SuperMan 22: Es ahora o nunca

2K 118 0
                                    

("Un año despues")
Era un día relativamente soleado, los pájaros deambulaban de lado a lado, los parques se llenaban, el trafico era igual de insoportable desde que habían extendido la ciudad, los ejecutivos corrían de por cada calle con maletines en mano y fuertes corbatas en sus cuellos. Propaganda de publicidad por todos los muros disponibles, camiones e incluso bancos. La pequeña ciudad que un día había sido, estaba totalmente cambiada.
Nuestra latina que recién salia del trabajo venia caminando por las calles, con su típico atuendo y gafas. Llevaba el celular en la oreja y con su otra mano sostenía un maletín, seguramente lleno de archivos.
—Hoy no puedo chicos— decía entrando a una tienda bien decorada bajando el tono de voz al pasar —Le dije que hoy es mi aniversario séptimo con Jade... es especial— negó con la cabeza al escuchar a sus dos amigos resoplar por el aparato —Si, es muy, muy importante.
Una joven del local salia a atenderle se quedo parada al verla hablar por teléfono, la morena le hizo un ademan con las manos comunicándole que terminaría de hablar en un momento.
—Ustedes vayan a divertirse, prometo estar para la próxima— soltó una risa por un comentario del titiritero —¿Te ha dicho Andre que pareces mi esposa?— el músico y la castaña rieron con fuerza —Sé que sera la fiesta del año pero, esta noche sera diferente y...— se paro frente a una de las tantas letrinas que había —especial, chicos. Los quiero y no se enloquezcan demasiado, espero salir con ustedes en la siguiente.
Se despidió, y aclaro su garganta al guardar su celular en el bolsillo de su saco.
—Disculpa,— expreso pasando una mano por la parte trasera de su cuello —en realidad estoy algo nerviosa.
—No se preocupe, es un lindo día— comento la empleada en forma de saludo —Imagino, señorita...
—T-Tori... mi nombre es Tori— extendió su mano y las estrecharon como algo meramente formal —Tiene razón, es un lindo día.
—Bueno, yo soy Naomi y como decía imagino que sus nervios son por...— elevo las cejas en una mueca cómplice —Una sortija de compromiso, ¿o me equivoco?
La latina jalo su corbata sintiendo que el aire le faltaba —N-No, no se equivoca— negó con la cabeza —Este... un amigo me recomendó este lugar y, y me parecio lo mejor elegir un anillo por aquí.
—¡Oh, ya veo!— espectó la joven sacando varias opciones de distintos gabinetes —Este es el mejor lugar, no pudo estar mejor recomendada. ¿Puedo saber el nombre de su amigo?
Tori se había perdido unos segundos viendo tantas diferentes variedades, tamaños y colores de sortijas pero agito la cabeza para concentrarse —S-Se llama Beck... Beck Oliver.
—¡OH POR DIOS!— chillo la chica dando un brinco tal cual conejo —¡¿EL ACTOR?!.. ¡¿Esposo de la famosa diseñadora... Cat Valentine?!
La castaña asintió con la cabeza, demasiado distraída observando como para ver a la joven apunto de colapsar de emoción. Se veía en sus ojos la determinación y el esfuerzo en encontrar justamente el indicado, aun con esas gafas... sus ojos eran la puerta más grande hacia su alma.
—Parece ser una chica afortunada..
—¿A q-que te refieres?
—La chica a la que le entregaras el anillo— afirmo la muchacha sentándose sin quitar la mirada de la morena —Parece ser que la amas demasiado, y lo dice alguien que hace diez minutos no te conocía... y cinco de ellos no platicabas conmigo.
—Es complicado, sabes— ajusto sus lentes con un toque en el entrecejo —Ella es hermosa, ella es todo lo que quiero como mujer, y... y la veo, y todo lo que creo real, todas las preocupaciones o disgustos, todo lo que creo humano...— suspiro —Se vuelve obsoleto, parece irreal... porque para mi ella es perfecta.
La joven le escuchaba atenta mientras hacia al lado varias gavetas en busca de algo, seguía prestando le atención cuando siguió hablando.
—Podría estar en la mansión más lujosa, el lugar más bonito y elegante... muebles de oro, diamante o plata, todo un lugar de selección, clase, algo casi nunca visto, pero aun con todo eso... Ella, Ella me deslumbraría más... mucho, mucho más.
Cuando la latina paro de hablar, la muchacha la observaba con media sonrisa recargada en una pared de su costado. Había abierto una misteriosa gaveta y la ponía enfrente de ella, de manera segura y discreta.
—Este es un encargo muy, muy raro— explico Naomi comenzando abrirlo —Dicen que el rey de Inglaterra lo compro para su esposa hace, muchísimos años... El estilo es uno de los más vendidos, por su belleza y perfección como lo han descrito. En realidad, este no es un anillo que mostremos a todos lo clientes, pero digamos que tú— guiño el ojo derecho —me agradas un poco.
Evidentemente, de todas las sortijas que había observado las ultimas tres semanas. Sin duda alguna ese era el indicado para ella, tenia un hermoso diamante y en el aro había otros que giraban en torno a oro puro, brillaba y parecía estar hecho... para una reina como cuenta la leyenda.
—¡Lo quiero!

Esa noche seria especial, su departamento no era del todo lujoso había de admitir. Pero lo había arreglado lo suficientemente bien, para la ocasión. La mesa de roble con únicamente dos sillas, había guardado la mesa de seis que era cuando su familia le visitaba, que ocurría muy frecuentemente. En el aire flotaba una exquisita fragancia a jazmín y rosas rojas... brindándole al lugar un toque romántico, que acentuaba con la vela de centro de mesa.
En el refrigerador estaba un vino tinto australiano que le habían recomendado por ser uno de los mejores, en realidad la castaña de esos temas no sabia mucho por lo que pedía algunos consejos. De cena, bueno... había intentado hacer pollo a la parrilla varias veces, no le funciono del todo bien por lo que termino por ordenarlo. Pero le pidió ayuda a su hermana para hacer el postre, un sabroso pastel de vainilla y fresas, con capas de galleta.
Se vistió de manera elegante de manera rápida pues casi llegaba la hora, saco las gafas de su rostro y se baño de manera veloz. Un traje obscuro, con camiseta blanca debajo y en el bolsillo de su pecho salia un pañuelo rojo. Vio su celular vibrar y contesto.
—¿Mamá?— pregunto al oír los típicos regaños de Holly desde que vivía sola —Si, si... ella pasara la noche conmigo— negó con la cabeza aunque evidentemente no la pudiera ver —Esta bien, mamá.. prometo no comer sólo comida rápida... claro le mando tus saludos a Jade.
Se sonrojo de sobremanera ante un comentario de su madre.
—¡Mamá, ni siquiera se lo he preguntado!— grito —¡¿Como que, que tiene?! ¡No se, si ella me dirá que si!— se tuvo que alejar del celular cuando Holly comenzó a carcajearse con locura —¡¿De que te ríes?! ¡Estoy nerviosa!— inhalo y exhalo aire con fuerza —Si, yo tambien te amo... gracias. Salúdame a papá, besos.
Colgó el celular con una sonrisa, girando su vista hasta el reloj de la pared que marcaba las siete y un cuarto. Se sentó en el sillon de manera prolija para no arrugar su traje, unos minutos en el televisor la relajarían, Jade debía llegar en cualquier momento porque acordaron a la siete.
Nunca se había dado cuenta de cuan aburridos podían ser los noticieros hasta ese día, paso por el canal de caricaturas donde encontró la manera de distraerse, sea lo que sea la pantera rosa entretenía bastante. Giro su vista de nuevo al reloj, sorprendiéndose al ver que faltaban cinco para las ocho.
Tomo el celular en su mano sudorosa, marcando el numero uno en marcador rápido dirigido a su novia. Trago saliva mientras su pie marcaba un ritmo en el piso, en una señal clara de nervios.
—Lo sentimos, el numero que usted marco, no esta disponible.
La morena tallo su cabello, y se quito el saco esperando calmar el calor que sentia en ese momento. Tapo con aluminio los dos platos de comida para que no se echaran a perder. Supuso que solo seria un retraso ocasional y se puso a buscar otro canal, se recostó un poco más cómoda en el sofá sin darse cuenta de llegar a los canales de escándalos.
—Entonces tenemos a la famosa directora... Jade West.
Paro su recorrido de canales al escuchar ese dialogo, en pantalla pasaban una foto de su novia al lado de uno de sus tantos éxitos "Actividad Paranormal" era de genero terror y ella sonreía. Se ve guapa, pensó la morena.
—Muchos saben que nuestra querida Jade, tiene amistades de prestigio... Cat Valentine su mejor amiga, una de las más grandes diseñadoras, o Beck Oliver con el gran actor, ambos tienen gran renombre por esta ciudad.
—Cierto, Paul— espectó otra chica del programa —Pero varias fuentes nos han informado que al preguntarle por parejas... ella afirma estar saliendo con alguien y es una larga relación.
Tori sonrió de forma infantil al saber que su novia, podia mencionarla debes en cuando.
—Esto nos arruina lo que todos queremos— comento duro Paul mientras mostraban imágenes de personajes famosos con la susodicha —Porque tenemos que admitir que muchos chicos dan buena imagen junto a ella, y en cambio que tenemos... ¿Como era que se llamaba?
La expresión de la latina cambio totalmente, su ceño estaba fruncido y apretaba sus manos con fuerza.
—Victoria Vega— le contesto la mujer —Por lo visto es hermana de Trina Vega, y lleva una amistad con Andre Harris y Robbie Shappiro... como quien diría una roba-fama más para la lista.
—¡Oh, por supuesto! Todos le reconocemos en el mundo artístico, una triste periodista como podría... compararse. Es una don nadie, y por supuesto... se olvidan de su nombre.
La castaña rechino los dientes, dando un clic al control para aventarlo con furia al suelo donde se destrozo en pedazos. Camino al refrigerador no sin antes mirar el reloj que marcaba las nueve y media, se sirvió media copa de vino y regreso al sofá.
«Trabajaras en una puta empresa de la prensa, donde hablaras de gente que ha llegado lejos, estarás detrás de papeles, con un misero sueldo... llegaras cansada a casa para que al final de tu vida ¡NADIE CONOZCA TU PUTO NOMBRE! ¡¿Eso quieres?!»
«Porque tenemos que admitir que muchos chicos dan buena imagen junto a ella, y en cambio que tenemos... ¿Como era que se llamaba?»
«Una triste periodista como podría... compararse.»
Las palabras rebotaban de forma cruel en su mente, mientras la copa de vino se llenaba y volvia a terminar. Se sentia pesada, desde aquel día jamas volvió a ver a Ryder pero él había continuado creciendo, tanto que era internacional mente conocido. La latina estaba dispuesta a apagar la televisión con el botón al costado de la pantalla.
Emitían en vivo, y en la pantalla estaba... Jade, en una entrevista que seguramente al día siguiente seria muy conocida. No quiso ver más, lo apago. De un tirón se quito el pantalón, se aventó en la cama y sentia el alcohol quemando le la garganta. A como pudo tomo su celular, queriéndose sentirse un poco viva.
—¿Hola?— respondieron por la otra linea mientras la morena veía la pequeña caja roja en su mano —¿Tori, estas ahi? ¿Tori?
—Chloe...— su voz se oía rasposa y entrecortada tal vez por el alcohol... o sus ganas de llorar
—¡Oh, por Dios!— exclamo la rubia —¿Todo bien? ¿Estas enferma? ¿Necesitas algo?... ¡Tori, responde!... Diablos te digo que me respondas, Tori.
—E-Estoy bien— suspiro —Sólo no me cuelgues, habla conmigo... ¿Si?
—Claro, claro. ¿No tenias tu... tu aniversario hoy?
—Si, si lo tenia.
—Sabes,— rio nerviosa la rubia —cuando me siento mal siempre recuerdo cosas buenas que me han pasado. Como la primera vez que comí un helado, o cuando aprendí a andar en bicicleta, puede ser... cualquier cosa.
Hubo un silencio hasta que la castaña hablo.
—La... La primera vez que vi a Jade, era castaña y tenia el ceño fruncido... en verdad ella estaba muy, muy enojada. Siempre me miraba como si quisiera matarme y eso me enloquece de sobremanera, no sabia si era miedo o nervios pero me mareaba con solo verla unos minutos... eso, eso me hace sentir... no se, como me debería sentir... ¿como?...
—Okey. Esto ha sido un mal ejercicio— reprocho Chloe soltando una risa —Mejor te digo que mañana tendré una entrevista en directo desde un avión. ¡¿Puedes creerlo?!
—Siempre has sido muy buena con las cosas en directo— halago la latina mientras se hacia bola con una manta —Eso no debería sorprenderme, verdad.
—Se la haré a... tu novia.
Tori amplio sus ojos, antes de volver a ver desde su puerta abierta el reloj que marcaba la media noche y como la vela recién se apagaba por la falta de cera —Suerte con eso— murmuro —Tengo que dormir, mañana trabajo... ya es tarde.
—¿No habías pedido el día libre?... Trabajas sin parar, te hace falta tomar un descanso.
—No lo creo, lo mejor sera que vaya mañana. Te deseo suerte con la entrevista, adiós.
—Buenas noches, Tori. Espero descanses.
—¡Ey, Chloe!
—¿Q-Que pasa?
—Eres un asco para levantar el animo, ¿Sabias?
—¡Oh, callate, idiota!
Por un pequeño momento se permitió soltar una suave risa —Solo bromeo, gracias. Buenas noches.
La llamada termino y la morena pudo leer un mensaje de las once que decía; Lo siento. No hace falta decir de quien fue, pero le seguían varios acordando que se verían al día siguiente y... solo por ese día. La castaña se acostó, apago el teléfono sin contestar ni un solo mensaje.

Una mañana cualquiera en la ciudad, el sol apenas salia cuando la latina tomo su carro para dirigirse al trabajo. Compro café negro, haciendo una mueca de disgusto al tragar, no había dormido mucho y en verdad lo ocupaba.
Su jefe se sorprendió al verla ahi, pero sonrió al verla entrar a su despacho y sumergirse en unos informes. Era un día calmado, no había noticias de nada en particular. Eso si, la famosa entrevista que estaba dirigiendo Chloe estaba por todas las televisiones del edificio, algo normal pues eran compañeras de la misma empresa de publicidad.
Tori se estiro en su asiento de piel, sabiendo que ese avión se dirigía hacia la ciudad donde estaba. Chloe se veía emocionada en televisión sus hoyuelos se marcaban al hacer cada pregunta, mientras Jade respondía de manera fría y parecía no haber dormido lo suficiente.
—¿Cuales son tus nuevos proyectos?— espectó la rubia desde el televisor —Tenemos informes de una nueva grabación, parece algo grande.
—En efecto, estamos filmando "Actividad Paranormal 2".
—¿Y que nos dices sobre la re...¡AAAAAHH!
La cámara había caído perdiendo toma, el personal sorprendido se acercaba al televisor. La ultima imagen que se había visto había sido, la ex-gótica pegando duro contra el asiento delantero, la castaña se para de su asiento de forma grotesca.
El aparato mostró a un hombre delgado, anunciando.
—El vuelo en emisión tiene un emergencia, el propulsor derecho esta fallando y el avión comenzara a perder altura, lo que afectara en el motor... fuentes externas intentan alertar su caída. ¡Repito, el avión sobrepasa la ciudad podría caer en cualquier momento!
El personal estallo en plegarias, sus ojos ampliados en susto y miedo. Si el avión caía no solo morirían los tripulantes, si no todo el espacio de viviendas donde llegara a caer.
La morena con paso firme corrió hasta el elevador, con suerte la señora Parker se bajo en el piso quinto, dejando le camino a la terraza libre.
«He traído este traje debajo de mi, los pasados tres meses. No puedo seguir asi, esto es... es... Es ahora o nunca.»
Desabrocho su corbata y de un tirón abrio su camisa dejando ver la "S" de su traje. Mientras en el mismo instante quitaba las gafas de su rostro, mostrando una mirada vivas y determinada.

—Pedimos a los pasajeros conserven la calma, usen su mascarilla de oxigeno.
Chloe había caído por un pasillo, el avión estaba descontrolado y ella había olvidado de usar el cinturón por la emoción. La pelinegra se quito su protección dispuesta a ayudarle, le tendió la mano haciendo una mueca de dolor cuando en un movimiento brusco termino por chocar con un asiento. Logro que la rubia tomara asiento cuando ella no lo logro, saliendo disparada al fondo de los asientos donde pego con una pared.

—¿Que— pronunciaba el piloto del avión —es eso?
Señalo un foco rojo en el ordenador electrónico que mostraba su área de vuelo, sus coordinadas y aproximadamente a que altura estaban del suelo.
—¡¿Que rayos es eso?!
Por el intercomunicador les respondieron el llamado —Es un objeto no identificado, llegando del sureste, y... se acerca muy rápido.

La ex-gótica se había quedado replegada a la pared, resistiendo mientras intentaba tomar una mascarilla de oxigeno, su vista se poso por unos instantes en la ventanilla donde paso algo de manera rápida. Amplio los ojos al reconocer; el azul y rojo.
Tal vez seria imaginación, pero escucho claramente pisadas por el lado izquierdo del avión. Un hombre le tendió la mano, la tomo para sentarse con manos temblorosas abrocho el cinturón y logro ponerse la mascarilla.

La morena veía que el estabilizador se estaba incendiando y comenzaba a caer en forma de giros fuertes y destructivos. El timón estaba en mal estado por lo que fue primero a por una ala, tomándola con sus brazos estirados.
Por dentro de el, Chloe le logro divisar con los ojos ampliados en su máximo. Para mala suerte de la castaña la ala que sostenía se rompió. El avión iba en su destrucción con más rapidez ahora en picada, la latina solo puso ambos puños en el frente para darse más velocidad.
Con toda su voluntad de alcanzar el transporte de miles de personas, y no falta decir... el amor de su vida. La otra ala salio destrozada chocándose con ella que la atravesó como sí de papel se tratase.
—¡Exceso de velocidad! ¡Exceso de velocidad!
Era lo que escuchaban los pilotos, mientras los tripulantes lloraba y unos comenzaban a rezar plegarias, en definitiva nadie podia verle una salida a esa situación.
Cuando al fin la latina logro rebasar el avión, coloco todo su cuerpo en la punta donde iba de picada, el cielo pronosticaba caída de aviones en un simple juego de béisbol. Los jugadores salieron botados del césped de juego, como los espectadores veían el humo que el transporte traía. Algunos gritaban, otros apuntaban.
Se levantaron de sus asientos ante lo que sus ojos veían, alguien castaño de cabello ondulado con grande capa, el frente del avión se achataba entre más bajaban al suelo. La morena recargo su rostro usando fuerza al volar, para retener todo el avión mientras volaba. Su capa se extendía y su cuerpo se amoldaba con ese traje.
De manera sutil y delicada, con lo más que se podia en esa situación, fue bajando el avión hasta recargar lo en todo el campo, los pasajeros sintieron el aterrizaje mientras sus cuerpos se movieron en una caída lenta.
Cuando todo estuvo estable, y el transporte solo soltaba un humo inofensivo... La audiencia estallo en gritos y porras, en saltos y chillidos... Los pilotos estaban atónitos, y los pasajeros respiraban de manera acelerada y aliviada.
La castaña tomo la puerta del avión y la saco de un tirón, unos infla-bles se formaron para una caída de emergencia y ella entro. Camino con su capa siguiéndole, mientras el viento acomodo su cabello castaño de forma perfecta. La rubia le miraba con la boca abierta, igual que muchos de los pasajeros.
—¿Están todos bien?— pregunto de forma segura y se quedo mirando con la cabeza ladeada a cierta pelinegra del fondo, quien se levanto de su asiento al conectar las miradas —¿Estas bien?
Todos los tripulantes giraron su vista a la ex-gótica, quien se quedo un momento con la boca medio abierta, ante todo lo acontecido.
—Bueno,— volvió a hablar la morena —Sólo espero que esta experiencia no implique que vuelen en el futuro, estadística mente... es la forma más segura de viajar.
Hizo un ademan con la mano en forma de despedida, cuando todos levantaron la mano "¡Espere!" decían, pero ya estaba en la puerta echando un vistazo al estadio, que gritaba con alegría y conmoción, todas esas sonrisas, aplausos y silbidos.
En la pantalla gigante la mostraban, su mirada y su media sonrisa. Porque en ese momento, toda la ciudad festejaba... estaban mostrando eso por señal directa a todos, que en lugar de un partido de béisbol, le veían y aplaudían. Los hombres en la linea de aéreo lineas se abrazaban, todos lo hacían. Se regalaban sonrisas, abrazos y apretones de mano.
La latina sonrió un poco más para poner un puño al frente y salir volando del lugar, donde una pelinegra la miraba marchar, y sin saberlo una gran sonrisa adornaba su rostro.
...
De vuelta en la oficina, la morena esperaba que no se percataran de su partida... ni lo habían notado. Pero habían convocado una reunión general urgente por lo que ajusto su corbata y peino su cabello de forma rápida.
Se topo con Chloe en la entrada a la junta, pero parecía perdida en su mundo con la boca abierta que ni siquiera contesto el saludo de Tori.
El jefe se puso en la mesa del lado derecho y la fila de trabajadores se extendía por una mesa, unos quince por cada lado. El hombre tallo su bigote canoso poniendo sus brazos para pararse y ver a todos sus colegas.
—Muy bien todos, escuchen— exclamo serio él —Quiero saberlo todo, rápido. Ricky quiero ver fotos de ella... él.. en todas partes. Eso tambien investiguen lo, ¿Es él, es ella?... Quiero saberlo. ¡Deportes! ¿Como van a sacar ese gran avión del estadio? ¡Viajes! ¿Porque eligió ese vuelo precisamente? ¿Como se entero? ¡Sociales! ¿Se ha enamorado de alguien? ¿Le gustan los chicos o las chicas? ¡Modas! ¿Que significa su traje? ¿Es aprueba de fuego? ¡Salud! ¿Esta en buena forma? ¿Como se denomina una chica con pene? ¡Negocios! ¿Como afectara esto a los negocios de aerolíneas? Largo y corto plazo. ¡Política! ¿Defiende la verdad, la injusticia? ¿Quiere la paz?
Dijo esto sin siquiera respirar, cuando estaba por salir del lugar, alguien murmuro.
—¿C-Como le llamaremos?
El hombro se giro en sus talones con media sonrisa saliendo por sus bigotes, puso una mano en su barbilla dandole interés al asunto.
—Quiero que quede claro. Ella es...— inhalo y exhalo aire —Ella es... SuperMan.

Continuara...

superman (tori y jade)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora