Día 2: Mantas

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Ship: Turquía x Grecia (Hetalia)

Finalmente el otoño había llegado. El griego se encontraba sentado en un escalón de una de sus calles observando a un grupo de gatos. Le relajaba estar mirándolos, a veces hasta se quedaba dormido en medio de la calle. Eso sí, una persona solía interrumpir su sueño y aquel día no era la excepción.

-¿Es que solo sabes ver gatos y dormir? Vamos, muévete un poco, hombre. Eres joven aún comparado conmigo y mira la energía que tengo.
-Idiota...
-¿Ya estás insultándome? - El turco se molestó, aunque ya estaba acostumbrado a la forma de ser del griego.
-Hm... Sabes que me pone de mal humor verte... Anda, déjame dormir y ver gatos...
-Entonces entiendo que no quieres probar unos dulces que he hecho.
-¡¿Eh?! E-esto... ¿Dulces?...
-Así es. Hice deliciosos dulces. Sé que te encantan. ¿No quieres venir a mi casa?
-Hm... Está bien... -Los dulces del turco y toda su comida en general eran su debilidad, no podía evitarlo, había crecido con aquellas cosas.

El turco lo llevó a su casa, donde le sirvió una taza de té con una bandeja llena de dulces que acababa de preparar. El griego no tardó en tomar uno y probarlo. Definitivamente amaba la comida de aquel país.

-Oye, ya es tarde...¿Quieres quedarte hoy aquí? Sabes que esta también es tu casa... Sigo teniendo todas tus cosas aquí.
-No quiero... Pero supongo que no me queda otra... Me quedaría dormido por la calle supongo...
-Claro que sí. Sabes que puedes estar aquí el tiempo que quieras.

El griego fue a su habitación. Le sorprendió ver todo igual que cuando se fue. Eso sí, estaba limpia y cuidada.

Abrió su armario con delicadeza y sacó un par de prendas de hace casi un siglo, le estaban bien, obviamente ya era un adulto cuando dejó la casa del turco. Se le hacía raro verse con ropa turca, pero era su ropa así que no era del todo incómodo. Después de probarse todo se puso su pijama. Después revisó los cajones, había un montón de regalos que el turco le hacía y fotos con él y con Chipre y Egipto. Echaba de menos esos momentos. Era feliz con el turco. Todo se estropeó con aquella guerra y aunque el turco intentase arreglarlo, el griego seguía dolido. Sin embargo tenía unos sentimientos muy fuertes por el mayor aunque no lo reconocería.

Revisó el último cajón y encontró su regalo más preciado. Una manta hecha por el turco. Tenía todo su olor impregnada en él, normal, había estado casi un siglo solo con el mayor. Se la puso encima por un momento y se tumbó en la cama, quedando dormido pensando en el que la había hecho.

Un rato después, el turco llamó a su puerta.

-Hey, ya está la cen- -Abrió la puerta y lo encontró dormido con aquella manta encima. No pudo evitar sonreír y sentarse sobre la cama esperando a que este se despertara. Al poco rato el griego lo hizo y se quedó sentado a su lado, tomando la manta sobre sus brazos.

-Tú hiciste esto para mí... ¿Verdad?
-Efectivamente. Solo hacía ese tipo de cosas por ti, ya sabes. -Se acercó al oído del griego para susurrarle unas palabras mientras colocaba la manta sobre ambos. -Eras mi favorito. Bueno, y lo sigues siendo. Por eso odio que me trates tan mal.
-Tsk... Solo son tonterías para que vuelva aquí...
-Claro que no. Jamás te permitiría volver y menos con la situación actual con mi estúpido jefe. -Lo miró con una triste sonrisa, como si estuviese evitando llorar en aquel momento. -Solo quiero que seas como antes...
-Turquía... -Se acurrucó sobre el hombro del turco bajo aquella manta que los cubría a ambos. -Soy como antes...Ya te dije que no puedo controlar esto... Si no te digo cosas malas puedo sufrir...
-¿Por qué sufrirías? No te voy a hacer daño... -Un beso dejó sobre la cabeza del griego. - Ya nunca más...
-¿Te crees que con un ya nunca más mi miedo a ese momento se irá? Yo... Siempre he estado enamorado de ti... Y me hiciste tanto daño...
-Grecia... -Sus sentimientos eran correspondidos. Eso le hacia sentir una calidez en el pecho que jamás había sentido. Eso sí, quizá no le perdonaba jamás. -Tuve una época horrible. Destruía todo a mi paso. Acabé con un Imperio, le hice mucho daño a Ara... Y finalmente a ti. A lo más importante para mí. Le hice daño y vi como se iba. Lo vi todo, mientras yo solo debía actuar según órdenes. Sé que he sido terrible y que he destruido todo. Pero... Sabes que ya no soy así. Ya no soy una marioneta de mis jefes... Heracles... -Se permitió llamarlo por su nombre real. - Yo también he estado siempre enamorado de ti desde que eres un adulto. Desde que empecé a dar esos paseos contigo, desde que bailábamos juntos... Desde esos momentos me enamoré de ti. Sé que es muy difícil que me perdones, pero quería que lo supieras.
-Sadik... Seguro que mi madre hizo las mismas cosas horribles que tú hiciste. O hasta más... Sé que no querías... Solo pasé mucho miedo porque la persona que más quiero me hizo mucho daño y me dejó marcas que aún no se borran... -Unas lágrimas cayeron de los ojos del griego, rozando sus mejillas.
-Lo sé... -También notó como las lágrimas poco a poco caían por sus mejillas. No tardó en abrazar al griego con todas sus fuerzas. Ambos habían sufrido muchísimo con aquella guerra que los separó.
-Hm... - Aquel abrazo correspondió y cubrió a ambos por completo con aquella manta y después besó sus labios con necesidad.

El turco se quedó en shock completamente, no esperaba recibir aquel beso, no creía merecerlo. Sin embargo poco tardó en seguirlo.

-Heracles...
-Sh... -Su dedo índice puso sobre los labios del turco para indicarle que se callara. -Lo que pase bajo la manta no saldrá de la manta...

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ME HA ENCANTADO EL RESULTADO DE ESTE ONE SHOT. Mañana toca ship irl no hetalia, así como adelanto.  <3

Fictober 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora