Día 11. Alas.

36 0 0
                                    

Ship: You x Yohane (Love Live! Sunshine)

La estudiante de primero seguía con su personaje de "ángel caído" y demonio.

Se encontraba en estos momentos en un parque, sentada en un banco mientras leía un libro sobre hechizos. En ese momento una chica un año mayor que ella se sentó a su lado, intentando ver qué hacía. La peliazul se giró nerviosa, gritando como solía hacer.

-¡No puedes leer los hechizos prohibidos del ángel caído! Eres una simple human...Oh, You-chan.
-Yoshik...Yohane. ¡Perdón por haberte asustado!
-N-no te preocupes... No puedo enseñarte mi magia secreta pero puedes acompañar al ángel caído en sus misiones.
-¿Misiones? ¿Qué harás?
-Encontrar mis alas de ángel caído.
-Ya veo. ¿Y cómo harás eso?
-Pues buscando elementos que hacen falta.
-Está bien, pues te acompañaré.
-Perfecto, ahora serás la aprendiz del ángel caído.

Las dos chicas pasearon por la ciudad. La peliazul se metió en una tienda de objetos de brujería y compró unas plumas negras que daban bastante miedo. También compró unos adornos y se marchó a por cartón y otras cosas para elaborar las alas.

-Bien, ahora debemos hacer el ritual.
-¿Ritual?
-Obvio, esto no es solo un complemento, tiene que tener su esencia demoníaca.
-Oh, entiendo...

Las dos chicas se marcharon a la casa de la menor, la cual puso todo lo que iba a utilizar sobre la mesa, tomó el libro que estaba leyendo y dijo unas palabras aleatorias antes de ponerse a intentar hacer las alas.

Tras dos horas de intentos no fue capaz de hacerlas, cosa que la puso bastante triste y se quedó dormida del cansancio mientras la otra preparaba té. Ya que estaba invitada se ofreció a hacerlo mientras ella hacía eso. Cuando la vio dormida no quiso molestarla y se puso a hacer sus alas. Cuando las acabó miró al reloj y se dio cuenta de lo tarde que era.
Dejó las alas junto a ella y le dejó una nota diciéndole que se tenía que marchar a casa.

-You-ch... ¿Eh? -Leyó la nota y miró a su lado, viendo las alas terminadas.

La peliazul tardaría una semana en hablar del tema, hasta que un día le pidió a la mayor que fuese con ella a su casa. Allí le enseñó unas preciosas alas blancas. Estuvo toda la semana haciéndolas con la ayuda de cierta pelirroja que era compañera de la mayor.

-Son las alas para mi ángel celestial... O sea tú. Porque salvaste mis alas de ángel caído. Las tuyas están bendecidas.

La mayor dejó escapar una risilla y besó a la menor. Llevaba tiempo queriendo hacerlo y aquel regalo la animó.

-Gracias, son preciosas.
-Hm... Un ángel caído no debe salir con un ángel como tú o lo corromperá...
-¿Y si al ángel le da igual ser corrompido?
-Entonces está bien, porque he soñado con estar con ese ángel desde hace mucho tiempo.

Al parecer el ángel caído a partir de ahora tendría una compañera de aventuras.

...........................................................

Ha sido curioso escribir un fanfic metiéndose en el papel de Yohane y sus cosas extrañas, me ha gustado. Espero que os guste aunque sea cortito <3

Fictober 2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora