✾❁Inesperado❁✾

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Sin poder evitarlo las lágrimas comenzaban a fluir sin ningún permiso, rápidamente sintiendo vergüenza me apresuro en secar mis mojadas mejillas al igual que mis ojos.

Llegando a la puerta de la enfermería me apresuro en secar completamente mis lágrimas, que humillación, no pensé que el primer día sería un asco.

-Permiso-Digo abriendo la puerta-

Me sorprendo al darme cuenta lo bien que huele la habitación, ninguna pizca de suciedad se nota en el suelo que luce muy brillante, al darme cuenta del silencio que posee la habitación me encuentro debatiendo en mis adentros si lo mejor será entrar o quedarme aquí parada. Me sobresalto cuando escucho un respectivo "Pase", nerviosa cierro con cuidado la puerta, mientras me adentro en la habitación con mucha dificultad al caminar, me doy cuenta de que si bien estudié el año pasado en esta escuela, nunca me pasó nada que hiciera como consecuencia venir a la enfermería.

-Perdoname, no puedo escuchar nada con estas cosas-Admitió señalando unos audífonos que se encuentran sobre la mesa-Oh...¿Eres nueva?-Me preguntó con algo de confusión y asombro-

-N-no, no lo soy-Respondí tímidamente-

-Ya veo-Me sonrió-Supongo que nunca habías venido aquí, ya que no me acuerdo de atender a una chica con un cabello tan largo como el tuyo.

Le devuelvo la sonrisa.

-¡Eres muy linda!-exclamó mirándome con cierto brillo en sus ojos-

-G-gracias...-respondí a su alago con un notorio rubor en mis mejillas-

-Sería un verdadero problema que algún día visites la escuela Umarekawatta Dansei, serías muy popular en ese lugar-ríe ante su comentario-la mayoría de los chicos son brutos y probablemente intenten algo contigo.

Me quedé helada al escuchar eso, al parecer notó lo tensa que me puse.

-N-no lo decía enserio, tranquila, las chicas tienen prohibido ir a esa escuela, al igual que los chicos a esta, nunca un sexo masculino ha pisado esta escuel-

-¡Disculpen la interrupción!-exclamó una persona con voz masculina detrás de nosotras-

Ambas nos volteamos sorprendidas.

-¡¡OIGAN USTEDES 2!!, ¡¿QUÉ RAYOS HACEN AQUÍ?!-Se levantó de su asiento molesta y sorprendida-

-Perdón, pero él se torció el tobillo y en nuestra escuela no se encuentra nadie que nos pueda atender-señaló el tobillo de su amigo que luce bastante mal-

-¡¿ESTAN LOCOS?!, ¡¡Se pueden meter en grandes problemas!!

-Lo sabemos, pero no nos quedó otra opción-Comentó sosteniendo con dificultad a su amigo que se queja en silencio-

Un silencio incómodo empezaba a formarse, al parecer esto es grave.

-Bien, sienta a tu amigo en la camilla-señaló-

-Gracias-obedeció inmediatamente-

Al sentar a su amigo suspiró algo estresado.

-¿Cómo fue que te caíste?-Preguntó la profesora a el chico que tiene el ceño fruncido por el dolor-

Al parecer a este el dolor no lo deja hablar, pues se retuerce y emite pequeños gemidos de dolor.

-Oh....¡Eres muy linda!

Mi mirada ahora se posa sobre su amigo que parece finalmente notarme.

-¡¿Cuál es tu nombre?!-Me pregunta agarrandome de las manos con entusiasmo-¡¿Tienes novio?!, ¡¿Saldrías conmigo?!

¡Esta muy cerca!, siento mis piernas fallar, ¡Tengo miedo, esta tocando mis manos!, asustada trato de empujarlo, pero no puedo debido a mi rodilla lastimada, ya que esta me ayudaría a agarrar impulso y empujarlo no solamente con las manos.

-¡Impresionante, las manos de las chicas son muy suaves!-Exclama frotando mis manos contra su mejilla-

Ante esa acción me asusto más.

-¡S-sueltame!

-Es suficiente-dice la profesora enojada agarrando al chico de la camisa-Tengo la amabilidad de atender a tu amigo y tú aquí haciendo un horrible escandalo, vete de acá.

Y sin dejarlo responder la profesora lo sacó de la habitación, sintiéndome más tranquila me llevé la mano en el centro de mi pecho.

-¿Puedo saber qué te trae por aquí?-Me pregunta mientras busca alguna medicina en una estantería-

-Eh....

No quiero que ella se preocupe por atender a 2 personas al mismo tiempo, y viendo que el chico esta sufriendo no quiero molestarla.

-Soy la presidenta del salón 3-A y....-pienso un poco mi mentira-solo vine de parte de un profesor a supervisar esta habitación-le sonreí tratando se sonar lo más creíble-Soy muy estricta con la limpieza y el aseo de cada uno de los lugares de esta escuela, por lo tanto solo vine a echar una miradita...

-Oh...-Me sonríe-bien, como puedes ver todo está limpio y ordenado.

-Si, me alegra siga así-la felicito con algo de prisa en las palabras-Me tengo que ir adiós-me despido tratando de no hacer evidente el malestar en una de mis piernas-

Cierro la puerta y una vez más suspiro aliviada, lo mejor será tragarme el dolor que siento y rogarle a Dios que nadie se burle de mi al ver como camino.

➷♡➹

Finalmente el primer día de escuela ha llegado a su fin, agradezco profundamente no tener tareas escritas en mis cuadernos.

-Miku, ¿Por qué no trabajas como modelo?

La inocente pregunta de Rin me saca de mi pensamientos.

-¿Eh?, ¿Modelo?

-Si, eres perfecta para ser una, tienes todos los requisitos.

-C-claro que no-negué repetidas veces con la cabeza-

-Es una pena...-susurró Rin con una expresión de tristeza-

Como dije antes, lo que menos quiero es hacer algo que me haga notar entre chicos y chicas, la fama y la popularidad no es lo mío, ser invisible y transparente es lo mío, pero siempre se me dificulta por mi llamativo rostro y figura.

-Oh...¡Hermano!-Exclama Rin emocionada-

Me detengo en seco admirando una tierna escena de hermandad, referente a mi amiga y a su versión masculina, ambos se sonríen y se abrazan mientras se dedican unas palabras típicas de hermanos.

-Debo de presentarte a una amiga.

A continuación Rin muy entusiasmada me hace una seña con su pequeña mano, entiendo perfectamente que quiere que conozca a su hermano, desgraciadamente el año pasado no pude conocerlo debido a que este se encontraba en otra escuela, al parecer a Rin le encanta hablar mucho de su hermano.

Incómoda decido obedecer a las señas de Rin que me pide exigentemente que me acerque, nerviosa me encuentro dando pequeños y tímidos pasos bajo la mirada de estos 2 hermanos.

-Miku-Me llama tomandome del brazo-Este es mi hermano.

En el momento en que nuestras miradas se cruzan siento una incomodidad horrible.

¿Por qué presiento que esto saldrá mal?

Mi SalvaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora