LO QUE SIENTO POR TI

CAPÍTULO 1 - LOS NUEVOS SENTIMIENTOS DE SARADA

Dormía plácidamente en su cama. En la habitación su suave respiración era lo único que se escuchaba mientras que su pecho subía y bajaba con suavidad. Repentinamente sus ojos se abrieron lentamente y se incorporó mirando a su alrededor.

-¿Acaso... dormí todo el día? – Pensó al darse cuenta que su habitación se iluminaba con un tono naranja del sol del atardecer.  Se levantó y salió buscando a sus padres.

-¿Mamá, papá? – Preguntó en voz alta sin embargo su hogar estaba vacío. Salió de su casa y camino por las calles de Konoha, todo se iluminaba de una forma hermosa por el atardecer sin embargo las calles estaban desiertas, no podía ver a nadie ni si quiera en los establecimientos normalmente más concurridos - ¿Hola? – Dijo sintiéndose cada vez más angustiada.

Continuo caminando sin lograr ver a una sola persona. Su corazón latía con fuerza mientras se estrujaba sus manos y miraba nerviosamente a su alrededor. Se detuvo al llegar al puente que cruzaba un río. El temor que sentía en su pecho se acrecentó de tal forma que no pudo soportarlo más. Detuvo sus pasos y oprimiendo sus manos con fuerza contra su pecho...

-¡Mamá, Papá! – Grito mientras caía al suelo de rodillas, cerraba sus ojos y comenzaban a escurrir lentamente lágrimas por sus mejillas.

-¿Sarada? – Dijo una voz detrás de ella haciéndola girar su rostro. -¡¿Boruto?! – Inmediatamente se levanto y corrió hacia el chico - ¡Boruto! ¿En dónde están todos? – Instintivamente colocó sus manos sobre el pecho del rubio.

-No lo sé... parece ser que no hay nadie, Sarada... ¿por qué lloras? – Ante las palabras de Boruto, Sarada se apartó un poco y limpió sus lágrimas.

-... Estaba asustada... - Se atrevió a susurrar.

 -Oh... ¡No tienes de que preocuparte! – Dijo Boruto con una gran sonrisa para después poner sus manos en los hombros de la chica – Yo estoy aquí Sarada y voy a cuidarte.

-Boruto... - Susurro Sarada mirando a Boruto completamente sorprendida y con sus mejillas sonrojadas. El hijo del Hokage la miro y sonrió como los Uzumaki suelen hacerlo.

Abrió sus ojos y nuevamente se descubrió a si misma en su habitación. El cantó de las aves y la luz le dejó saber que era temprano por la mañana y que todo había sido un sueño. Permaneció pensativa por un momento.

-Que sueño tan extraño... ¿Porqué habré soñado algo como eso y ... con Boruto? – Pensó.

Después de unos momentos se puso de pie y se preparó para salir a la reunión que tenía con su equipo, su sensei Konohamaru les había citado en el puente que cruzaba el río para informarles de su próxima misión. 

Al salir de su habitación encontró a su madre poniendo el desayuno en la mesa y se sorprendió al ver a Sasuke junto a ella.

-¡Papá! – Exclamó con felicidad.

-Hola Sarada – Contestó Sasuke con una suave sonrisa. 

-Buenos días Sarada – Saludo Sakura acercándose a Sasuke – hoy desayunaremos los tres juntos. 

-¿Te quedarás unos días papá? 

-Así es Sarada, me quedaré un tiempo en Konoha y estaré con ustedes. 

-¿No es grandioso Sarada? – Agregó Sakura con una sonrisa. 

-¡Claro que lo es , mamá!

Despues del desayuno familiar del clan Uchiha, pasaron la mañana juntos hasta que llegó la hora en que Sarada debía encontrarse con su equipo y caminó hasta el lugar de reunión, en el camino se encontró con su querida amiga Chocho.