Dyana

3.4K 144 1
                                    

Apenas me enteré de la situación de Lianna, salí corriendo en dirección a casa del doctor.

Estaba centrada en mis pensamientos cuando llegó Abi, mi doncella, a decirme las terribles noticias. "Li ya había tenido ataques pero nunca como estos" decía el pequeño papel que me entregó Abi proveniente de Will.

Traté de tranquilizarme pero no lo conseguí. Lianna es como una hermana para mí, la adoro así como ella lo hace conmigo. No puedo perderla.

¿Qué estoy pensando? No pasará nada grave, trato de convencerme pero tendido un mal presentimiento.

Estoy a punto de llegar a mi destino cuando noto una inquietante sensación, como si alguien me estuviese mirando, perversamente. Nervios, seguramente.

Entro a toda prisa y lo primero que capta mi atención es Will. Will y sus hermosos ojos azules, diferentes a todos los que haya visto, con puntos dorados que solo podías notar si mirabas muy de cerca, cosa que yo había hecho demasiadas veces como para contarlas.

Apartó la mirada, es una situación alarmante y yo pensando en ojos, yo siempre de distraída.

En cuanto él me ve, noto alivio en su expresión y corre a abrazarme. Nos fundimos en un gran abrazo que hace que todas mis preocupaciones se esfuman instantáneamente. Estúpido destino, cómo me encantaría estar con él por siempre.

Es en ese momento cuando caigo en cuenta de lo que está pasando, no puedo creer que mis pensamientos siempre me lleven por el mismo camino, no puedo evitarlo. .. pero no es el momento.

Después de una hora en la clínica, Ly estuvo recuperada y el nudo en el estómago se aflojó tanto para Will como para mí.

Cuando regresaba al palacio, noté la misma sensación inquietante sobre mí y todo el día sentí como si alguien me desnudara con la mirada.

○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○

Apenas daba un paso dentro del palacio, Abi llegó a toda velocidad para decirme todo lo que me había perdido: una plática con los ministros de Estado, unas cuántas personas exigiendo dinero... lo de siempre.

Ser princesa nos es nada fácil, como lo describen en las historias de hadas; ser princesa significa ser el ejemplo del pueblo, seguir modales e instrucciones muy precisas y ser criticada por casi cualquier cosa.

Esa es una de las razones por la que no puedo estar con Will públicamente, ¿cómo reaccionaría el pueblo sabiendo que su princesa se casa con un pueblerino que entró a la guardia? Sería echar a perder todo lo que hasta ahora he logrado.

No puedo seguir a mi corazón, así que le haré caso a mi cabeza.

Amor enfermoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora