Prólogo

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La familia real estaba desesperada. La reina no había podido darle un heredero al rey.

La devastación mental que sufría la reina era tal que llegó a ponerse en duda su cordura.

Sin embargo, un cálido día de verano, la reina anunció que estaba embarazada, dejando a todo el pueblo esperanzado y feliz.

Pero el bebé nació inerte, sin vida. La reina cayó en depresión y se negó a intentar tener otro bebé, a pesar de los ruegos de su familia.

Por ello la sedaron. Pensaron que si estaba sedada,  no podría rehusarse a un nuevo intento.

El intento tuvo éxito. Pero ella no recordaba cómo había logrado abultarse su vientre, o por qué su esposo no podía mirarla a los ojos.

Recurrieron a medidas extremas. Había entonces una mujer famosa por jugar con la mente de las personas, haciéndolas ver cosas que nunca habían pasado.

La convocaron frente a la corona y la obligaron a  practicar su magia con la reina, para desaparecer el recuerdo del bebé fallecido y poner en su lugar al bebé en camino. No trataron a la hechicera de la mejor manera y esta juró que algún día se vengaría.  Nadie le prestó atención, enfocados como estaban en la salud y recuperación de su amada soberana.

El bebé resultó ser niña. Todos pensaron que el Rey se enfadaría, pero en cambio, besó a su esposa tan tiernamente que cualquiera hubiera podido ver nubecitas de amor alrededor.

Bautizaron a la niña con el nombre de su abuela. Dyana.

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Nota de la autora

Lo siento por haber hecho el prólogo tan después, pero no tenía pensado hacerlo y unas personas súper amables me sugirieron explicar desde el comienzo con un prólogo.

Linda noche!! ❤

Amor enfermoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora