Enamorado por primera vez

Descubriendo verdades

Emilio 

Me acerqué para ver mejor para ahora si verlas todas, en el camino deje la pizza en el buró junto a su cama, me coloqué frente al collage y puse toda mi atención en todas las que nos tomamos juntos en el viaje donde nos conocimos, al pensar en cada uno de los momentos que vivimos sentí como se aceleraba mi corazón, me sentí tan bien de ver aquellos recuerdos plasmados en papel de fotografía que me perdí en ellos, fue hasta que él hablo que pude reaccionar nuevamente. 

-¿Te gustan?- caminó hasta quedar a mi lado con la mirada fija hacia donde yo veía y una sonrisa dibujada en su lindo rostro. 

-Si- giré mi rostro hacia él y le sonreí, imitó mi acción y nos quedamos viéndonos fijamente a los ojos por un tiempo, no se cuanto pasó pero sé sentía tan bien que no tenía prisa en retirar mi vista o que lo hiciera él. 

-Ésta es mi favorita- terminó de hablar y sin quitarme los ojos de encima señaló una de las fotos, seguí su dedo y fije la vista en un par de chicos que reían mientras abrazaban un muñeco de nieve, recuerdo ese día y sonrió inconscientemente, es una linda foto y además fue tan espontánea que al ver nuestras risas auténticas un sentimiento de nostalgia me invade, quisiera que siguiéramos en Canadá y nos quedáramos allá por siempre. 

-Esa es la mía- señalé otra foto que captó mi atención desde que llegamos, estábamos en un parque cubierto de nieve, ese día nevó y jugábamos a lanzarnos bolas de nieve en una guerra divertida, después de un rato jugando decidimos ir por un chocolate caliente, pero antes de irnos me acerque a él y lo hice subir a mi espalda para cargarlo y girar juntos, su hermana vio eso y nos tomo varías fotos, en esta estamos sonriéndonos el uno al otro y el sol ocultándose atrás hace que tenga un tono cálido que hace más linda la imagen. 

Él miró la foto y ladeó la cabeza con ternura, , con su movimiento me hizo llevar los ojos a unas cuantas fotos que tiene con el idiota de Brandon y eso me molestó, sentí que me miraba y lo imité, en cuanto lo vi todo el enojo se esfumo y tuve un impulso de atraerlo a mí en un abrazo, no lo reprimí y lo hice, lo tomé por la cintura y lo atraje hacia mi pecho, él llevo sus manos a mi cuello y me abrazo con fuerza, creo que ambos lo necesitábamos, nos necesitábamos. 

-Bueno supongo que viniste a hablar, ¿no es así?- preguntó mientras se separaba de nuestro abrazo, se alejó hasta sentarse en su cama, me miró haciendo una seña con su mano para que hiciera lo mismo, tomé la pizza de donde la había dejado, la coloqué en el centro y me senté lo más cerca que pude de él. 

-Si, pero ¿podemos comer primero? muero de hambre- pregunté señalándole la comida caliente frente a nosotros, me sonrío divertido y asintió. 

Elegimos una película y comimos hasta la última rebanada, solo esperaba que llegara a su fin para poder hablar con él, ya ni siquiera se que está pasando en la trama porque solo veo al niño bonito a mi lado, me dedico a apreciar su belleza, tanto que no me doy cuenta de la mirada tan intensa que tengo sobre él hasta que gira el rostro y frunce el ceño. 

-¿Que pasa Emi? ¿todo bien?- pausó la película y giro su cuerpo en mi dirección, suspiré profundo y trate de acomodar mis ideas para poder decirle lo que siento y lo que haré sin confundirlo o confundirme. 

-Si, Joaco todo está muy bien, es solo qué hay algo que quiero decirte y no sé muy bien cómo empezar- bajé la vista hacia mis manos mientras jugaba con ellas, estoy muy nervioso, Joaquín pareció notarlo ya que tomó mis manos entre las suyas y me sonrió dándome la confianza que necesitaba para continuar. 

-Tranquilo Emi, dime qué pasa, yo te escucho- acaricio tiernamente mis manos, suspiré y sentí que ya podría hablar y sacar todo lo que llevaba dentro.