Voluble

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Emilio 

Hoy inician los ensayos para el concurso, en una pizarra a un lado de la entrada del salón de música está pegado el horario con los nombres de cada quien, me acercó a mirar y busco un nombre en específico, cuando lo encuentro suspiro molesto al darme cuenta que Joaquín ensayará en las tardes, ¿porque tiene que ser siempre tan amable? Tenía que elegir en la mañana así tendría más oportunidades de verlo, incluso hubiera podido espiarlo, pero no tenía que complicarme más las cosas. 

Cuando llega mi hora de ensayar entro al salón de música y para mi sorpresa Joaquín está adentro junto al profesor, están cantando por lo que no escuchan cuando llego, al escuchar la voz de Joaco me acuerdo de nuestro tiempo juntos en Canadá y como un impulso, sin darme cuenta en realidad de mis acciones, empiezo a cantar con él, Jair, el profesor me mira sorprendido dejando de cantar, Joaquín sigue con los ojos cerrados cantando, al parecer esta tan concentrado que no me escucha o cree que es su mente jugándole una mala pasada. 

Cuando abrió los ojos y me vio dejó de cantar pero yo lo seguí haciendo, él me sonrió y volvió a cantar conmigo, de nuevo éramos nosotros, cantar con él me llena por completo y me siento tan feliz que pareciera irreal. Terminamos de cantar y todo quedó en silencio, solo nos mirábamos mutuamente, se podía sentir el amor en el aire, al menos yo lo sentía. 

-Wow chicos, no sabía que se complementaban tan bien, deberían considerar presentarse como dueto, quizás en el concurso pueden participar como solistas pero antes de iniciar el concurso o al terminarlo como presentación extra deberían cantar juntos, lo hacen muy bien- Jair me miraba y luego a Joaco sorprendido, su voz reflejaba emoción y pude ver a Joaco sonrojarse lo que me hizo sonreír. 

-Eh no gracias profesor así estamos bien, em.... Bueno creo que es hora de irme ya termino la clase, gracias por todo profe- habló muy rápido y salió casi corriendo del salón, Jair dirigió su vista hacia mi como tratando de entender lo que pasaba, me puse nervioso y giré mis ojos hacia otro lado. 

-Bueno Emilio, el salón es todo tuyo, disculpa que te quitamos algo de tiempo, estaba escuchando a Joaquín y se nos fue la hora, no me di cuenta que la clase terminó- se disculpó sin dejar de verme, solo asentí con la cabeza esperando que me dejara solo. 

Cuando por fin me quede a solas en el salón me senté en el piano y deje salir el aire que estuve reteniendo desde que Joaco salió, no puedo creer lo que hice, por primera vez desde que entré a la preparatoria hice lo que mi corazón quería sin pensarlo y se sintió tan bien, ¿debería dejar que mi reputación muera por seguir a mi corazón? 

Terminé mi ensayo sin poder dejar de pensar en la pregunta que me hice hace un momento pero sin encontrar una respuesta, regreso a la realidad cuando el timbre de la escuela anuncia la hora del descanso, me encamino a la cafetería y al llegar enfoco mi vista en mi grupo de amigos que ya están llamándome desde nuestra mesa de siempre, los miro y camino hacia ellos pero no me doy cuenta de lo que sucede a mí al rededor y termino chocando con alguien haciendo que ambos términos en el piso. 

Cuando abro los ojos me encuentro con los de Joaquín que está debajo de mi, su vaso de jugo cayó en mi cabeza por lo que estoy todo mojado, él me mira entre asustado y preocupado no sé leer bien su mirada y antes de lograr descifrarla siento una manos que me levantan, son mis amigos, toda la escuela hizo un círculo a nuestro alrededor y miran expectantes de mi reacción pero ¿qué quieren que le haga? Si fui yo quien chocó con él, yo lo hice caer, debería de disculparme por dejarlo sin comida pero en su lugar solo me limpio un poco y le doy la espalda, error. 

-¿No sabes pedir disculpas?- grita Joaquín mientras Brandon lo ayuda a levantarse, lo miro fijamente y camino decidió hacia él cuando todos empiezan a murmurar a nuestro al rededor. 

-Discúlpate tú- dije con tono firme y él me miró aún más sorprendido levantando las cejas. En mi interior solo puedo rogarle que dejemos esto y no lo hagamos más grande, sabe bien que no me puedo dejar de nadie, ni siquiera de él. 

-Tú fuiste el que no se fijó por donde iba y chocó conmigo, me dejaste sin sándwich porque lo pistaste y regaste mi jugo por todos lados- hablaba tan enojado que comenzó a ponerse un poco rojo pero esta vez no era un sonrojo causado por la pena, era de coraje y lo entendía pero no me voy a disculpar, no puedo, siempre la culpa es de los demás, aunque en realidad sea mía la gente suele culparse para no hacerme enojar pero Joaquín no, él tiene que ser como es siempre. 

-Pues si no estorbaras en mi camino nada hubiera pasado, para la otra intenta no ser un estorbo- veo que abre su boca tratando de contestarme pero no puedo dejarlo hacerlo, quiero irme ya y hago una de las peores cosas que se me pudo haber ocurrido, lo humillé -Ten para que veas que soy buena onda, puedes ir a comprarte algo con mi cambio- saco un billete y unas cuantas monedas y se los tiro al piso para que los levante, definitivamente soy un idiota. 

Joaquín dirige su vista hacia el dinero, cuando levanta la cabeza me mira con decepción y los ojos llorosos, estoy seguro de que los tengo igual no puedo creer lo que acabo de hacer, respiro profundo conteniendo las lágrimas, le dedico una sonrisa burlona y me alejo con mis amigos detrás, los murmullos de todos los presentes a nuestras espaldas no se hacen esperar, me siento un poco tranquilo de que al menos no se hizo un problema más grande pero toda esa tranquilidad desaparece en un segundo cuando escucho un grito que sobrepasa las voces de todos y hace que mis amigos y yo frenemos nuestro paso en seco. 

-¡ERES EL MÁS GRANDE IDIOTA DEL MUNDO!- Joaquín gritó con todas sus fuerzas o eso pareció ante mis oídos, por su tono de voz supe que había empezado a llorar y no pude girarme a verlo, sería una imagen demasiado dolorosa para mi, así que solo levante mi mano y le mostré el dedo de en medio a modo de respuesta y salí del lugar. 

Sé que mis amigos querrán hacerle algo por confrontarme y llamarme de ese modo frente a todos pero ya mañana hablaré con Joaco para que se disculpe de nuevo y todo quede como la vez pasada no creo que pase nada en las horas que quedan del día, quizás debería dejar de creer que tengo la razón en todo porque esta vez esperar no fue la decisión correcta. 

Enamorado por primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora