Día 24. Manzanas

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Ship: Hungría x Ucrania (Hetalia)

La húngara se encontraba paseando por las calles de Kiev. Cuando se agobiaba demasiado en casa de Austria solía ir varios fines de semana a Ucrania a visitar a aquel país. La ucraniana siempre estaba feliz de sus visitas, a veces se sentía sola sin sus hermanos.

Todos los países las veían como buenas amigas, lo que no sabían es que aquello era poco para describir la relación entre ambas. De cara al mundo la húngara era la mujer de Austria. Sin embargo esa no era para nada la realidad. Austria era su mejor amigo y por intereses de sus líderes tuvieron que casarse. Pero ella sabía lo enamorado que él estaba de Prusia. Y ella tenía una relación en secreto con la ucraniana. Ambos sabían lo del otro y estaban felices así.

Aquella tarde tomarían el té como solían hacer. Esta vez la ucraniana hizo un té de manzana delicioso.

-Hm... Un té de la fruta prohibida. Interesante, Yekaterina. -Se tomaba la libertad de llamarla por su nombre real, tenían suficiente confianza.
-Así es. Son una fruta deliciosa. -La mayor tomó un poco de té, sin apartar la mirada de su pareja. -¿Sabes? Hoy estás preciosa.
-¿Ah, sí? Tú siempre lo estás.

Las dos se besaron, yéndose hacia el sofá para estar más cómodas. Pasaban la tarde entre besos y abrazos hasta que escucharon un ruido. No podían ser descubiertas o el matrimonio de Hungría se arruinaría, así que decidieron investigar de quién se trataba.
Buscaron por toda la casa pero no encontraban a nadie, hasta que al final vieron un cuchillo en el baño. Dentro de la bañera estaba escondida una bielorrusa algo nerviosa.

-¿Hermana? ¿Qué haces aquí? Y anda que avisas...
-Pensaba que estabas teniendo una cita con Rusia...
-¡Pero si es nuestro hermano!
-Me da igual. Será mi marido.
-Bielorrusia...
-Tsk, da igual. No me importa lo que hagáis entre vosotras.

La húngara se acercó a la bielorrusa y le dio un abrazo. No entendía su actitud, pero ahora era parte de su familia y quería ayudarla.

-¿Sabes? Un matrimonio no significa nada. Yo estoy casada con Austria y amo a tu hermana. Que no estés casada con Rusia no es peor que estarlo. Si lo amas lucha por él y si no te ama tendrás que entenderlo.

La húngara estaba harta de los matrimonios, para ella eran algo que le robaban la libertad. Ella era feliz con la ucraniana y le daba igual el resto.

Cuando la hermana se marchó, la pareja retomó aquel precioso momento, entre besos y abrazos quedaron dormidas. Esperaba que llegara el día que fuese libre y no tuviera que esconderse como si estuviese haciendo algo prohibido, como aquella fruta prohibida de aquella infusión que acababa de tomar. Para ella la ucraniana era el amor prohibido que más deseaba probar y que finalmente lo hizo.

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Este fic no tiene demasiados feels, pero me pareció curioso utilizar la trama como una metáfora de su relación, la verdad <3

Fictober 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora