SuperMan 13: Una noche especial

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«No es que este desesperada, No para nada. Es decir llevando ya 4 meses de novias, algo debió pasar ¿no?, permitan-me contestar: negativo y si, hemos estado bastante cerca y es que Vega se pone nerviosa con facilidad, no me molesta es algo.. tierno en cierta parte, pero el hecho de que no hemos pasado a tercera base, ya saben hacer el amor.. ¡No lo se! ¡Me irrita!, y se que no soy yo el problema, es decir más de una vez la he visto paralizada o medio babear mientras me mira.. Entonces ¡¿Que tengo que hacer, joder?!»
Esto era un poco de los pensamientos de Jade al entrar a Hollywood Arts, como podemos ver esta un poco enojada, frustrada o irritada. Bueno hasta que cierta latina apareció con una radiante sonrisa sin avisar dandole un beso corto.
-Buenos días, Jade- saludo con simpatía la castaña
-Vega- fue el corto saludo de la gótica
Se tomaron de la mano mientras caminaban a su primera clase, la cual compartían con Sikowitz, el loco profesor amante de cocos. Llegaron viendo el salón medio vació, no era de extrañar el maestro siempre llegaba algo tarde dándoles un pequeño tiempo libre.
Se sentaron a la par, en la hilera del medio que estaba pegada a la ventana.
-Jade- llamo la morena haciendo voltear a su novia -Mi.. mi familia saldrá hoy, quiero decir, mis padres saldrán ha comerciar un producto de la granja, la manzana roja creo, y Trina saldrá con unos amigos a esquiar..- su voz empezaba a bajar de tono y notaba un poco temblorosa -me preguntaba, si tú querrías pasar la tarde conmigo.. ellos llegaran algo tarde.
-Por supuesto, Vega- contesto la pelinegra con media sonrisa -Llegare a mi casa para avisar a mis padres, paso a tu casa a las..
-A las seis, estará bien
-Entonces a esa hora sera.
Los chicos empezaban a llenar el salón, en estas épocas de invierno los muchachos se veían mas adormilados, sin embargo cierta alegría llenaba el ambiente, las ventanas apañadas, el humo al salir de tu boca, frotar tus manos en busca de calor... bueno, para otros tomárselas bastara, pero supongo que los solteros se tendrán que conformar con frotar sus manos entre si.
La carreta de Festus vendía chocolate caliente que se acababa rápido, asi como pan, café y otros alimentos tibios, la víspera navideña se expandía, el otoño se había ido y la noche llegaba a las seis de la tarde.
El tiempo en la escuela paso volando, cuando nuestra gótica estaba en su carro camino a casa, se estaciono sin problema, para correr dentro de la casa con un "estoy ocupada" saludo a su familia mientras entraba y cerraba su habitación.
Se baño, era de esperar dejando que el agua empapara todo su cuerpo, salio de la ducha para cambiarse, un pantalón negro entallado, unas botas de tacón, y una blusa de color obscuro con un escote que volvería loco a cualquiera, un pequeño saco y para terminar un poco de maquillaje. Y ¡Woah! Se veía increible.
Camino con prisa para salir de su casa, toco la perilla de la puerta cuando escucho que le llamaban.
-Y.. ¿a donde vas?- fue la dulce voz de su madre
-Yo..- inquirió Jade volteando hacia atrás encontrándose a los 3 miembros de su familia -Saldré con Tori, estaremos trabajando para una obra en su casa.
-¿Obra?- pregunto dudoso el señor West
-Si, ya saben tenemos que escribir un guion, ella no es buena en eso, le ayudare un poco y prepararemos los personajes
-Dile que ya tengo la nueva versión de Call of Duty, tiene gráficos increíbles y esta vez sera ella quien muera- pronuncio Jason con una mueca mientras subía a su cuarto ya sin darle importancia al asunto
Ahora dejando a los señores West con su hija.
-Cuídate hija y salúdame a Tori- hablo amable Jadelyn
-Si, dile que ocupamos charlar- inquirió Jordan con cierto enfado
-Okay, como digan.. los veo en la noche- se despidió
...
Eran las 6:05 cuando la pelinegra llego a la casa Vega, estaciono con cuidado su carro negro y bajo de el, camino unos pasos hasta subir dos escalones para tocar la puerta. No paso ni un minuto cuando la atendieron abriendo la puerta.
Ahí estaba, Tori. Con pantalón blanco pegado a su cuerpo, unas botas grandes café anaranjado y una camisa blanca de manga larga pasando por su cuello de lado a lado una bufanda marrón, se veía en sentido adorable y atractiva, sin nombrar la gran sonrisa en su rostro.
-Pasa- ofreció la morena
-Por un momento pensé que me dejarías afuera con la nieve- burlo la gótica pasando a la casa
La latina cerro la puerta y asi ambas tomaron lugar en el sillon mediano de la sala.
-Lo siento, es que.. te ves preciosa- alago apenada la castaña
La pelinegra sonrió para su novia, se quedaron viendo unos segundos, luego empezaron a conversar, desde el almuerzo del día anterior hasta como iban sus notas en la escuela, todo parecía interesante en ese momento, el frió de la noche era acogedor.
Mientras hablaban, con una clara sonrisa en el rostro, sus mejillas elevadas, un brillo especial en sus ojos... Estaban enamoradas. Se notaba por la forma en que se miraban entre si... como si tuvieran el secreto mas maravilloso del mundo entre ellas.
-¿Subimos a mi habitación?- pregunto un poco nerviosa la morena
-Claro
Ambas subieron, riendo de alguna de sus charlas, pero la pelinegra no imaginaba lo que había detrás de aquella puerta. Pasando al cuarto de la castaña, había un camino de rosas hasta la cama matrimonial, las sabanas estaban perfectamente acomodadas, una música de fondo relajante comenzó a sonar, y escrito con las propias rosas escrito un "Te amo".
-Dios... Vega- no lo pensó mucho cuando se lanzo a sus labios
-Lo siento, yo he sido algo torpe, solo quería que fuera especial, porque eres muy importante para mi.
De nuevo un beso se hizo aparecer, y lo que empezó como algo tierno se tornaba apasionado e intenso, entre caricias se acercaron cada vez mas a la cama, cayendo en ella sin problema, sus movimientos eran mas calientes y demandantes, se separaban por la necesidad del aire, tomando una calada de este para volver al juego.
Oh no, la música había parado de sonar, y la luz que las iluminaba se había apagado, hacia como el sonido de la televisión no estaba presente.
-¿Que rayos?- pregunto irritada la pelinegra
-Creo que.. se ha ido la luz- hablo la latina -Tal vez sea un fusible, últimamente se han estado saltando provocando que nos quedemos sin luz, es fácil de arreglar no te preocupes.
-Mas vale que sea asi.
Caminaron tanteando la pared, bajando las escaleras y asi tomar de la sala una linterna, la morena la encendió tomando ahora la mano fría de su novia.
-El interruptor esta en el granero- inquirió la mas baja
-Lo que faltaba.
El cielo era obscuro, y todo el suelo que anteriormente era tierra estaba cubierto con nieve, caminando hasta el granero dejaban pequeñas huellas en esta, copos blanquecinos caían en sus cabellos.
No tardaron en abrir la gran puerta de madera, pasando asi al granero, la latina soltó la mano de su pareja para alumbrar con la linterna hacia algún punto de la pared, en el se veía un cuadro metálico con algunos interruptores, se escucho cuando bajo y subió uno, despues se escucho bajar y subir otros.
-Jade... creo que estaremos sin luz por un rato- hablo Tori
-¿Que?.. ¡¿Enserio?!
-Si, tendremos que esperar al técnico, pero él solo vendrá cuando la gran ventisca de nieve baje..
-Genial...- bufo con enfado la gótica
-Espera
Fue lo que dijo la castaña, un poco de ruido, al salir y volver a entrar al granero, Jade al ver que esto tardaría se sentó en pose india en el suelo, se escucho un estruendo mas para ver una pequeña luz en la esquina del lugar.
-¿Una chimenea?- pregunto curiosa la pelinegra
-Si, de hecho aquí nos reunimos aveces, mi papá, mamá, Trina y yo para ver por acá- hablo la morena abriendo una gran ventana que mostraba el cielo estrellado -Las estrellas, en esta epoca son las más bonitas, ver caer la nieve, incluso- siguió hablando animada jalando un colchón guardado en el ático -No es muy lindo, pero las sabanas están limpias y podemos acomodarnos aquí mientras llega el técnico
Jade camino hasta el colchón que se encontraba pegado a la pared del granero, las sabanas eran blancas y en efecto se veían muy limpias, la chimenea de la esquina daba un calor reconfortante.
-Incluso.. ¿quieres un poco de chocolate?- pregunto amable Tori sacando unas bandejas y leche de un pequeño refrigerador -La leche caducara sin el frió del refrigerador, si no la tomamos se va desperdiciar.
-Esta bien.- respondió la pelinegra con media sonrisa
La morena comenzó a preparar el chocolate, era extraño pero al menos era lo unico que podia hacer en la cocina sin que se incendiara toda o lo quebrara, calentar un poco de leche y chocolate no era tan dificil, incluso para Tori.
Termino sirviendo en dos tazas azules, extendiendo una hacia Jade que la tomo al instante, ambas sentadas en aquel colchón, pegando hombro con hombro, disfrutando el calor que les brindaba el humo que salia de su bebida.
Cuando se la terminaron, se sentia bastante cómodo que aun contaban con el tibio ambiente que daba la chimenea, no habían hablado mucho pero eso no era muy necesario.
-¿Jade?
-Si, Vega
-Te quiero...
-Yo tambien lo hago, Vega.
La latina negó con la cabeza mirando fijo los ojos verdes de su novia -Enserio, yo te quiero... Como jamas quise a nadie en el mundo, ni creo llegar a querer a alguien como lo hago a ti.
-Eres tan cursi, Vega- hablo la gótica acomodándose mas en el regazo de la morena para darle un corto beso
-Te quiero cuando tienes calor estando a 17 grados, y te quiero cuando tardas una hora para pedir un bocadillo, adoro la arruga que se te forma aquí- hablo la castaña señalando con su dedo indice, el entrecejo de la pelinegra -cuando me miras como si estuviera loca, te quiero cuando después de pasar el día contigo mi ropa huele a tu perfume y quiero que seas tú la última persona con la que hable antes de dormirme por las noches.- Tomo con ambas manos las mejillas pálidas de su novia uniendo asi, sus frentes -Yo... yo te quiero tanto, Jade.
Y asi, de una forma tan natural y tranquila como si de un mecanismo automático se tratara, se besaron. El sabor a chocolate seguía en sus bocas, solo servia para hacer el gesto mas dulce y adictivo.
El calor se hacia en el granero, no me refiero a la chimenea esta comenzaba a apagarse aun asi daba una tenue luz muy buena para el momento, el cielo estrellado mostraba pequeños copos cayendo por el, y el colchón tenia en este punto, desatendidas las sabanas gruesas blancas.
Lo primero en salir fue el saco de la pelinegra, dejando expuestos sus pálidos brazos que se abrazaban del cuello de su pareja, Tori aun con manos temblorosas, desato el pequeño nudo de la blusa negra que tenia su novia, bajándola dejando expuesto un sostén de color razonablemente negro. La bufanda que la castaña tenia en un principio había quedado perdida en alguna parte de las sabanas.
Era hermosa, sus pechos al acorde con su cintura, la latina tomaba con delicadeza su espalda pasando sus manos por ella, sus caricias eran sutiles, como temiendo que se rompiera.
Pero Jade no aguanto por mucho, en un movimiento rápido subió la camisa clara de su novia, quitandola de un solo tirón, aun con un poco de vergüenza Tori dejo pasar por sus brazos hasta lanzadla algún lado del lugar.
Era candente, traía un top blanco que hacia resaltar su piel, con esas sabanas y en su contraste la piel canela, se deseaba el probar, los brazos delgados aun asi esos bíceps en ellos, y su abdomen.. tan marcado, no muy musculoso pues era delgada pero se veía una linea por el media formando unos cuadros, bastante tentador.
Después de ambas analizarse, volvieron al beso, era una pelea, una batalla sin cuartel. Viendo quien tomaba el dominio de la situación.
Tori cayo de espaldas en lo amplio del colchón, la pelinegra estaba encima y asi ambas desprendían pasión, tan unidas en abrazos y caricias que ni un alfiler cabria entre ellas. El meneo de caderas comenzó por parte de la pálida, solo buscando estimular a cierto amiguito.
-mmm...
Fue el primer gemido, o la señal para Jade de que lo que hacia estaba funcionando, le encantaba que Tori tuviera pequeños puntos débiles, que solo ella pudiera provocar cosas en la latina, solo ella conocer esas partes, solo para ella.
Tori sentia su parte intima caliente, y las estimulantes acciones que la gótica le estaba dando era mas de lo que hubiera imaginado en años, era demasiado, cuando menos pudo poner ha razonar la situación, se había salido de sus manos.
Y he ahí, el miembro de la morena se había parado, algo doloroso pues seguía con el pantalón puesto, pero no paso desapercibido por la pelinegra, ya lo sentia el como se había despertado, y ella tambien sentia el instinto fogoso en su centro.
Volvieron a moverse, ambas apoyadas en sus rodillas pero sin separarse, cuando recordaban que ocupaban del oxigeno lograron juntar sus frentes para asi respirar, se vieron la una a la otra, Jade se notaba agitada y sus ojos se veían un poco mas obscuros... la lujuria, Tori respiraba con dificultad, un poco nerviosa y tenia un intenso rojo en las mejillas.
La gótica sin avisar, abrio desabrocho el pantalón de la morena bajándolo de un jalón, evitándole el dolor que estaba sintiendo, eran unos boxers blancos y entallados, dejando en claro lo excitada que estaba en ese momento.
-Jade...
Fue el susurro de la castaña, tomando con ambas manos el rostro de su novia capturando asi sus labios, en un tierno y amoroso beso, ahora la latina estaba encima y Jade había caído en la cama.
Con un movimiento sutil, ambas ya no tenían sostén estos habían caído por alguna parte al lado del colchón, seguían tan unidas en caricias, pero la morena se separo un poco tomando el valor de tomar un pecho de su pareja.
Era cálido, era tan suave, poco a poco acerco sus labios al pezón rosado, y lo beso, asi un poco húmedo, al tiempo se volvió algo mas ardiente, comenzó a succionar.
-Agh..
Fue el gemido de Jade y el sonido placentero para la latina, que seguía con su trabajo, el pecho se notaba duro y tenia un sabor dulce y salado, era encantador.
-Ven para acá, Vega
Esa fue la demanda de la gótica, tomando el mentón de la morena subiéndola para tomar un beso de esta, el sonido de los labios juntarse y separarse resonaba por todo el lugar, lo frió y lo cálido, sus alientos echaban un lindo humo, que se perdía cuando se unían en un largo beso.
Se volvieron a arrodillar, viéndose la una a la otra, con sensualidad la gótica acaricio el abdomen de su novia viéndolo fijamente, unas gotas de sudor lo empezaban a recorrer, una bajo hasta la cadera de esta, Jade la siguió con sus manos, hasta la orilla del boxer bajándolo con cuidado.
-No..- fue el repentino susurro de la latina
-¿No?- pregunto con una sonrisa sensual la gótica mientras mostraba media sonrisa en su rostro
-No lo se, es que... yo quería que todo fuera perfecto.. y...
-Es perfecto.
-Perdón, es que.. yo...- aunque no de querer admitirlo la castaña sentia inmensa vergüenza, ser intersexual no era de lo mas común, mostraría algo de lo que oculta a todo el mundo
-Shh... todo esta bien, yo..- pronuncio la pelinegra bajando poco a poco la ropa interior -Yo te amo, Tori.
La sorpresa estaba impresa en el rostro de la morena, un claro rubor se asomo por sus pómulos, una brillante sonrisa salio de sus labios besando a su novia al instante.
-Te amo, Jade.
Ahora con mas calma, ambas procedieron a quitar sus ultimas prendas de ropa, había un poco de olor a chocolate en el granero y se podían escuchar los búhos sonar a lo lejos, se pusieron frente a frente en rodillas aun en el colchón, ya completamente desnudas.
A Tori se le veía demasiado indefensa, era como un tan tierna, bajaba la vista con vergüenza pero aun se veía un rubor fuerte en sus mejillas, era adorable verla asi, hasta que te percatabas lo caliente, es decir lo excitada que estaba, incluso Jade se sintió mas húmeda de lo que estaba.
-¡Woah!- inquirió con asombro la mas pálida -Vega... es tan grande.
La morena la miro con reproche, aun asi se lanzo hacia ella, Jade cayo en el suave colchón mientras la latina tomo la delicadeza de pasar la sabana por encima de sus cuerpos, seria algo mas privado para ellas.
Se volvieron a besar, sus cuerpos volvían a juntarse, las manos morenas pasaban por toda la cintura, la silueta de su amante, las manos pálidas tomaban con fiereza el cuello y los hombros de la castaña.
Jade sentia el miembro duro pasando por su pierna, pero parecía tardar en avanzar, intentaba apegarse mas pero solo conseguía algunos roces, empezaba a desesperarse, sentia cierta desesperación "ahí".
-¡Diablos! Vega solo entra en mi.- gruño Jade aun debajo de Tori
La castaña, vio con cariño a su pareja, le dio un beso en la mejilla, frente, y en la boca, la vio por un instante a los ojos, dedicándole una radiante sonrisa soñadora. Sus mejillas se cubrían de rojo cuando dijo.
-Si te duele o algo.. Tú solo dime ¿Si?- su voz era notablemente nerviosa -Yo parare al instante si es asi.
«Es tan insoportablemente linda.»
Fue el unico pensamiento que cruzo por la mente de Jade.
-Claro que te lo diré.- respondió
Y asi fue, poco a poco con el calor de un abrazo, el miembro de la latina entro, algo asustada vio el rostro de su novia, quien se limito a besarle para aprobar mas movimiento.
Entonces las embestidas comenzaron, dentro y fuera, por un lado Jade nunca sudaba, pero Tori era todo otro caso, su cuerpo empezaba a soltar gotas de sudor con su olor a vainilla, esto no debería ser alentador pero... se veía aun mas candente con sus mejillas fundidas en rojo, una gota traviesa resbalando por su frente.
Era provocante, dentro y fuera, la penetración se hacia mas profunda.
-Agh.. Agh..
Eran los constantes gemidos de la chica pálida.
-Jade...
Era el seductor susurro de la morena, esta se acurrucaba en el hombro de su amante mientras esta rasguñaba con fuerza su espalda, por suerte la castaña no sentia ningún tipo dolor ante esto.
-Agh.. Tori.. no te preocupes.. sigue.
Jade en parte sabia que la latina estaba siendo delicada con ella, era como si pensara que esta se rompería o algo asi, como algo tan valioso, como en un tesoro.
Haciendo caso a su compañera, la castaña aumento el ritmo provocando mas tentadores gemidos de la garganta de su novia, era el aroma a café que siempre emanaba pero se sentia mucho mas excitante.
La morena tomando mas presión se sujeto del mueble de madera bajo, el que daba con la pared que estaba junto al colchón, las rodillas de Jade se doblaban y subían, unas marcas rojizas empezaban a marcarse por la canela piel de Tori.
Estaban por llegar al clímax, podían ver colores en este momento, era un sentimiento de placer y éxtasis tan magnifico que ninguna pudo siquiera imaginar, habían llegado al orgasmo, una ola de deleite en la espina dorsal, el gusto y la satisfacción de ambas. Era el cielo.
-Aaaah...
Fue el suspiro de las dos, Tori cayo encima de su novia, aun estaban abrazándose descansando de tanta actividad, el sudor de la morena tenia un delicioso olor sentia como caía en ella, los cabellos castaños descansaban en su hombro, aun asi veía las marcas que le dejo en la espalda con una sonrisa victoriosa.
Tomaron un poco de aire, la latina se separo acostándose al costado de la pelinegra, tenían una sonrisa juguetona en el rostro, sabían que ahora.. lo habían echo. Sin duda alguna.
Un pequeño estruendo se escucho y ambas voltearon la mirada hacia atrás, ahí se veía el pequeño mueble, que por si no recuerdan es donde nuestra castaña se apoyo, rompiéndose en dos.
-¡¿Que le paso a eso?!- pregunto algo impactada la gótica
-Me... me sujete un poco de el, ya era algo viejo se ha roto fácilmente, mis padres y yo habíamos pensado en tirarlo- mintió Tori ante la situación
Se quedaron unos momentos en silencio, pero terminaron sin darle importancia, la gótica extendió su brazo haciendo una seña para que la castaña se apoyara en ella. Tori al instante se acurruco en el brazo pálido recargando su cabeza con la de su novia.
Así, abrazadas y acurrucadas viendo la chimenea que tenia un poco de fuego, como esta se movía por el viento que corría por la ventana, era una escena bastante romántica.
-No puedo vivir sin ti- pronuncio con cariño la latina
-Si que puedes...- inquirió la gótica jugando con un mechón del cabello castaño de su novia
-Si, pero no quiero.
Así con amor, compartieron otro dulce y tierno beso.

Continuara...

superman (tori y jade)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora