LOVE AND DUTY (Jonerys season 8 fix-it)

MADRE DE DRAGONES

NDA: Estimados lectores. Antes que nada quiero agradecerles por los hermosos mensajes y por los votos. Son la motivación para seguir esta historia que comencé a escribir a modo de terapia luego del final de GoT. Me disculpo por haber tardado tanto en actualizar pero este capitulo fue con toda seguridad el que más me costó escribir hasta ahora. Ojala la espera haya valido la pena.  Quería avisarles también que he realizado una modificación en el final del capitulo "SOLO LA MUERTE PAGA POR LA VIDA" ya que no estaba del todo conforme con la descripción del punto de vista de Jon ante el descubrimiento del embarazo de Dany, así que me vi obligada a agregarle un poco mas de fluff a la escena. Ahora si, sin más, los dejo con el capítulo. 

...

Yara despertó de su letargo sin estar muy segura de cuánto tiempo había pasado desde la última vez en la que había abierto los ojos.

Minutos... horas... días... a medida que el tiempo pasaba, se le hacía difícil recordar por cuanto tiempo había permanecido amarrada a ese mástil.

El ruido del metal atravesando la carne en la oscuridad hizo que todos sus adormecidos sentidos se recobraran y que su entumecido cuerpo se tensara en alerta.

Entornando los ojos en la oscuridad divisó la silueta de un guardia, pero para cuando Yara distinguió la hoja ensangrentada surgir desde su abdomen, el hombre ya había colapsado, derramando su sangre y su vida sobre la rechinante madera de la cubierta.

Yara soltó un desahogado suspiro en cuanto la familiar silueta de su hermano apareció, empuñando la espada ensangrentada, entre las tinieblas. Pero, al recordar su última despedida, un furioso arrebato de ira disipó por unos instantes el alivio de haber sido finalmente liberada, llevándola a abalanzarse contra él con suficiente rabia como para dejarlo noqueado en el piso por unos instantes.

Theon frotó su rostro adolorido sin por ello atreverse a quejarse, a sabiendas de que la punición por haber abandonado a su reina había sido demasiado suave en comparación a la que habría merecido. Pero una vez desahogada su rabia, Yara le tendió su mano para ayudarlo a levantarse y, sin proferir palabra alguna, se escurrieron del barco de Euron valiéndose de la borrachera de la tripulación y de la oscuridad que los engullía.

...

Sir Jorah merodeaba con mirada ausente por el gran patio de armas, supervisando el entrenamiento de la caballería Dothraki cuyo mando le había sido asignado por orden de la reina.

Las incesantes ráfagas de viento frío y punzante y los furiosos remolinos de nieve anticipaban la inminente llegada de la tormenta y de todo lo que vendría junto a ella y, ahora más que nunca, el castillo bullía en los últimos preparativos que precedían la batalla.

El cargamento de obsidiana proveniente de Rocadragón había sido enteramente convertido en armas gracias a la incansable labor de los herreros.

A lo largo de los muros, rodeados externamente por dos profundas trincheras, las guadañas y catapultas habían sido izadas, las aljabas rebozaban de flechas y los barriles de aceite.

Las tropas habían sido entrenadas sin descanso bajo la atenta supervisión de sus comandantes y, entre ellas, no solo había soldados. Todo aquel en condiciones de blandir una espada o arrojar una flecha se había sumado a las huestes, preparándose para enfrentar la amenaza inminente.

Sir Jorah frenó por un instante su recorrido, atendiendo casi en contra de su voluntad el pedido de su pesado corazón que lo llevó a levantar la vista hacia las galerías, recorriéndolas con la mirada en ansiosa búsqueda.

Conocía demasiado bien la desazón que lo atormentaría en cuanto sus ojos finalmente encontraran a quien estaban buscando, pero, aún así no se detuvo hasta hallar la familiar melena plateada.