de regresar la vista al libro que tenía entre sus manos para seguir leyendo e ignorarme, suspiré profundo y me senté a su lado.
-Hey, Joaco mírame por favor- cuando lo hizo me trabe un poco y olvide que quería decir.
-¿Que quieres Emilio? ¿vienes a confirmar que hicieron bien su trabajo esos idiotas?- su tono de voz sonaba bastante molesto, cerró su libro con fuerza y se levantó -pues ya lo confirmaste, ahora déjame en paz- antes de que pudiera irse lo tomé del brazo, no medí la fuerza con la que lo hice y terminó sentado de nuevo mirándome con asombro, inmediatamente lo solté y me disculpe.
-Perdóname por jalarte así es que necesito hablar contigo, yo no sabía que te harían daño, ya te había dicho que ellos son así y que debías dejar de comportarte como los has estado haciendo desde que llegaste, sé que está mal, que mis amigos son idiotas y que no deberíamos sentirnos los dueños de la escuela creyendo que podemos hacer lo que queramos y que los demás deben de aguantarse, pero así ha sido siempre, todos asumimos un rol dentro de la escuela y no puedes tratar de cambiarlo el último año, es algo a lo que debes acostumbrarte- él me miró mal una vez más como si desconociera a la persona frente a él, bajo la vista y suspiró.
-Emilio no quiero problemas, ni contigo ni tus amigos pero te lo dije, no dejaré de ser quien soy solo porque ustedes son demasiado idiotas, el cambio inicia cuando se decide, deberías reconsiderar con quienes te llevas y qué imagen proyectas a los demás, pregúntate a ti mismo, en caso de necesitar a alguien ¿crees que tus amigos estarán ahí para ti? ¿piensas que alguien de la escuela querrá ayudarte cuando los tratas como basura? tú no eres así Emilio, sé quien eres y creo que de verdad es triste que no te muestres así ante los demás- me miró como buscando al Emilio que conoce, se levantó lentamente y antes de irse agregó -no me importa si vuelven a golpearme, el dolor físico se va pronto y prefiero eso antes que perderme a mi mismo y causarme un dolor interno, de esos dolores que no se van con el tiempo, solo se hacen más grandes y el resultado al final siempre es el sentimiento de soledad pero no ese que te permite reflexionar y encontrarte contigo, sino ese que te hace sentir miserable, que te hace creer constantemente que nadie en el mundo se preocupa por ti o te ama de verdad, puedes estar rodeado de personas y aún así sentirte vacío y creo que ese es tu caso Emilio, deja de hundirte en ese hoyo y trata de ser feliz siendo tú, quizás no ves la luz en tu interior pero yo si la veo y prefiero quedarme con eso de ti, aunque eso signifique que tengas que ser más idiota conmigo que con los demás, es un riesgo que decido correr- me dedico una sonrisa triste y salió cojeando de la cafetería.
Cuando desapareció de mi vista apreté los ojos con frustración, sé que tiene razón y que cada una de sus palabras me las dedica para hacerme reaccionar, a pesar de que lo he tratado mal para quedar bien con los demás él parece no rendirse conmigo, de verdad cree que algún día seré capaz de mostrarme como soy ante las personas que tienen una imagen errónea de mi, espero no terminé más decepcionado cuando vea que no podré hacerlo, al menos no pronto.
Dejo caer mis manos en la mesa y siento algo extraño en ella, así que abro los ojos y al dirigir la vista hacia abajo veo que Joaquín dejo el libro que leía en la mesa, cuando leo el título me pregunto si lo dejo por error o esperaba dármelo de alguna manera para que sus palabras llegaran a mi "Aquí empieza todo" es un libro que leí hace muchos años, lo que me sorprende porque él no lo sabía, el mensaje que aprendí al leerlo fue que todos merecemos encontrar gente que nos ame por quienes somos, justamente lo que Joaco ha querido que entienda desde que conoció al Emilio de la escuela.
Abrí el libro decidido a leer algunas de sus páginas antes de devolvérselo a su duelo, pero al hacerlo me di cuenta que como había pensado antes Joaco no lo olvido por accidente.
"Mereces rodearte de personas que puedan apreciar las estrellas en tu interior, brilla Emilio, brilla sin preocuparte por aquellos que no quieren verte hacerlo, la capa en sus ojos algún día caerá pero antes tú debes derribar la nieve que colocaste sobre ti mismo, empieza por amarte tú, muéstrate ante al mundo como eres, sin que te preocupe el que dirán, deber saber sin importar cuanta nieve quieras colocar sobre ti te aseguro qué hay un chico que siempre encontrará la forma de ver tus estrellas, siempre veré la luz en tu interior"
Sin darme cuenta, ni poder controlarlo, lágrimas rodaron por mis mejillas para terminar su camino sobre las letras de mi bonito, las limpié rápidamente y me quede mirando el mensaje de Joaco por no sé cuanto tiempo, antes de ser interrumpido por la campana que anuncia el inicio de las clases una interrogante llego a mi cabeza ¿porque si se qué hay gente que me quiere por quien soy en realidad y me aceptan me esfuerzo por ser aceptado por aquellas personas que solo estarán conmigo si soy como ellos esperan? ¿debería cambiar ahora?
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Enamorado por primera vez
FanfictionEmilio y Joaquín se conocen durante las vacaciones de invierno en Canadá y ambos sienten que sus corazones despiertan al estar juntos, al finalizar la temporada vacacional y volver a sus respectivas vidas cotidianas ¿Podrán volver a verse? ¿Seguirán...