SuperMan 25: Destino

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Iban en el carro de la morena pasando cada señal o reglamento que había en el camino, eso no sonaba bien por lo que debían llegar inmediatamente. Llegaron a la pastura de maíz corriendo entre ella para llegar al granero, sus nervios florecían a flor de piel como el elevador bajaba al subterráneo. Como esperaban todos los chicos ya estaban ahí, incluso la familia West a quienes habían añadido al grupo hacia unas horas.
-¿Esto es como tu propia Batcueva?- menciono Jason que estaba bien vestido seguramente por alguna fiesta
-Algo así- le respondió la latina sentándose en su lugar con su prometida a la izquierda viendo que en la mesa habían añadido tres lugares -Trina, ¿porque estamos todos aquí?
La diva jugaba con sus manos en un acto intranquilo, giro su vista hasta encontrar la de su hermana tragando saliva en ese instante; -Venia por mi bolso, a... a veces lo olvido aquí porque este lugar tiene muy buena recepción, pero el botón rojo de... noticia nivel mundial estaba encendido- angustiada miraba el control en su mano -Sin saber muy bien que significaba le abrí... no son buenas noticias.
Presiono el botón dejando que la pantalla más grande reprodujera la información, mientras ella ponía ambas manos en su rostro intentando que el temblor en su cuerpo no fuera tan evidente.
-Lamento interrumpir la programación de ustedes espectadores en todas las lineas- hablaba el hombre canoso por la televisión -Sin embargo, nuestros investigadores y más que nada astrónomos han detectado por los satélites de la zona exosfera un meteoro acercándose cada vez más, tienen programado su choque con la tierra impactando por la parte cálida dentro de 24 a 32 horas... ¡Se suplica mantener la calma!- el reportero sin seguir su propio consejo se paraba de su asiento histérico -¡Todavía tenemos esperanza..! ¡TENEMOS A SUPERMAN!
Todos los espectadores del vídeo se exaltaron ante esas palabras, viendo como el señor casi imploraba al héroe la salvación de su vida y la de todos.
-¡Necesitamos su respuesta antes de que se pasen las veinticuatro horas!
Se apago, dejando un ambiente de desdicha en toda la sala. Holly se permitió soltar unas lagrimas en el hombro de su esposo, sin atreverse a mirar directo a su hija. Trina que por primera vez se dejo abrazar por el titiritero, no sabiendo muy bien quien era el que moqueaba más de los dos. Los señores West tomaban ambos hombros de Jason, dando un impacto serio y devastado.
-Yo...
La castaña se preparaba para hablar parándose de su silla, cuando le tomaron por el cuello de la camisa jalándola de forma fuerte y un tanto brusca.
-Nos vamos.
-E-Espera... Jade, para... ¡¿Que haces?!
Sin darle respuesta la pelinegra subió por el ascensor arrastrándole, dandole una mirada a los demás quienes en parte entendían perfectamente así que la dejaron ser. Cuando menos supo, la morena había sido empujada a los asientos traseros de su propia camioneta, observando como su prometida tomaba el volante manejando con demencia o insensatez casi atropellando a alguien a su paso.
-¡Oye!- exclamo Tori tomándola de un hombro desde atrás -T-Tranquilízate... por favor. Puedes lastimas a alguien.
Esas palabras tuvieron un efecto contrario en la guionista, que dando con toda la potencia del vehículo llego a la mansión en cuestión de un par de minutos, apago el motor saliendo con violencia de ahí para abrir la puerta de su casa.
La castaña que le seguía con cierto sigilo, viendo como se quitaba el saco aventando lo a uno de los sillones... Se veía enojada, intrigada, ciertas expresiones que jamás había tomado, al menos no con ella.
-Jade... ocupamos hablar.
-No, no tenemos nada de que hablar el asunto esta decidido.
-¿De que hablas?- pregunto totalmente confundida plantándose frente a su novia para mirarla fijo a los ojos -Ni siquiera haz hablado conmigo, ¿que decisión se supone que tomamos?
¡ZAS!
El unico sonido de la espalda de la morena pegando contra la pared. La ex-gótica le había tomado por la camisa levantándola del suelo para tenerla de esa manera, sus miradas se unían y si juntas fueran algún elemento, sin duda... serian el fuego.
-Te lo prohíbo, me niego, no iras y punto final, Vega- escupió más con sentimiento que con coraje uniendo sus frentes sin notarlo -Que vallan ellos... Que se jodan todos ellos.
La soltó del agarre, respirando de manera irregular por alguna razón.
-Sabes que... ellos no pueden hacer nada. Tengo que ser yo.
La guionista subió algunos escalones, sin girar en ningún momento hacia atrás. Pensando que quizás el ver esos ojos marrones le traería más tristeza a ese momento, suspiro con solo pensar en que seria de ella sin esa cursi empalagosa.
-Porque no solo me enamore de un tipo cualquiera, hubiera tenido un imbécil, sin nada interesante que darme... pero al menos seria completamente mio.- se tallo los sienes claramente exasperada -Porque tuviste que llenarme de tonterías de amor, invitarme a tantas citas, y seguirme queriendo a pesar de lo mierda que fui una vez fui contigo. ¿Porque me enamoraste tan perdidamente... para irte ahora? ¡Ahora que estamos comprometidas, joder!
-Jade...
-No, no, nada de Jade. Estoy cansada quiero dormir, pero esta noche tú duermes en el sofá.
-Si no quieres que duerma contigo... esta una habitación sola al lado de la tuya.
-En el sillón dije.
-¿No quieres que te abrace al dormir?
La pelinegra fue subiendo más escalones, mientras una lagrima amarga resbalaba por una de sus mejillas, la limpio rápido con su antebrazo.
-No...- susurro -no quiero.
...
Esa mañana para la morena todo parecía más pesado, los pasos al caminar, la ropa en su cuerpo, el aire por el que pasaba. Le dio un sorbo a un té dejándolo en la vajilla para subir en silencio las escaleras, camino al cuarto principal sonriendo al darle un prolongado beso en la frente a su prometida.
Tenia trabajo por lo que se apuro en salir de casa, con su típico atuendo de secretaria y su maletín en mano. Llego temprano o eso era lo que parecía al ver tantos cubículos desocupados, curiosamente el de cierta rubia estaba ocupado por la misma. Se sorprendió un poco al ver sus ojeras, su vestir desalineado y su cabello alborotado.
-¿Chloe?- la llamo suave recargándose en la esquina de su escritorio -¿Estas bien?
-¡¿Que rayos haces aquí, Tori?!- se levanto de una la rubia limpiándose una marca de rimen corrido por debajo de los ojos -¿Sabes lo que sucede?
-Estoy enterada.
-Es algo obvio, nadie querría venir al trabajo cuando probablemente no haya señal de vida al día siguiente, ¿no lo crees?
-No lo sé, ¿porque estas aquí?
-No lo entenderías- le resto importancia caminando hacia el elevador -Solo... una persona me entendería.
La latina sabia perfectamente a donde llevaba eso, se adentro en un cubículo con ventana aprovechando la soledad del lugar se cambio sin ningún problema, saltando por la ventana para flotar hasta la cima del edificio. Como había predicho en su mente, la periodista se encontraba ahí, con un cigarrillo en los labios y la mirada perdida en el horizonte. Se acerco por la espalda tocando apenas el piso con sus botas.
-¿No le había dicho que fumar acorta la vida?
Chloe dio un pequeño salto por el asombro pero aún dio una larga calada para soltar el humo, al terminar volteo al lugar donde la morena se acomodaba para sentarse en la orilla de la terraza.
-¿Tienes poderes mentales o algo por el estilo?
-Me temo que no, ¿porque?
La rubia esbozo una sonrisa entre tímida e infantil tirando el cigarro para esconder sus manos en su espalda; -Siempre apareces cuando más te necesito.
-Oh, eso es bueno, creo- musito el héroe ladeando un poco la cabeza -pero no es exactamente lo que estaba pensando, vi las noticias... y pensé que tal vez debería venir a charlar contigo.
-¿Tomaste una decisión?- inquirió la periodista sentándose le enfrente -¿Vienes a decírmela?
-Vengo por eso, ¿no te molesta?... digo tambien creo que eres una buena chica, por eso confió en ti de que seras la indicada de informar a todos.
-El que vengas directamente hacia mi,- murmuro la rubia con un tenue rojo en las mejillas metiendo un mechón rebelde de su cabello detrás de su oreja -ya es todo un honor.
-Dime, ¿tienes alguna idea de que voy a responder?
-No, pero sé que quiero que me digas. Creo que entenderás que no hay nadie más que pueda hacerlo, aunque considerando que vienes de otro planeta... no tengo idea de que verías aquí.
-Las personas que amo son de este planeta, por eso mismo tome mi decisión.
-¿Crees poder sobrevivir a todo eso?
-No lo sé, pero morir en el intento no es una opción para mi... Luchare como sea necesario para lograrlo.
-Todos estarán felices por tu decisión.
La castaña apenas murmuro; -No todos.
Se quedaron un instante así, sin decir nada ni moverse, solo observando como el día comenzaba a mostrarse por completo, por un momento la latina pensó como hacer para que su prometida aceptara su trato, pero no tenia idea de que hacer o decir.
-Oye Chloe- menciono a la rubia quien parecía muy contenta de que hubiera recordado su nombre -Suponiendo que hipotéticamente... tu fueras mi pareja, y me quisieras mucho, ¿te enojarías por mi decisión?
La periodista que en verdad no esperaba esa pregunta, lo medito seriamente unos minutos acercándose más a la latina para mirarle a los ojos; -Creo que para que alguien este contigo, debería ser muy... fuerte.
-¿Porque?
-Porque tú... eres tú. Un héroe que tiene que dar su vida por los demás, nunca sé sabe que pasara contigo, un día estas en China y el otro en África... La gente tiene esperanza en ti, en que nos salvaras pero eso incluye quitarte parte de tu vida. Si yo estuviera contigo ahora mismo estaría hecha una furia... Porque jamás quieres perder al amor de tu vida.
-Woah..- expreso la latina comenzando a volar -Tengo que irme, gracias por escucharme.
-¡Ey!- le grito la periodista viendo que se alejaba -¡Suerte con la chica, y tienes que estar en la casa blanca a las diez de la noche!
La morena le volteo a ver regalando le una sonrisa mientras subía un pulgar en señal de acuerdo, sin más que decir a toda velocidad fue a su hogar, viendo la ventana de su amante abierta entro por ahí.
Seguía dormida y en sus mejillas tenia el rimen corrido, respiraba pausada cuando la castaña se sentó a su lado acariciándole el cabello... y aunque lo dijera muy seguido, su prometida era la mujer más hermosa del universo. Beso sus labios viendo que su despertar tardaba, sabían un tanto salados pero arremetió más intenso en ellos.
-Mmmm...
Escucho el gemido sobre su boca y sonrió para sus adentros, sintiendo como su cuerpo era rodeado por los brazos de su novia, quedando en un abrazo que encajaba de forma perfecta. Se fueron explorando como muchas veces lo habían hecho, sin dejar ningún lugar sin el goce de una caricia.
-Tómame ahora, Vega.
-Será un placer seguir tus ordenes.
La blusa para dormir de la ex-gótica fue lo primero en salir acompañado con su sostén, la morena paso toda su mano por el vientre blanco de su amante, yendo despacio hasta un pecho donde oprimió lento, besando húmeda mente el pezón rosado que se endurecía a su gusto por su lengua.
La pelinegra jadeante desabrocho la capa de su pareja aventando la algún lugar de la habitación, Tori se quito las botas queriendo quedar a iguales pero cuando Jade le tomo el calzoncillo comenzaron a desvestirse completamente una a la otra. Rodaban en la cama, que para su suerte era lo bastante grande como para no caer. Entre besos fieros y bruscos, sus labios estaban tan hinchados como su propia excitación.
-Agghhh...
Fue el gemido de la castaña cuando su prometida le mordió el hombro con fuerza, eso no se iba quedar así, otra vuelta y había entrado de una y por completo en la intimidad de su amante. El gozo fue de otro nivel, como los arañazos de la ex-gótica en su espalda, era cierto ardor dulce tal cual el deleite de cada embestida haciendo el colchón rebotar suavemente con su movimiento.
Su delirio se sentia en el aroma de todo el cuarto, como sus gritos de lujuria se hacían más altos. Su muestra de amor era tan pasional y ardiente que sus cuerpos agitados colapsaban en lo que parecían orgasmos continuos. Desprendían sensualidad en cada toque entre ellas.
Diferente a las otras veces que habían hecho el amor, esta vez... había sido salvaje, y hasta un tanto brutal.
Aun respirando de manera irregular, la morena abrazo de manera dócil a la guionista que estaba en su pecho recostada. El cielo se nublaba de un tono verdoso que jamás se había visto y la poca luz que pasaba por la ventana tocando el pie de la latina hizo que el mismo doliera un poco, así que lo movió a la sombra.
-¿Porque tienes que ser tú?- se escucho la voz quebrada de la pelinegra en su pecho aferrándose más a ella -Porque siempre tienes que ser tú... joder.
-Tranquila... todo va estar bien.
-¡No me digas que me tranquilice! y.. no me digas mentiras.
-Pero es así, estaré bien...- musito dejando le un beso en la nuca -te lo prometo, mi amor.
-No quiero que te vayas.
-Mírame... por favor mírame- le suplico y al fin unieron sus miradas -Si me quedo aquí de igual manera moriremos, y... tenemos mucho por vivir, nos falta casarnos, tener un bebé, verlo crecer, aún nos falta mucho. Tengo que al menos intentarlo, ¿no lo crees?
-No... que vaya otra persona, alguien más. Te necesito, yo te necesito aquí.
-Pero si me quedo aquí, morirán tus padres, los míos, nuestros amigos, todos. ¿Lo entiendes?- le dijo dulce acariciándole una mejilla -Iré, pero prometo regresar a tu lado... solo espérame. ¿Que haremos de cenar?- añadió graciosa y su prometida soltó una carcajada -Sabes qué, tenemos que pedir pizza a domicilio como en los viejos tiempos, ¿vale?
La pelinegra no dijo nada, simplemente asintió sobre el pecho de su pareja. El ambiente había quedado tranquilo y pacifico pero las sabanas estaban enrolladas en sus cuerpos tal cual para un cuadro de pintura de una gala francesa, con sus prendas en cada esquina del lugar.
¡PUM!
Toda serenidad se había ido cuando la puerta fue abierta por cierto músico que paso muy alegre con una multitud siguiéndole, la pareja aun recostada volteo hacia sus amigos con los totalmente abiertos.
-¡Dios, aquí apesta a sexo!- exclamo el ex-titiritero con una mueca de asco mientras se esparcía aire con una mano -¡Se me pega, asco!
-¡SI!- gritaba Holly tanto como Jadelyn -¡Nietos!
Beck y Cat soltaron la risa cuando vieron a la pareja girar los ojos, por lo que el actor hablo; -Que tal si dejamos que las chicas se pongan algo de ropa y bajen en unos minutos.
-¡Solo unos minutos- chillo Robbie haciéndose camino hacia fuera -porque estas traen las hormonas más alborotadas que un niño en navidad!
Fueron saliendo del cuarto poco a poco hasta cerrar la puerta, dandole el tiempo que necesitaban para alistarse. Por abajo tenían todo para una reunión, refrescos, pizza, golosinas y algunos globos por idea de Cat. Jason jugaba videojuegos con su actual novia, una pelirroja de mejillas pecosas que era muy linda.
Unos minutos y la pareja bajaba por las escaleras, la castaña llevaba una chaqueta marrón con botas del mismo color y camisa blanca, acompañado por pantalones de mezclilla mientras la guionista llevaba pantalones negros, zapatillas de tacón pequeño, y una blusa azul celeste que relucía en sus ojos.
-¡Jason esa es la nueva saga de Halo!- exclamo la morena caminando hacia el sofá donde estaba la nueva pareja -¡¿Cuando la conseguiste?!
-¡El otro sábado, ¿verdad que es genial?!
-No lo sé, no he jugado- contesto la latina percatándose de la señorita pelirroja -y ¿ella es?
-Mi novia, Tori.
-Oh, disculpa que malos modales los míos- musito regalando le una sonrisa a la chica quien se sonrojo ligeramente -soy Tori, prometida de la hermana de Jason. Un gusto conocerte- le extendió su mano que estrecharon suavemente -¿como te llamas?
