¿Quién se enamora primero? [Elygetta]

Capítulo 25. [Final]

Antes que nada.
Aclarar que no pude subir el capítulo ayer por exceso de trabajos c:, así qué perdonen unu.

Ahora si.

...

Narra Elyas.

...

-¡JESUS, YA TE DIJE POR ENÉSIMA VEZ QUE NO USARÉ UN VESTIDO DE NOVIA!- Grité con algo de pena, ya que había llamado la atención de las personas que caminaban por aquel centro comercial.

A ver...

Hace como unas dos horas, Herny, Jesus, Maryan y Alfonso decidieron que iban a sacarme a una "despedida de soltero".
Sin embargo, cuando ya estaba en el auto con ellos, se atrevieron a decirme con muchísima gracia:
"Bien... La situación es la siguiente, los planes acaban de cambiar"

...

Y resulta que los tíos estos quieren ayudarme a escoger muchas de las cosas pertenecientes a la boda.

Y eso no es lo peor.
Lo peor fue que Samu se los permitió.
...

Y bueno.

Que llevo una media hora peleando con Jesus, puesto que él no para de decir que debería usar un vestido de novia.
Quiero decir, no me molesta usar ropa femenina, al contrario, me gusta mucho.
Pero.
...
¿Se logran imaginar lo incómodo que sería?
En plan:

Y... ¿Quién es la NOVIA?
Y yo ahí parado, lleno de pena, posiblemente rojo.

NO.
Prefiero conservar la poca dignidad que me queda.

-Venga, Elyas, Jesu' tiene mucha ilusión con verte en vestido de novia, cumplele la ilusión a mi pequeño.- Habló Herny con ternura mientras todos observabamos a Jesus con cara de perrito y unos pucheros.

-A ver, tíos, yo digo que hay que respetar la decisión de Elyas, quiero decir, después de todo él es quien se casará, no nosotros.- Comentó Adolfo mientras recibía un asentimiento por parte de Maryan.

-...-

Suspire algo rendido y miré a Jesus.

-Pero solo uno.- Dije con algo de desgano, sin embargo, los ojos del chico brillaron al instante con suma felicidad.

-Venga, conozco una tienda donde trabajé por un tiempo.- Comenzó a hablar mientras tomaba mi mano y comenzaba a arrastrarme quién sabe a dónde.

...

Cuando llegamos a la tienda, me dediqué a observar todos esos maniquíes que sobresalían en aquella vitrina.

Debía admitirlo, eran unos vestidos realmente hermosos; Tenían brillantina, lentejuelas, bordados de flores... Se veían super bonitos.

-Se ven más bonitos puestos, creeme.- Habló Jesus arrastrandome de nuevo, pero esta vez dentro de la tienda.