SuperMan 27: Jurar amor de por vida

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Para algunas personas ese era un día simple, un día normal, un día cualquiera. De otras era el cumpleaños, una cita esperada, tal vez un velorio, o el concierto en el que siempre deseaste estar. Pero realmente... esto es lo que menos nos importa, porque solo debemos centrarnos en nuestra pelinegra favorita que da vueltas en un pequeño cuarto, acompañada de su madre y hermano.
-Lo dije claramente durante tres semanas no quería ninguna interrupción,- expresaba con el celular en la oreja -¡me vale madres si tú empleo depende de esto, son mis vacaciones!- sus tacones resonaban fuerte contra el piso -¿A quien vas a mandar? ¿en cuanto llega? ¡Lo quiero en diez minutos si no me vas empacando tus cosas y guardas tu sueño de representante aclamado para otra vida, imbécil!
La llamada termino, sin ninguna despedida. Jadelyn se paro del sofá fino donde estaba recostada para tomar el hombro de su alterada pero muy bien arreglada hija.
-Te dijo que los sacara de aquí, tienes que tranquilizarte- dijo soltando su hombro para suspirar -el maquillaje no puede tapar la vena que siempre sale de tu frente cuando te enojas.
La guionista se desplomo sobre un banco pequeño, poniendo ambas manos sobre su rostro, su hermano la miraba curioso.
-Es que es tan injusto,- musito mirando por la ventana que quedaba a su costado -con Ryder, Andre, Robbie, Beck, Cat e incluso Trina era imposible que ninguna información se filtrara para los estúpidos reporteros entrometidos y tal vez me tiene más mal que yo se lo prometí, ¿entiendes?
-Esto no es tu culpa,- aclaro su hermano mirándola -la gente habla, los medios explotan, son cosas de todo los días deberías saberlo ya.
-Yo lo entiendo, pero que pasa con Tori...
-Ella lo entenderá hija, en cuanto se vallan podremos continuar con todo y contigo pasando al altar, aun no logro que tu padre deje de llorar culpando a su inexistente alergia a las margaritas.
-Todo un West,- resoplo graciosa la ex-gótica -¿como estará ella?
-¿Tori? Seguramente más nerviosa que tú, hija ya la conoces debe estar tan tímida como siempre.
La pelinegra curvo sus labios en una media sonrisa imaginándose a su amante.
-Oh si, super angustiada.- comento Jason
...
En otro cuarto totalmente alejado al primero estaban David, Holly, Trina y Tori.
-Mientras siga viendo tu cara en la cara de la luna,- cantaba entonada la castaña dando un vals torpe con su madre -mientras siga escuchando tu voz entre las olas entre la espuma, mientras tenga que cambiar la radio de estación porque cada canción me hable de ti... de ti... me hable de ti.
-Basta hermana bebé,- la paro su hermana con quien continuo bailando -creo que ya mareaste lo suficiente a mamá.
-Y yo sé que tal vez, tú nunca escuches mi canción yo sé, y yo sé que tal vez te siga usando así robándote mi inspiración... ¡estoy muy feliz!
-Lo sabemos hija,- rió David sosteniendo el hombro de su esposa que sollozaba desde la mañana -estas como niña en navidad.
-Te juro que ni aunque fuera navidad, ni aunque tuviera un diente para mi almohada, ni aunque el conejo se hubiera retrasado, ni aunque la primavera llegara por segunda vez, ni aunque pizza lloviera del cielo... nada, absolutamente nada se compara con lo que siento justo ahora.- aclaro aplanando con nerviosa su blanco vestido corto -Es que... yo en verdad la amo.
-Créeme lo sé,- expreso Trina en un suspiro -lo sé desde que tienes quince y lo sé ahora.
No esta por más decir que un abrazo cursi familiar se hizo aparecer, incluso el señor Vega intento disimular la lagrima que caía en el hombro de su hija mayor. Sabia que era un héroe, una publicista profesional, y una adulta... pero para él jamas dejaría de ser su niña pequeña... aquel bebé indefenso que cayo en su patio delantero.
Toc, Toc.
El ruido de alguien tocando la puerta se hizo presente, y al instante una melena atada en coleta hacia su aparición.
-Podemos robarles un momento, los padrinos y un amigo tambien quieren una charla antes del altar.
