Quizás no todo sea tan malo //Albalia. ABANDONADA

capitulo 6

Narra Alba:
Por lo que nos habia dicho María por el grupo que habíamos creado todos los de la asociación más Natalia y sus amigos, hoy iríamos a una fiesta que haría María ya que tenía que celebrar su cumpleaños. Durante lo que llevamos tratando el tema de Natalia nos habíamos juntado tanto mis amigos tanto los de Natalia y habíamos creado un grupo muy unido.
No me apetecía mucho ir a la ya no solo por mi sino por Natalia. Sabiendo cómo era María por mucho que dijéramos que era mejor que fuese una fiesta tranquilita  María no haría ningún caso. A si que me propuse estar con Natalia durante toda la fiestas ya que si ella era la única que no bebía se aburriría y se marcharía de la fiesta.

—————
Natalia y yo ya estábamos saliendo de casa dirigiéndonos al bar que había alquilado durante unas horas María. Supuse que no solo estaríamos nosotros ya que el actual novio de María y ella tenían otro grupo de amigos a parte del nuestro.
Cuando llegamos estaba todo muy oscuro y con alguna luz led  puesta de colores. A un lado estaba la barra donde había un camarero sirviendo las copas y al otro lado estaban unos altavoces junto a una tarima para bailar.
Pablo el novio de María y ella una vez llegamos todos nos hicieron las presentaciones. Me fije en un chico Gonzalo creo que se llamaba. Era bastante alto y muy guapo a decir verdad.
—hola... eras Alba verdad?—pregunto con un poco de vergüenza.
—si. Y tú eras Gonzalo no?—no pregunte ahora yo.
—exacto, encantado de conocerte Alba.
—igualmente Gonzalo—sonreí, era un chico majo.—te invito a una copa¿vienes?
—claro—sonrió

Narra Natalia:
Me lo estaba pasando bien en la fiesta pero si que me sentía un poco apartada para que mentir. Alba se había propuesto estar conmigo en la fiesta para que no me quedase sola y estaba haciendo justo lo contrario. Las dos horas que llevábamos aquí se las había tirado con Gonzalo el amigo de María. En que momento nos tuvieron que presentar.

Sinceramente desde que le vi al chico con el que estaba Alba sabia que iba a ser típico chaval prepotente y arrogante. Y no me confundía. Solamente con la manera que miraba a Alba cada vez que se movía y como se intentaba acercar a ella me lo dejo muy claro. No sabia el por qué pero sentía ¿celos?,¿molestia? No estaba segura pero no me gustaba para nada esa sensación.
Pero la gota que colmó el vaso fue el momento en el que vi que Alba ya no hacía nada para que Gonzalo se le alejaste sino todo lo contrario se le estaba acercando cada vez más y más. Y le beso. Tuve que apartar la mirada, no sabía por qué pero me empecé a agobiar mucho a si que me acerque a donde Alba y le dije que me marchaba.
—Alba perdona que os moleste pero me voy para casa ya,no me encuentro muy bien—mentí.
—esperame que me marcho contigo.
—no de verdad estate tranquila disfruta tu ya que puedes.
Y sin despedirme me marche de allí. Necesitaba llegar a casa tirarme en la cama y desaparecer por unos días.

————
Narra Alba:
Me desperté sobre las 12 de la mañana por el ruido del timbre. No sabía quien sería a estas horas sabiendo que mis amigos estarían en la misma situación que yo y que mi madre y mi hermana no estaban aquí.
Sali rápidamente de la cama y mire por la mirilla para asegurarme de quien se trataba. Era el repartidor. Abrí la
puerta y me encontré de frente con el.
—Buenos días señorita Lacunza esto es para usted.
—quien lo ha enviado?
—lo pondrá en la tarjeta que está junto a ello. Que pase un buen día. Adiós
Y se marchó, dejándome con dos cestas enormes frente a mi puerta.
Las metí y me diriji a la habitación de Natalia para saber si estaba allí pero lo único que encontré fue un papel en el que ponia:
Hola Albi he ido a comprar unos chocolates con churros que se que son tus favoritos. En nada llego. Nat
Sonreí como una idiota al leerlo. Lo que me causaba Natalia no me lo causaba nadie.
—ya estoy aquí—escuché— que son estas cestas?
—hola Nat—la abrace—no lo se me las acaba de traer el repartidor, están dirigidas hacia ti.
—ahora miro lo que es voy a llamar a mi hermano que me acaba de llamar y no lo he podido coger.

Narra Natalia:
Llame al número de teléfono que más reciente tenía. Un tono, dos , tres fui a colgar cuando una voz muy conocida me habló.
—natalia?
—papá?eres tu?
—hola cariño—dijo sollozando—que tal estas? Lo siento muchísimo todo lo que ha pasado no sé en lo que está pensando cuando te echamos de casa. Lo siento tantísimo cariño—yo ya estaba llorando nada más empezó a hablar. Mi padre estaba bien conmigo.
—yo si que lo siento Papa de verdad.
—escuchame  supongo que te habrán llegado unas cestas no?—asenti aunque no me viera.—te las hemos mandado tus hermanos y yo en modo de disculpas, tu madre aún no sabe nada de esto pero tranquila que la haremos entrar en razón. Me tengo que marchar a trabajar cariño te quiero.—y sin darme cuenta a contestar colgó.
En estos momentos era un mar de lágrimas mi padre me había perdonado y mis hermanos también. Alba había estado escuchando toda la conversación  y cuando termine de hablar vino a abrazarme. Me escondí en su cuello hasta que no me quedaban lágrimas para llorar no sabía cuanto necesitaba escuchar un te quiero de mi padre hasta ahora.
—siento lo de ayer Albi no se por que me puse así...
—yo si que lo siento Nat te deje plantada cuando te prometí que estaría contigo y no lo hice perdóname.
—tranquila no es nada— sonreí

Siento muchismo la tardanza de este capítulo pero ni he tenido tiempo ni ideas para escribir. Intentare subir mañana o pasado un capítulo para recompensar la tardanza.
Muchísimas gracias por las 1000 lecturas.