LO QUE SIENTO POR TI

CAPÍTULO 2 - LA IMPORTANCIA DE UN COLLAR

Los cuatro chicos avanzaron por Konoha, la primer parada fue en el establecimiento favorito de Boruto para comer hamburguesas.

-¡Esto está delicioso! – Exclamo Shira dando una mordida a su hamburguesa.

-Sabía que te gustaría, este es el mejor restaurante de toda Konoha – Dijo Boruto entusiasmado.

-Venimos muy seguido aquí, gracias a Boruto – Agregó Sarada.

-Pero tiene razón, esto es delicioso – Dijo Mitsuki.

-¡Oh! Esta bebida es deliciosa – Contiuo Shira – Boruto kun, ¿quieres probarla?

Con una sonrisa Shria acercó su bebida al rostro de Boruto. El joven ninja la observo un tanto sorprendido al igual que los otros dos chicos.

-Eh... yo... - Musito un tanto apenado sin saber como reaccionar, sin embargo la miro, ella sonreía con sincera alegría esperando que él aceptara su invitación por lo que con sus mejillas un tanto sonrojadas se acercó y bebió del vaso que Shira le ofrecía - ¡Oh! De verdad que es delicioso – Dijo al final.

Mientras que Shira y Boruto charlaban, eran observados por Sarada quien los miraba con curiosidad, de pronto sintió una mirada sobre ella y descubrió que Mitsuki la observaba con una pequeña sonrisa por lo que desvió su rostro y continuó comiendo sin decir nada.

Después de comer, los cuatro chicos continuaron recorriendo Konoha, visitaron diferentes establecimientos, lugares de interés y los sitios más hermosos que la aldea tenía para ofrecer. Su última parada fue observar el sol ocultarse desde la roca Hokage. Mientras disfrutaban la vista un destello llego a los ojos de Boruto quien entrecerró sus ojos mientras buscaba la fuente de aquella luz, descubriéndola en el collar de diamantes de Shira.

-Tu collar es muy brillante – Comentó.

-Es cierto, debe ser muy valioso – Agregó Mitsuki.

-Oh esto... si, a decir verdad si lo es. Fue un regalo de mi familia – Contestó Shira – esta hecho de diamantes muy especiales.

-Es muy hermoso, Shira – Dijo Sarada acercándose para mirarlo mejor.

-Te lo agradezco, Sarada – Contestó Shira con una sonrisa.

-Te hace ver muy distinguida – Dijo Boruto llamando la atención de ambas chicas.

-¿En verdad crees eso, Boruto kun? – Preguntó Shira mirando a Boruto sonrojada.

-¡Claro! – Contestó el hijo del Hokage

Sarada los observo y desvió su mirada para continuar viendo la aldea que cada vez se encontraba más oscura e iluminada por las luces de los hogares de Konoha. Los cuatro chicos caminaron hasta el lugar donde Shira se hospedaba para pasar la noche. Antes de llegar Mitsuki se despidió de su equipo y se encaminó a casa. Al estar frente a la puerta del lugar, Shira se despidió de Sarada y Boruto.

-Hasta mañana Shira, descansa – Contesto Sarada con una sonrisa

-Te veremos mañana – Dijo Boruto al mismo tiempo que ambos chicos se daban la vuelta para alejarse.

-¡Boruto kun! – Lo llamó Shira haciendo que se detuviera para mirarla.

-¿Uh, qué pasa?

-Antes de que te vayas quisiera preguntar algo. 

Boruto se acercó hasta quedar de pie frente a ella. Sarada los observó un momento... Boruto era un poco más alto por lo que ella debía alzar su rostro para mirar el de él. Pronto noto que se sentía incomoda... todo el día se había sentido de la misma manera. Sin decir nada se dio la vuelta y se alejo caminando tranquilamente. La aldea estaba en completa quietud y el clima era agradable. Decidió ir a casa y prepararse para su misión del día siguiente.