El lugar donde encontré el amor (Star vs las fuerzas del mal - AU)

13. Día de atletismo - Parte 1

La mañana siguiente

Marco: (¿Ahora qué hago? Resulta que Star piensa que me gusta Vanessa y no es así; es ella quien me gusta. Pero no sé si debo confesarle lo que siento, no me siento listo y tampoco quiero que las cosas cambien entre nosotros)

M: Mis pensamientos eran parte de una maraña tremenda de incoherencias, dudas y negatividad. Apenas conozco a una chica y Star ya asume cosas que no son; y con lo inseguro que suelo ser con este tipo de asuntos no sé cómo voy a remediar todo esto. Hablar con mis amigos podría ayudarme pero no creo que sea suficiente. Mientras estaba pensando todo esto, mi mirada se desviaba del pizarrón de clases hacia la cancha de tenis, donde los del equipo estaban sosteniendo su práctica, y me enfoqué en aquella chica que cada día me gustaba más.

Tom: Hey, Marco.

Marco: ...

Tom: (¿Otra vez? Mejor lo traigo de regreso como siempre)

Marco: Baja esa revista, Tom. ¿Qué sucede?

Tom: Así que sí me escuchaste. Al menos reacciona cuando te hable. ¿Pasa algo?

Marco: No pude dormir bien.

Tom: ¿Algo relacionado con Star?

Marco: ...

Tom: Ya veo. Lo mejor que puedes hacer es hablar con ella, Marco. Seguro te escuchará.

Marco: ... No lo sé, Tom... Quizá...

Tom: Me dices después, Marco, debo atender esta llamada. (En esta ocasión no pienso ayudarte, Marco; debes resolverlo y hacer algo por ti mismo).

El día pasó con lentitud, la mayor parte del tiempo en clase la pasé escribiendo en automático y sin poner mucha atención, ya que mi cerebro solo estaba enfocado en aquella situación. Y cuando salí de la práctica de karate...

Marco: (Ahí está ella... ¿La espero? Creo que está vez mejor me voy, hablaré con ella mañana)

S: Marco estuvo algo raro durante el día, ya que no habló conmigo, como si me evitara. Aún faltaba ponernos de acuerdo para que el sábado y domingo fuéramos a animar a nuestras hermanas en su competencia, por lo que estuve atenta en la tarde para que, al verlo salir de su práctica, lo alcanzara y habláramos. Y por fin lo vi, por lo que puse en acción mi plan.

Star: ¡Marco! ¡Espérame!

Marco: Star...

Star: ¡Te alcancé!

Marco: ¿Pasa algo?

Star: Se supone que nos pondríamos de acuerdo para lo del evento atlético del fin de semana. ¿Se te olvidó?

Marco: No, no lo olvidé. Es solo que... pues... lo siento.

Star: ¿Qué haré contigo y esa horrible costumbre tuya? Deja de decir "Lo siento" tan seguido, muéstrate más seguro de ti mismo, Marco.

Marco: De acuerdo, de acuerdo. Bueno, ¿Quieres que te espere?

No me di cuenta pero tanta era mi urgencia de alcanzar a Marco que aún traía mi ropa de tenis y no traía mi mochila.

Star: 10 minutos.

Marco: Tómate tu tiempo, Star. Yo te espero.

Pasaron esos 10 minutos y unos cuantos más y por fin me había cambiado de ropa. Marco estaba recargado en la puerta de salida de la escuela mirando su teléfono.

Star: Ya estoy aquí.

Marco: Muy bien. ¿Quieres ir a tomar algo? Yo invito.

Star: Vaya, quien te viera Díaz: estás invitando a una chica a tomar algo. ¿Cómo debería sentirme?