Peter Cormack se levantó como todos los días a las 3 de la tarde por la luz del sol que entraba por sus amplias puertas de vidrio de su muy espaciosa habitación, tenía un balcón con vista a la costa donde le gustaba admirar a las muchachas vacacionistas broncearse en trajes de baños, las paredes verde olivo de su habitación estaba llenas de afiches de mujeres en ropa interior, exhibiciones de camionetas las cuales las llevaban a rodar en caminos enlodados, raperos afrodescendientes y perritos de diferentes razas; tenía una cama tamaño King con fundas blancas y almohadas rellenas con plumas de ganso, tenía un televisor plasma inteligente de 92 pulgadas con alta voces que estaban ubicados estratégicamente para convertir la habitación de Cormack en una sala de cine si así él lo deseaba, tenía una colección de lámparas de lava y otra de guitarras eléctricas firmadas por artistas muy famosos, su closet tenía solo prendas de marca y diseñador, desde sus zapatos que variaban de deportivos a mocasines, con un valor que rondaba las 4 cifras, hasta incluso sus camisas que eran desde franelas de equipos de baloncesto originales firmadas por todos los jugadores hasta camisas hechas a su medida por sastres y diseñadores que trabajaban para celebridades. La vida de Peter sin duda no era mala por lo menos en el aspecto económico, esto se debía a que su padre era dueño de una empresa transnacional y su madre era una figura importante en el mundo de la moda; ya que era una modelo y actriz, sin embargo Peter se podría decir que era la oveja negra de la familia, no tenía ningún talento artístico que se pudiera apreciar ni tampoco la astucia para los negocios de su padre, es más odiaba casi todas las materias de su colegio, lo único que le gustaba era derrochar el dinero de sus padres en fiestas, drogas, alcohol, putas y autos que eventualmente destruía de una manera u otra, una vez compró un Bugatti Chiron por tres millones de dólares y se le ocurrió poner un bloque de cemento en el acelerador, montar una rampa lo suficientemente inclinada y larga como para que tuviera la aceleración para saltar una piscina olímpica y llegar al otro extremo, obviamente no funciono y el auto quedo hundido sobre más de tres metros de agua donde sorprendentemente siguió andando hasta recorrer los 50 metros que tiene. Peter sin duda era un dolor de cabeza para todos a su alrededor, sus padres ya no sabían qué hacer con él, ni él mismo sabía qué hacer con su lujosa vida, así que se la pasaba en ostentosas y extravagantes fiestas para no pensar en ello y trataba de estar siempre fuera de casa para no tener que tener contacto con sus padres, no tenía ningún amigo de verdad por su personalidad arrogante y siempre imponente la cual nadie soportaba, ni siquiera los lame botas que estaban por el dinero de sus padres, lo que hacía que Peter se sintiera inevitablemente solo, inútil y sin ningún propósito de vida.
El joven Cormack era rubio y muy delgado, su cabeza era algo pequeña y el hecho de que se rapara el cabello no lo ayudaba mucho, tenía los ojos azul oscuro y eran muy pequeños casi se hundían en su cráneo, tenía un delfín rosado tatuado en su brazo derecho, cuando se le preguntaba sobre eso él afirmaba que simplemente le parecían muy agradables, en realidad amaba con pasión a casi todos los animales con excepción de las serpientes, les tenía un temor indescriptible a las serpientes. Era una fría noche de octubre cuando es llamado a la mesa para hablar con sus padres; debido a que la mansión donde vivía era tan grande tenían intercomunicadores en cada habitación. Peter bajó y se encontró a sus padres sentados una al lado del otro en una mesa de cristal de 10 metros de largo, Peter se sentó en el otro extremo.
- Hijo, toma asiento por favor – Dijo el señor Cormack en un tono serio y grave.
- ¿Qué... qué está pasando? – Respondió Peter con miedo y sin hacer contacto visual con sus padres.
- Tenemos que hablar sobre tus planes a futu... - Comentó la señora Cormack la cual fue interrumpida por su esposo.
- Queremos que te vayas de la casa. Eres un inútil que solo sabe gastar nuestro dinero y drogarse, ¡el otro día metiste una maldita rata y un vagabundo a la casa!
- Oye oye Diente e' Queso es bien... y estaba lloviendo cuando vi a la rata afuera.
- Ah, esplendido ¿Por qué no invitas a este tal Dientes de Queso a cenar también? – Exclamó en tono sarcástico el señor Cormack.
- No sé si el filete mignon le guste mucho, tú sabes, le dicen así porque solo come queso en spray.
- ¿Sabes qué? Ya fue suficiente, ¡quiero tu trasero inútil fuera de mi casa ahora mismo! Busca un trabajo o yo que sé, no te quiero volver a ver.
- No los entiendo, nunca me dejaron hacer nada y de repente quieren que sea mejor que ustedes, ¿Por qué no me quieren como a su hijo?
- Muy permisivos hemos sido contigo, te hemos dicho que podemos ayudarte, puedes empezar una carrera universitaria, la que quieras, solo mantente limpio y sobrio y nosotros nos encargamos del resto.
- ¡Claro! Como ustedes son las personas más limpias de toda la ciudad ¿Podrías decirme algo bueno sobre mí sin tener una botella de whiskey encima?
- Tal vez lo haría si no estuvieras todo el día quejándote y llorando como una niña, ¡se un hombre por una maldita vez!
Golpeando la mesa el señor Cormack le grito a Peter que se fuera de la casa, Peter con lágrimas en la cara salió del comedor lentamente, en una maleta metió 15,0000 dólares y algo de ropa para 3 días, agarró las llaves de uno de los automóviles deportivos de su padre y empezó a manejar, sacó su teléfono e hizo una llamada mientras iba en la autopista:
– ¿Aló? Mira Diente e' Queso llama a tu tipo, necesito una ''computadora'' – Dijo mientras manejaba y tomaba whiskey de la botella al mismo tiempo. La llamada no cayó directamente así que dejo eso como un mensaje de voz, al rato recibió una llamada.
– Mira Perro P te va a costar caro, mi tipo dijo que ahora no tiene quien entregue así que el mismo tendrá que ir.
– Me da igual dile que tengo 15,000 en efectivo, quiero que sea algo letal
– Bueno le puedo decir, pero ¿estás seguro que quieres que le diga ''letal''? este tipo se toma las cosas literales.
– Maldita sea Diente e' queso eso no es problema tuyo si me quiero matar aquí y ahora, dile que quiero una mierda que me haga ver otro plano, otra dimensión, que me lleve al nirvana me da igual.
– Está bien viejo, solo trataba de asegurarme, como sea él dice que lo esperes donde siempre, en el puente sobre el barco fantasma.
– Allí estaré.
La llamada se cortó, esa fue la última noche donde se volvió a saber algo del joven Cormack y de otras 5 personas más.
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Proyecto Hipnos
Gizem / GerilimEl periodista David Martínez es encargado de conseguir algún indicio del paradero de 6 personas sin ninguna conexión aparente que desaparecieron el mismo día, sin embargo lo que no se esperaba es que al investigar esas desapariciones iba a desencad...