La familia asintió con la cabeza saliendo despues de un "rápido" abrazo, quedando en el lugar nadie más que Andre, Robbie y Ryder, quienes veían asombrados a su amiga antes de procesar la imagen.
-Pero mírate chica,- hablo primero el músico -te ves increible, te ves... tripiante en tantos sentidos.
-Cierto Victoria,- expreso el empresario que la abrazo amistoso -los vestidos te sientan muy bien, aunque no me quejo de tus jeans y camisas ambos estilos te quedan.
-Oh por Dios,- este era Robbie que secaba sus lentes con su saco amarillo fosforescente -el pequeño moño negro fue un buen toque, sigues siendo tú... por cierto eso fue idea mía.
-¿Ya no estas enojada con nosotros?- Ryder sonreía inocente tallándose el cabello
La morena se cruzo de brazos sentándose en el sillon más cercano que era para dos, rojo de piel, bastante cómodo. Andre se sentó a su lado, mientras el ex-titiritero y el joven Daniels jalaban dos sillas para ponerse enfrente, la miraban ansiosos y atentos.
-A quien engaño,- se rindió la latina sonriendo -no me puedo enojar con ustedes y menos el día de mi boda, ¿cierto?
-Me parece muy sensato de tu parte, sabes que no fue lo que nosotros planeamos... solo queríamos que te divirtieras.
-¡Llevándome a un table dance en mi despedida de soltera!- chillo la publicista con un mohín en los labios -¡¿Como se les ocurre?!
-Todos parecían muy divertidos,- se excuso Andre intentando contener la risa -ademas Jason estaba ahí viendo que todo estuviera controlado, y Chloe se enrollo con la de la mesa siete no le veo ningún problema.
-¡Jason se emborracho y bailo la macarena en el tubo de nuestra mesa!- reclamo de nuevo -¡Ademas no se me hace sensato que mi mejor amiga la cual creo... es la más cuerda de mi grupo estuviera con la mano... con toda la mano en una parte... muy privada de alguien con quien no charlo más de una copa!
Robbie no pudo evitar soltar una carcajada ganándose la mirada asesina de su amiga.
-¡Ay vamos Tori, no me digas que no fue gracioso cuando el policia que nos paro termino de fiesta vestido de peppa la cerda con nosotros!- dijo el musico
-Okay... eso si fue algo gracioso.- comenzaba a ceder ocultando una sonrisa -¡Pero una tipa me aventó su sostén a la cara!
-¡Uy si, esa chica si que te traía ganas!- soltó sin ningún filtro Ryder -creo que se rindió cuando seguimos la fiesta en el estacionamiento de Burger King y pintaste ese grafitti de "Jade y Tori por siempre"... hasta borracha eres cursi.
-¡Eso no fue mi culpa ustedes querían que pintara, no se me ocurrió nada más!
-Robbie fue tan original poniendo "estuve aquí",- comento Andre sacando su celular para ver la foto del muro de aquel abandonado lugar pero siguiendo con las fotos -¡Oh, recuerdan cuando entramos al super mercado y tomamos todos esos carros para inválidos!- ladeo la cabeza -Un segundo... ¿como es que estaba abierto tan tarde?
-No lo estaba,- musito el empresario dandole un trago al vaso que parecía pegado a su mano -contacte con un amigo y me regalo ese Waltmart... me debía algunos favores. Terminamos tumbando la puerta antes de que él llegara con las llaves.
-¿Y la banda de mariachi mexicano que nos siguio hasta tu casa?- pregunto el comediante apuntando al musico
-¿Y la chica con la que te besaste en el comedor cuando te aventaste los nachos encima?
-¿Y el mono que nos trajimos del zoológico?
-¿Y la vieja que se restregaba en el piso con una canción de Ricky Martin?
-¿Y donde quedaron las motos que compramos para la carrera de las 3 de la madrugada?
-¡Oh Dios pueden callarse!- los calmo la castaña sin poder reprimir una risotada -Esta más que en claro que fue una noche muy larga pero pueden ponerse serios por una vez en su vida, Ryder... tú sigue como... tú.
-¿Que se siente que en unos minutos estarás de por vida,- preguntaba Andre con una mezcla de pánico y melancolía -con una sola mujer?
-Solo he estado con una mujer en toda mi vida, y no puedo imaginarme a nadie más.
Andre y Robbie se acercaron a darle un abrazo, corto y intenso como cualquier saludo de macho pecho peludo, si pasabas por alto sus ojos llorosos. Ambos chicos salieron lentamente de la sala dejando solo al empresario dentro, que veía la ventana como si se tratara del acertijo más complicado.
-¿Como lo haces?
-¿Que cosa?
-El que todos comiencen a quererte de esa manera, como sí convirtieras todo tu entorno en tu propia familia, es sorprendente incluso para una persona como yo.
-En realidad, yo no hago nada y supongo que simplemente tengo suerte.
-Tú no tienes suerte,- la mira con media sonrisa -tú eres la suerte.
Se medio abrazaron intentando no tomar el momento como niños, dándose palmadas en la espalda tal cual afecto en cantina.
-¿Todo bien en el trabajo, Ryder?
-Va excelente,- contesto viendo fugazmente su celular -pero me acabo de encargar de un contratiempo molesto, había unos reporteros afuera queriendo filmar la boda.
-Lo supuse,- intuyo tranquila la latina mirando el ventanal -la gran guionista Jade West va casarse, no es algo que pase todos los días, ni otra vez... eso espero.
-Realmente, dos personas grandes se casan pero una esta encubierta y supongo que... es mejor así.
-Lo es.
-Te das cuenta de que podrías tenerlo todo, absolutamente todo en la palma de tu mano... pero eres una idiota, una idiota tierna a fin de cuentas una idiota. Una idiota pacifista, sin ningún tipo de interés en las cosas que para todo mundo valen, tu perspectiva de la vida es totalmente diferente... tal vez por eso me agradas.
-Tú tambien me agradas.
...
-Papá sí sigues llorando empezare a pensar que la parte frívola de la familia... viene por parte de mamá.
-Es que tienes que entenderme hija,- Jordan se secaba las mejillas -mi única niña se casa hoy, aun sigo sin creerlo... por otro lado tu madre sigue festejando que tienes dos meses de embarazo.
-¿Ya le dijiste que no podemos comprar nada hasta los siete meses, cierto?
-¿Crees que me haría caso?- rió el hombre pasando su brazo por los hombros de su hija -Creo que no vas a ocupar nada, compro de todo en colores amarillos, lilas, verdes, o salmón... ya sabes porque aun no sabemos el sexo, o por sí bueno ya sabes.
-¿Ya sé que?
-Por sí... nace como Tori o algo así. Le amaremos igual de eso no tengas ninguna duda, ese sera mi nieto y golpeare a quien sea que le critique o insulte... es un West por lo tanto ya es alguien grande.
-Lo ególatra no se quita con los años, ¿cierto papá?
El señor West se limito a reír poniendo su mano cuidadosamente en el vientre de su hija, ella estaba con un vestido negro corto pero con cola y con encaje en la parte de la espalda, un bien pronunciado escote con joyería plateada.
-¿Estas lista?
-Como nunca antes.
...
Las trompetas le hacían anuncio de llegada como tomo el brazo de su padre caminando con las miradas fijas en ella, había mucho césped y algunos venados asomaban la cabeza por el fondo, algunas mariposas rondaban asustando o encantando a las personas. Tori estaba en el altar mirando a su amante como sí su vida dependiera de ello, con una mirada tan expresiva, tan llena de amor, que conmovería al más frívolo abogado, a sus lados estaban sus padrinos el músico de rojo, y el comediante de amarillo.
Cat estaba con un vestido purpura y Beck con un traje negro elegante, la primera esperaba con los anillos y el segundo sonreía tanteando su reciente barba. Jadelyn explotaba de emoción apretando a Jason del brazo y los señores Vega estaban en primera fila con su hija mayor intentando mostrarse "no tan lloricas".
No supieron en que momento, la pelinegra recibía un beso en la frente de su padre mientras recibía la mano de su pareja.
Sus vestidos contrastaban con sus pieles dandole un toque hermoso, los pájaros cantaban, las ardillas se asomaban por los arboles, y unos cuantos perros jugueteaban por alrededor. La platica del padre se acorto despues de un "le dije que no quería sermones, rápido" por parte de Jade. Los anillos encajaron perfectamente, eran lisos de oro simples pero con solo eso... estaban atadas de por vida, no por ese festejo, no por el papel que firmaban, y mucho menos por las palabras del padre... estaban atadas porque cuando realmente amas a alguien, tú mismo te encadenas, rezando porque el otro haga lo mismo, y en este caso... ambas lo habían hecho.
-Acepto.
-Por supuesto que acepto.
-¡BESO! ¡BESO! ¡BESO! ¡BESO!
No era la primera vez que se besaban, no era la primera vez que las veían, no era la primera vez que sus estómagos se ahogaban en mariposas y sus mejillas se sonrojaban, no era la primera vez... pero por eso mismo, por la promesa, por el juramento de que no seria la ultima vez, y que de ese seguirían mil más. Se sentia diferente porque no todos los días juras un amor eterno.
No todos los días te casas y no todos los días invitas a todos tu seres queridos a celebrar tu propio amor.
Pero hay algo que si puedes hacer todos los días.
Enamorarte.
Es el sentido en comprometerte con alguien, el verdadero significado al decir que vas a amar a alguien para siempre.
Es enamorarte todos los días de la misma persona.
-¡QUE VIVAN LAS NOVIAS!
La fiesta fue ahí mismo, algo sencillo y acogedor. Mesas con manteles blancos, tamales y espagueti para comer, refresco y champange, un hermoso pastes que tenia la marca de un mordisco de cada novia. La música resonaba en sus oídos, no muy alta pero lo suficiente para ambientar a los chicos a bailar.
Por alguna razón los animales seguían a Tori, aunque era divertido ver como Jade los alejaba con celos cargando en el momento varias veces a su morena. Los chicos reian, los chistes, los comentarios imprudentes, y el anochecer llegaba.
Era la hora del baile de recién casadas, les dejaron un lugar en medio para su danza tranquila mientras sonaba alguna canción de Adele. Sus cuerpos rozaban apenas, las dos manos entrelazadas, y sus frentes juntas.
-Estamos casada, quien lo diría.- expreso la pelinegra mirando los ojos marrones que la veían un poco debajo -Si me lo hubieras dicho hace ocho años te aventaba queso ardiendo en el rostro... en verdad no te soportaba.
-Y yo no soportaba no verte.
-No soportaba como me veías... como si fuera lo más maravilloso de este mundo.
-Para mi lo eres.
-No soportaba tu sonrisa, ni tus ojos brillantes, ni tu nariz al hacer un puchero...- sus labios se acercaban sin prisa -y ahora mirándome con esas mejillas rojas, rogándole a mi mente que nos larguemos de aquí y consigamos una cama... diablos Vega no te soporto. Besame.
No lo tuvo que pedir dos veces. Sus labios se unieron, moviéndose entre pausas y sonrisas, creo que no tendría que decir que ambas estaban increíblemente hermosas, brillaban, encantaban, tal vez porque cuando amas a alguien tu rostro se ilumina de manera natural.
-Sabes, en verdad me siento de ensueño.
-Y eso que... todavía no terminamos.
-¡Jade!
-¿Que, falta que tire el ramo?- fingió inocencia la guionista riendo al ver el puchero de su esposa -¿Que pensaste?... oh, la linda y tierna Vega pensó cosas sucias.
-¡Por Dios estás más odiosa!- se quejo la castaña apegando la más a su cuerpo -Digo... esta bien tira el ramo, terminemos con el pastel, es más... ¿porque no nos quedamos a barrer?
-Rayos, tienes razón.- susurro la pelinegra viendo las personas a su alrededor bastante distraídas en sus propios asuntos -Larguémonos de aquí.
Caminaron tomadas de la mano cuidadosamente retrocediendo hasta el convertible negro de Jason que para su suerte tenia las llaves en el porta vasos, un salto para dentro con la ex-gótica al volante para encenderlo y...
"Malditos motores ruidosos."
Se lamento por el escándalo del vehículo cuando todos los invitados giraron su vista hacia allá, quisiera decir que se sorprendieron... pero parecían que lo predijeron desde antes, es decir... es Jade y Tori de quienes hablamos, probablemente lo más cercano a dos conejos humanos en celo.
-¡LAS NOVIAS SE ESCAPAN!
Demasiado tarde, una mesa blanca salio volando y los integrantes de la pista se quitaron alertados por la bocina del auto, y en cuestión de segundos... las novias ya no estaban, o quiero decir las esposas.
-Ni siquiera utilizaron el carro con las latas tradicionales.- reclamo Holly cruzada de brazos
-Bueno me sorprende que se quedaran hasta el pastel,- la tranquilizo Beck poniendo una mano en su hombro -ya sabemos como son esas chicas.
-Desesperadas... locas... y enamoradas.
Más de uno pensó eso en sus mentes, y uno que otro lo susurro, pero la fiesta continuo. Aun sin novias tenían música, comida y alcohol, ¿porque iban a desaprovecharlo?
...
-¿Porque ocupamos un avión privado?- preguntaba la morena subiendo las escaleras dentro del transporte viendo curiosa el lugar
-Digamos que el lugar a donde vamos es lejos, y con nuestros atuendos llamaríamos demasiada atención en el aeropuerto... nos ahorramos problemas.
-¿A donde vamos?
-No mas preguntas Vega,- le respondió la pelinegra jalando a su esposa al asiento del costado recargándose una en la otra -tú elegiste el lugar de la boda, mi turno es ahora... y es un secreto. Solo duerme un poco cuando despiertes tal vez ya estemos ahí.
-¿Tal vez?
-¿Dormirías trece horas?
-Bueno creo que si, anoche no dormí ni un poco, ni antier, de hecho casi no había podido dormir... soy muy feliz Jade... te veía frente a mi cuando dormías sin poder creerlo, claro... antes de que mi mamá nos separara por su tradición mexicana.
Ambas rieron levemente acurrucándose más entre ellas.
-Tres infinitos días, pero a donde vamos... nadie nos podrá interrumpir.
Charlaron un poco más, de trabajo, programas de televisión, libros, películas, incluso de artistas, tomaron una cena sencilla, de alguna forma tan tranquilas y llenas de paz, poco a poco el sueño las venció y cayeron dormidas, sin soltarse la mano.
...
-¡Bienvenida a Indonesia, Bali!
No había palabras, el lugar sencillamente era precioso como de otro mundo. Un clima templado bastante confortante, la pureza del agua parecía sacada de un pintura y la brisa fresca en sus rostros se sentia excelente.
-¿Como es que se te ocurrió este lugar?- pregunto la latina viendo que un chófer les abría la puerta una limusina -Ni siquiera lo sospeche, es muy bonito.
-Lo es, y tambien esta lo suficientemente lejos para que los estúpidos reporteros nos sigan el paso,- explico la pelinegra cuando se subían al vehículo -¿habías venido alguna vez?
-Algunas dos veces,- le susurro la castaña -terrorismo y trata de personas pero nunca me di el tiempo de apreciar bien el lugar.
-Perfecto porque ahora no vienes a trabajar, los políticos han estado menos intensos contigo desde el meteorito toma esto como unas vacaciones.
-¿No era nuestra luna de miel?
-Eso suena muy cursi... pero que remedio, claro que lo es.
El tiempo en el vehículo se fue volando, llegaron a un edificio con estilo occidental donde tenían reservada una suite en la habitación más alta, no tenían maletas así que llegaron a varios puestos de ropa entrando al probador para desfilarse mutuamente cambios, cómodas y sensuales no sé con seguridad de cual tipo llevaban más.
Exhaustas dejaron los bolsos en la entrada cerrando con seguro la habitación, la vista era impresionante pero a la guionista le intereso más por el tamaño de la cama que para su satisfacción era muy grande, suave y elegante.
Cuando la castaña daba un paso sintió que la tomaban del pequeño moño en el cuello, volteándola encontrándose gratificantemente con los labios de su pareja.
-¿A donde crees que vas?
-Yo... yo... iba a ver... el balcón.
-Oh no, ya habrá tiempo de eso luego.
Sus manos se recorrieron como la primera vez, un poco más firmes, más decididas... más expertas. Sus cuerpos se hundieron en la cama al caer juntos, los tacones fueron los primeros en salir, sus bocas se buscaban, se saciaban, incluso la lengua osaba a colarse para despues ver quien llevaba el control.
Estando por debajo la morena acaricio toda la espalda de su amante, hasta encontrar el cierre de su vestido jalándolo hasta abajo lentamente, el sonido tenue del exterior le acompañaba como ligeros jadeos de desesperación comenzaban a salir de sus gargantas. Jade no fue tan paciente, ella literalmente arranco el vestido blanco de su esposa.
Con ropa interior ambas rodaron por la cama, entre abrazos y besos salvajes, entre sonrisas y palabras de amor, entre hacer el amor y ahí mismo jurarlo por siempre. Sabiendo perfectamente el marrón y verde que verían en el despertar de todos sus días, riendo tontamente sabiendo que no podría ser mejor. Proclamándose perfectas una para la otra, recordando que aunque sus cuerpos cambiaran sus almas se amarían como el primer día.
Sus calzoncillos volaron por algún lado, teniendo tantas ansias como para jugar con sus pechos, lo harían en la segunda ronda... era algo obvio. Pero en ese momento, cuando el miembro de la latina entraba en su amante que se arqueaba encima de ella de manera majestuosa, gritando sus nombres al sentir la excitación a flor de piel, sus ojos se cerraron ese momento no sabiendo si el placer te podia llevar a ver fuegos artificiales en tu mente.
La pelinegra cayo sobre el cuerpo de su esposa, intentando recuperar la respiración y reposar un instante.
No les duro mucho, la castaña se volteo quitando cuidadosa el sostén de su pareja, la misma guionista murió de ternura al verle temblar al tocar sus pechos, aun despues de tanto tiempo, el sonrojo y la timidez serian algo eterno.
Besos húmedos llegaron a su cuerpo, como de una su propia excitación subió al máximo. Tori fue dedicada, atenta, y amorosa, tocando el cuerpo de su esposa como si de la más fina flor se tratara, la sintió, la beso, la abrazo, la apego a su silueta de tantas maneras que seria dificil imaginarse a ella misma sin la otra. Beso suave su cuello preparada totalmente para entrar en juego de nuevo.
Las embestidas fueron fuertes pero pausadas, dejando que sus jadeos se escucharan con el sonar de sus pieles. Tal vez era una locura, pero se deseaban tan intensamente y prometiendo seguir haciéndolo cincuenta años despues.
Seguirse deseando de esa manera cuando comenzaran a usar bastón, o cuando las canas aparecieran, seguirse sonriendo así aunque sus dientes se volvieran amarillentos o se cayeran.
No sé si crean en la otra vida, pero creo que ellas se seguirían amando en esa... y en la siguiente, y en la siguiente... así de forma eterna.
Esos hermosos días fue amor en la ducha, amor en la cama, amor en el sofá, amor en el balcón, incluso... amor en la parte trasera de la limusina, claro el chófer se gano un buen grito enojón por interrumpir... no hace falta decir por parte de quien.
Pasaron tardes recorriendo parques, entre almuerzos y charlas, reían de cosas absurdas y posaban en diferentes lugares, travesuras a los vecinos o demandas de demasiado afecto en publico.
El lugar era increible, pero aún más que eso, su compañía lo era.
...
(7 meses despues)
-¡¿Porque tarda tanto el doctor?!
-Tori tienes que calmarte dejaste una marca de tu pie en la entrada del hospital,- le hablo Beck viéndola -ademas mira a tu esposa esta bastante tranquila.
En efecto la pelinegra estaba recostada en la cama con las manos en su vientre abultado y la vista en el televisor que daba una buena pelicula de terror.
-Yo no sé como puede estar tranquila,- musitaba un pálido Robbie recostado en una silla de la sala -el solo pensar que sacaras... ya sabes, de tu... ya sabes y sangre, flujos y... ya sabes.
-Afortunadamente Jade ha estado muy bien desde que se desmayo a los cinco meses,- inquirió Cat que parecía más madura con tres meses de embarazo -el bebé que ahora saldrá es muy fuerte, porque... las complicaciones no han sido buenas señales.
-¿Porque no quisieron saber el sexo?- pregunto el músico que entraba curioso por la puerta -pudimos traer unos obsequios de bienvenida.
-No lo creo, queremos que sea sorpresa y..- explico la latina tomando suave la mano de su amante -con los regalos de nuestras mamas es suficiente, hace un rato me hicieron sacar la mitad de los globos porque estorbaban al personal.
-¿Donde están ellas?
-En el cuarto de enseguida,- contesto la guionista -se pusieron a hiperventilar de la emoción.. las tuvieron que sacar.
-Y por supuesto,- agrego la castaña -nuestros padres les acompañaron.
-Disculpen... ¿pueden retirarse?- preguntaba un hombre de bata que recién pasaba -entraremos en sección de parto, solo la pareja puede quedarse cualquier otro amigo o familiar hagan el favor de esperar en la sala de espera.
Nerviosos, ansiosos y un tanto emocionados los chicos salieron. Comentando como seria o que sexo tendría, lo unico que sabían es que solo había un bebé.
...
Sudor, lagrimas, y sangre creo que tres de los más buenos sinónimos para la situación, Tori juraba que de no ser por sus poderes en ese momento... tal vez ya no tendría mano, o brazo. Pero todo sentimiento de susto o ansia se desvaneció al escuchar el llanto, claro y algo fuerte del recién nacido... no pudo observarle mucho por los fluidos desconocidos para su diccionario que lo empapaban, aun así pensó que era la criatura más bonita del universo.
Las pasaron a una sala donde una Jade ansiosa y bastante despierta para tener minutos despues de un parto esperaban a su hijo o hija en tal caso. La morena daba vueltas intentando que el tiempo pasara más rápido pero solo ponía de nervios a su esposa quien estaba a punto de gritarle a no ser de que una enfermera pasaba por la puerta en el instante.
-¿Familia West-Vega?
-No...nosotras.
La mujer paso con un bulto blanco en los brazos, que coloco cuidadosamente en los brazos de la pelinegra quien sonrió sin pensarlo, la latina se acerco casi corriendo, viendo el pequeño ser que le seco la garganta de inmediato.
-Es un varón, mide cincuenta y tres centímetros y pesa tres kilos y medio... es una ternura.- se callo viendo que nadie le respondió -bueno, es mejor que les deje un momento a solas.
De nuevo se fue sin respuesta, pero supongo que entendió perfectamente el sentimiento que debían tener ambas. La guionista lo tomaba con ambos brazos mientras la latina le acariciaba suave el cabello.
Era de tez blanca, cabello negro, nariz pequeña y chata pero esa cambiaba mediante crecían, abrio un poco la boca haciendo que cualquiera se muriera de ternura. Ninguna de las dos estaba preparada cuando el pequeño abrio sus grandes ojos, verdes por supuesto que vagaron por todo el lugar curiosos.
-Oh Dios mio... es tan hermoso.- exclamo Tori viendo como el bebé le tomaba el pulgar fuerte con toda su mano -Se parece tanto a ti, Jade.
-¿Recuerdas que nombre quería de mi hijo si era niño?
-Claro... bienvenido al mundo,- musito viendo que su hijo le seguía con la mirada -mi pequeño Clark West-Vega.
El bebé sonrió, levemente como si le encantara la idea del nombre o la imagen de sus madres.
-Parece que le gustas Vega... tal vez nos parecemos más de lo que pensé.
Dejaron de hablar despues de eso, limitándose a sonreírse, ver a su pequeño como si no pudieran creerlo, la latina se subió a la cama tomando a su esposa por los hombros observando no lastimar a nadie.
Era un comienzo, no el de ellas, no el de su historia... era el inicio de su familia. Porque cuando tienes un hijo es dejar de ver por ti, para ver por él. Es sonreír cuando tienes un día ocupado, o hacerte el payaso cuando no te dieron el asenso que sabias tú merecías.
El tener un hijo es proteger, es cuidar, y es amar incondicionalmente.
Obviamente es una gran responsabilidad, es aprender muchas cosas, es entender muchas cosas, pero mientras lo hicieran juntas... estarían bien.
-¡¿Donde esta mi nieto?!
Jadelyn y Holly saltaron por la puerta donde se encontraban todos los demás recargados, poco a poco entraron, nadie pudo reprimir la gigante sonrisa en sus rostros al ver el bebé en los brazos de la guionista. El niño soltó una carcajada al ver a toda las personas.
-Encantador...- señalo Jordan con media sonrisa -todo un West.
-Amable...- replico David con una ceja alzada -todo un Vega.
Todos rieron no sabiendo muy bien si era por los comentarios de los señores o por la propia felicidad que los llenaba el tener a alguien más en la familia. Los niños pueden ser una responsabilidad, pero tambien son alegría, son risas, son juegos, son inocencia y esperanza.
Por alguna razón al menos la morena lo detecto... ese niño tenia algo en los ojos.
Una chispa, que se permitiría descubrir más adelante por el momento así estaban bien. El susto había pasado, ya nadie estaba en peligro, y los tres comenzarían una vida en familia... todo bien, todo tranquilo.
-Vega... quiero otro hijo.
-¡¿Que?!

Continuara...

superman (tori y jade)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora