Mi Salvación

✾❁El chico de cabello azul ❁✾

No puedo creerlo, el chico de cabello azul, ¿Qué hace aquí?, ¡Qué nervios!

Siento como mi cuerpo me traiciona poniéndose nervioso y sudoroso, ¡Dios no quiero dar pena ajena!, tengo que hacer lo mejor que pueda. Trago saliva antes de decir:

—P-perdón por la demora, aquí está su órden—Sonrió tratando de no notarme tensa y nerviosa—

El asiente con la cabeza, por suerte no se limita a mirarme ya que parece muy concentrado en lo que lee, aprovechando la oportunidad, deslizo suavemente la taza que contiene el café que se revalsa ante mi acción. Sin decirle nada más educadamente me retiro lejos de su vista, mientras camino siento mi cara arder, es verdad que tiene un buen físico como ya he mencionado, pero...ni si quiera se fija en mi, jamás en mi vida he querido tanto que alguien me note o me mire.

—¿Te pasa algo Hatsune?, tienes la cara toda Roja.

—E-estoy bien, solo necesito usar el baño—Respondo tratando de no tartamudear—

Sin duda alguna ahora creo en el destino, me siento feliz de por lo menos haberlo mirado una vez más, sin darme cuenta he estado sonriendo como una boba enamorada todo el camino al baño, es inevitable, quiero saber donde estudia, sus pasatiempos, su edad o por lo menos algo simple como su nombre, pero ya es algo saber que le gusta el café, me queda de consuelo.

➷♡➹

Ya me encuentro en casa y Mikuo aún no llega, no estoy preocupada pues sé muy bien que a veces sale a beber con sus compañeros de trabajo, claro que Mikuo tolera el alcohol, por eso no es razón para preocuparme por él.

Sintiéndome aburrida enciendo la televisión y trato de no pensar mucho en mi hermano, me distraigo buscando diferentes canales de entretenimiento, pero no consigo distraerme, me desespero al no conseguir mi cometido, llevo mi cabeza para atrás y precisamente mi mirada se dirije a la enorme montaña de platos sucios que se encuentran en la cocina.

—Hoy será una noche larga...

Me levanto del sofá y me dirijo a la cocina, suspiro al saber que son demasiados platos, busco con la mirada el delantal y lo encuentro en un gancho de la pared, lo coloco encima de mi pijama para evitar mojarla mientras lavo los platos, procedo a remangar las mangas de la pijama, para evitar mojarlas.

—¿Cómo permití que sucediera esto?—Pregunté para mi misma refiriéndome a la gran montaña de platos sucios—

Espere a que la temperatura del agua fuera correcta y empecé mi tarea.

➹♡➷

Apenas he lavado la mitad, pero no puedo dejar la cocina echa un desastre, me detengo al escuchar que tocan la puerta.

—¡Voy en un segundo!—Grito un poco desde la cocina—

Me seco las manos antes de quitarme el delantal, suspiro aliviada al saber que Mikuo ha llegado a casa sano y salvo, luego de quitarme el delantal voy corriendo a recibir a mi hermano, abro la puerta y me llevo la sorpresa de mirar a Mikuo ebrio, claro este no viene solo, esta acompañado de un viejo amigo de infancia.

—Perdonanos Miku por llegar tan tarde, este sin vergüenza no quería ir se, pero lo convencí y al final término obedeciendo—Se disculpo el joven llamado "Gakupo"—

—Negué con la cabeza—No te preocupes Gakupo, agradezco que te tomaras la molestia de traerlo—Le sonrio agradecida abriendole paso para que pueda dejar a mi hermano a su habitación—

—Permiso.

➷♡➹

—Bien, me retiro—Se despide sonriendome—

—Tenga mucho cuidado al conducir y gracias una vez más por traerlo—Le devolví la sonrisa—

—No te preocupes, a decir verdad estoy algo sorprendido, Mikuo es del tipo de persona que tolera el alcohol, pero esta vez estaba un poco decaído y pues se pasó de tragos.

—Entiendo, le prestaré más atención, buenas noches—Me inclino ligeramente mostrando agradecimiento—

—Buenas noches Miku—Imita mi acción para luego ir se—

"¿Qué haré contigo Hermano?" Sonrió ante esa pregunta.