-Soy H-Hanna, un gusto... Jason me habla mucho de usted.
La castaña se sentó por el lado del chico, dándole un empujón por el brazo; -Espero fueran cosas buenas,- comento divertida -porque este chico destroza a cualquiera en los vídeo-juegos así que no le creas si dice que soy mala jugadora.
-¿En serio?- pregunto Hanna sorprendida -pero cuando jugamos yo siempre le gano- frunció el ceño -¿Me estas dejando ganar?
-C-Claro que no, cariño.
La latina soltó una risa silenciosa susurrándole al menor West; -Dominado.
-¡VEGA!
Se escucho la voz de Jade por el pateo trasero como Tori dio un brinco corriendo hacia el lugar, escuchando tambien un "¿Decías?" de Jason. Cuando llego la escena era bastante cómica, su prometida estaba en la alberca junto con Beck y Cat aunque ninguno de ellos en traje de baño.
-Tus dos amigos del alma- comenzaba a hablar la ex-gótica
-¡No se vale traer a Tori!- grito el músico que ya buscaba donde esconderse -¡Eso es trampa!
-Me acaban de tirar a la alberca,- siguió la guionista saliendo toda empapada con los brazos cruzados -tíralos a ellos, ahora.
La morena sintiéndose niña de nuevo corrió a por sus dos amigos, primero se echo al ex-titiritero en el lomo, para jalar a el músico de abajo de una mesa, con uno arañando el piso, y el otro dandole manotazos en la espalda.
¡SPLASH!
Los dos habían caído, y la pelinegra les miraba con superioridad sorprendida cuando su prometida la tomo en brazos, dandole un casto beso en los labios.
-¡No, no, no... ni se te ocurra, Vega!
-Vamos Jade, todos se divierten y hace un calor espantoso.
-¡Métete tú sola!
-No me meto sin ti.
La pareja cayo de un clavado al agua, y la pelinegra se aferro con piernas y brazos al cuerpo de su amante quien no tuvo problema en cargarla al jugar con una pelota entre todos. Al parecer Jadelyn y Holly habían formado una buena amistad charlando en la barra que estaba al lado de la piscina, mientras David y Jordan se encargaban de la carne asada para las hamburguesas.
-Ey, Vega- susurro la pelinegra en la oreja de su pareja -creo que deberías de ir por tu hermana, ha estado bastante perdida estas horas y la entiendo... ve ha charlar con ella.
-Esta bien.
Dejando a su prometida en la barra, la castaña tomo una toalla y dos limonadas, la primera se la paso por los hombros secándose un poco el cabello, a pasos silenciosos llego a sentarse en el comedor donde su hermana estaba.
-¿Quieres?- pregunto extendiéndole una botella
-Si, gracias... el clima esta que arde- expreso la diva tomando un trago para posar la vista en su hermana -Así que... iras por el meteoro, ¿verdad?
-Es mi deber. Lo sabes, ¿verdad?
-Lo sé, es solo que todo ha pasado tan rápido... ¿no lo sientes?- sus ojos se cristalizaban como agachaba la mirada -siento como si fue ayer cuando decías que serias un policía y me mojabas con tus pistolas de agua, o como cuando llegaste a casa ilusionada por la primera chica que te gusto, o cuando descubriste que podías volar... todo fue muy rápido, eres mi hermana menor... y no puedo hacer nada, me siento totalmente inútil.
-Ey, ey- la calmo la latina abrazándola por los hombros -jamás digas que eres inútil. Recuerdas que fuiste tú la que me enseño como vestirme bien, o como hablar con las chicas que me gustaban... eras un tanto exigente- ambas sonrieron -pero siempre me resulto.
-¿Como te sientes?
La morena trago saliva en realidad justamente ese día no se sentia del todo fuerte, pero aún así sonrió simpática; -Muy bien, ¿porque?
-Oh, no lo sé- exclamo pensativa Trina -¡Quizás porque en menos de dos horas, iras a detener un meteoro que viene directo a la tierra!
-Oye... tranquila estaré bien, no..- se corrigió -estaremos bien.
-¿A que hora debes irte?
La latina miro el reloj en su muñeca; -Falta media hora, debería irme poniendo el traje para irme a la casa blanca.
-Vete, no quieres llegar tarde con el presidente.
Tori se paro con más animo, caminando rápido hasta Jason que llevaba dos bebidas en mano. Cuidando que la novia del chico no estuviera cerca susurro; -La chica... ¿es ella?
-¿Ella es que?
-Ya sabes, la indicada.
-Créeme nunca había estado con una chica más de dos meses, ella en verdad es especial para mi.
-¿Sabe sobre mi?
El pelinegro se encogió un poco, mostrando una expresión tímida algo raro de ver en él; -No pude evitarlo, ella sabe lo bien que nos llevamos, se lo mencione en cuanto lo supe... no te preocupes es muy discreta jamás dirá nada, no te enojes conmig-
-Nadie esta enojado, estoy muy feliz de que sea la indicada,- comento cómplice la castaña levantando una ceja -es muy guapa.
-Cuidadito que le digo a mi hermana
-Ni lo pienses,- se espanto dandole un coscorrón -que lo digo con todo respeto. Por cierto ocupo irme a poner el traje, luego vuelvo.
Sin pensarlo más llego a la habitación principal levantando su prenda del suelo, colocándosela como siempre en unos segundos, bajaba por las escaleras viendo como sus dos empapados amigos se secaban, su novia salto sobre su pecho abrazándola cosa que correspondió inmediatamente.
-En cuanto me extrañes, yo ya estaré aquí.
-Eso es imposible, Vega... yo siempre te estoy extrañando,- musito firme la guionista besando a su novia -pero quien me manda a tener un superhéroe como prometida.
-Y quien me manda a mi, a enamorarme de una persona tan asombrosa como tú... alguien aparentemente dura que me ama con todo el corazón.
La ex-gótica reprimió el llanto en su garganta, aferrándose al cuerpo de su amante -Deja de decir cursiladas y apúrate en volver, ¿si?
-Esta bien, mi amor.
Se fueron despegando de su abrazo, dándose un beso tierno cuando se separaron por completo, todos miraban la escena y en el televisor pasaban en vivo a la gente que esperaba en la casa blanca.
-Todos te esperaremos aquí hija- inquirió David dandole una palmada en el hombro -pero antes de que te vayas, Jason consiguió algo para ti.
El chico se paro del sofá donde estaba, para caminar sacando algo parecido a una pulsera del bolsillo de su pantalón, lo extendió hasta la latina que lo miro intrigada.
-En la universidad tengo un amigo que tiene contactos... este brazalete tomara coordenadas de donde estés, es muy resistente a cualquier tipo de contacto y se aferra fuerte a su portador, lo que quiero decir..- suspiro claramente nervioso -por si te llegas a perder en el espacio, o algo llega a suceder, sabremos exactamente donde estas.
-Muchas gracias, Jason- se expreso la morena poniéndose el artefacto en la muñeca -no se preocupen tanto por mi, estaré bien y una vez el meteoro este fuera... saldremos a desayunar.
Viendo el poco tiempo que quedaba, se despidió marchándose sin decir más. Corriendo de una manera increíblemente veloz, llego a la casa blanca donde la multitud le hizo espacio a la entrada donde miles de luces de cámaras le recibían. El presidente le saludo con un mero apretón de manos, y científicos se acercaban a ella.
-Te diremos donde esta, las coordenadas son-
-No se preocupen, sé perfectamente donde esta.
Tori en lugar de parecer inquieta, o angustiada por haber despegado directamente hacia un meteorito... tenia una sonrisa en la cara, y una mirada soñadora de esas que te roban el alma con un suspiro.
Su piel dolía cuando pasaba las distintas zonas de la atmósfera, por lo que en la termosfera ya lo suficientemente cerca del meteoro las venas invadían su piel como su piel palidecía, aún con la vista en su objetivo rechino los dientes ante el potente dolor en su cuerpo, gritando como sus puños llegaban al meteorito.
Porque existen personas que sé preocupan por sí mismas, otras que no tanto... pero que es de una persona cuando da todo por los demás.
Algunos le llaman héroe, pero ella... ella le llama destino.

Continuara...

superman (tori y jade)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora