El lugar donde encontré el amor (Star vs las fuerzas del mal - AU)

44. Sentimientos de cristal

Médico: Deberías ir a clase, muchacho; yo me aseguraré de que esté bien.

Marco: Lo siento, doctor; pero prefiero quedarme a su lado.

Médico: ¿Es tu novia?

Marco: ... No, pero...

M: Después de llevar a Star a la enfermería, me quedé a su lado para velar su sueño, me sentía sumamente preocupado por ella, tanto que no me importaba lo demás a mi alrededor. Mis amigos, al enterarse, llegaron corriendo y les expliqué que había sucedido. También el doctor nos comentó la situación de Star, ya que se notaba que no había dormido bien y tampoco se había alimentado bien; a eso, había que sumarle que los exámenes fueron más difíciles de lo habitual y las últimas prácticas de tenis. Después de eso, Tom y los demás se fueron pero yo decidí quedarme.

Marco: (¿Cómo pude ser tan tonto? Debí darme cuenta de todo antes, de tu dolor, de tu sufrimiento. Star... no quiero verte así, no quiero...)

En eso, Star empezó a decir cosas entre sueños, su expresión se mostraba angustiada.

Star: Mmmmm... Ma-Marco... ayuda... Marco... Marco...

Fue en ese instante que hice 2 cosas: la primera fue tomar su mano con la intención de tranquilizarla de algún modo, cosa que resultó ya que, al sentirme, su expresión se tornó calmada; y la segunda fue tomar una decisión por demás dolorosa, ya que terminaría afectando a más de una persona, pero era algo que ya había decidido. Pasó cerca de una hora y, viendo a Star más relajada, me fui a tomar el resto de las clases del día, aunque no había mucho de qué preocuparse, porque el curso estaba prácticamente terminado.

S: Había estallado, ya no resistí y terminé por perder el conocimiento. Todo se había acumulado de tal forma que la presión, la preocupación y la angustia terminaron por dañarme física y emocionalmente. Fueron casi 4 horas las que había permanecido dormida, aunque en sueños pude sentir algo que me hizo sentir tranquila, cómoda y hasta alegre: sentí que alguien me había tomado con cariño de la mano. Cuando reaccioné, ahí estaba el médico de la escuela.

Médico: Por fin despiertas. ¿Cómo te sientes?

Star: Menos mal que hace rato, doctor. ¿Cuánto tiempo estuve dormida?

Médico: Cerca de 4 horas. Ya avisé a tus padres, pero me dijeron que estaban de viaje de negocios.

Star: Así es.

Médico: Debes tener cuidado, jovencita; a tu edad que te suceda esto no es normal.

Star: Sí, doctor. Por cierto, ¿Quién me trajo aquí?

Médico: Un chico de rasgos latinos. Supongo que se trata de un amigo tuyo, estuvo un buen rato cuidando de ti; se le veía muy preocupado.

Star: (Marco...) ¿Y dónde está ahora?

Médico: Creo que fue a su salón de clases. Te pediré que...

Mientras el doctor me daba algunas indicaciones para después dejarme ir, mis pensamientos se enfocaban en aquel chico latino que mencionó el doctor, deseaba verlo y agradecerle por cuidarme.

Star: (¿Por qué lo dejé ir? Que tonta soy)

Una hora después llegó la hora de salir de la escuela y avisé que no estaría en la práctica de hoy por orden del doctor por lo que se canceló la misma. Cómo ya me sentía mejor, el médico me dio permiso de irme a casa; y, al llegar Diana me recibió.

Diana: ¡Star! ¿Estás bien, hermana?

Star: Solo un poco cansada, Diana.

Diana: Mi mamá me llamó para decirme que te habías desmayado en la escuela. ¿En serio estás bien? ¿Por qué no le pediste a Marco que te trajera a casa?