✾❁Apenas es el comienzo❁✾

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Los días pasan y cada vez más se hacen más largos, me siento libre de admirar la hermosa vista que me regalan las enormes ventanas del pasillo de la escuela, me siento tranquila y relajada, lastimosamente será solo por unos segundos, las clases están por comenzar. Una mano en mi hombro provoca que me sobresalte.

—Presidenta.

Me toma unos segundos responderle ya que se me hace familiar su cara.

—¿Presidenta?

—Ah, D-dime...—Respondo nerviosa—

—La profesora me dijo que te llevara a una reunión.

—¿Una reunión?

—Si, una reunión—Me empuja un poco—vamos, ya está por comenzar.

Le obedezco siguiendo sus pasos, me siento algo incómoda ya que recuerdo que ella provocó que me cayera, tal vez fue un accidente, tal vez no es mala persona, pero...¿Puedo confiar en ella?

—Me llamo "Meiko"

Me quedo en silencio, ¿"Meiko"?, confundida quiero atreverme a preguntarle sobre lo que pasó el primer día de clases, pero las palabras no me salen; concentrandome en el camino sé que vamos a la parte trasera de la escuela.

Una vez afuera de la escuela, me sorprendo, sin duda este no es un lugar para una reunión. Meiko de repente esta muy callada, sin duda alguna necesito ir me de aquí, probablemente me mintió y quiere burlarse de mi.

—Acabo de recordar que tenía algo que hacer, permis-

Meiko rápidamente parece darse cuenta de que intentó escapar con excusas.

—No te vayas, tienes que quedarte—Me toma del brazo muy fuerte impidiendome posible intento de escape—

—P-pero...

Me doy cuenta de su pequeño grupito de amigas que sonríen con cierta maldad. Intento safarme del agarre de Meiko con todas mis fuerzas pero me lo impiden sus amigas que ahora 2 de ellas se encuentran sujetandome de los brazos, en total son 4 chicas contra mí.

—M-meiko, para por favor, yo...no he hecho nada malo, Y-yo...nunca..les he faltado el respeto...—trato de soltarme con mucho esfuerzo—

—Calla esa boquita tan perfecta—dijo en tono de burla—Sujetenla bien.

Una de de ellas me golpea en la parte trasera de las piernas provocandome que caiga de rodillas como respuesta al golpe. Mi respiración se ha vuelto acelerada al igual que los latidos de mi corazón.

—Por....favor...no..

Sin dejar que termine Meiko es la primera en darme el primer golpe en el estómago, las 2 chicas que hace unos segundos se encontraban sujetandome de los brazos me sueltan, mi primera reacción al golpe fue llevarme las manos en la zona golpeada, gemidos de dolor no tardan de salir de mi garganta, al parecer esto les ha provocado gracia, ya que no paran de carcajearse en mi cara.

—¿Pasa algo presidenta?, ¿Donde te duele?—Pregunta una de ellas aumentando sus sonoras carcajadas—

—No puedo creer que de verdad sea tan débil.

—¿Qué es lo que le ven los chicos?

—No es para nada bonita.

Varios comentarios suyos comenzaron a escucharse acompañados de varias carcajadas, mientras yo solo me quejaba del horrible dolor, no puedo verles la cara puesto a que tengo los ojos cerrados y el ceño fruncido por el dolor.

—Oye, eres una mal educada, ¿No te enseñaron a escuchar cuando se te habla?—Pregunta Meiko tomandome del pelo obligandome a mirarla—

—S...su...sueltame...—Ordené agarrando débilmente su muñeca—

Su expresión cambió a molesta y asqueada.

—No me toques.

Otro golpé más fuerte que el anterior fue directo a mi estómago, este me hace caer de espaldas, las burlas de sus amigas se intensifican.

—Es mi turno—escucho decir a una de sus amigas, quien no tarda en pegarme en las costillas—

Me siento como un balón de fútbol al que todos quieren patear y manipular, dicho esto las otras 2 chicas no tardan en patearme y jalarme del cabello, me limito a proteger mi cabeza con mis brazos evitando un posible mal golpe.

—Ya basta, dejenla—Ordena Meiko—

_¿Eh?, ¿No quieres seguir?—Le pregunta una de sus amigas—

—Ya me aburrí—Respondió riendo—

Abrí los ojos y para mi alivio Meiko ya se va junto con su pequeño grupito, adolorida por los recientes golpes decido no mover ni un solo músculo, no me importa lo patética que me vea en este momento, solo quiero que esto termine pronto, pero para mi mala suerte apenas esto comienza.


Mi SalvaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora