A Obscuras

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Y fue ahí, la primera vez que nos conectamos...

Mi nombre es Marinette Dupaing Cheng, soy de Paris, tengo 25 años, soy una famosa diseñadora. Vivo sola, en un Apartamento en Mary Land, no he tenido muchas experiencias amorosas, pero las más importantes han sido 2.

A la edad de 17 años, Alya (mi mejor amiga) y yo, tuvimos la maravillosa idea de ir a una feria escolar. Al llegar, iniciamos a buscar los juegos, para entretenernos, jugamos tiro al blanco, el martillo y nos subimos a algunos juegos mecánicos.

Luego de jugar durante algunas horas, nos vimos en la necesidad de buscar alimento, ya que ninguna había comido antes de salir y de tanto estar en movimiento, nuestros estómagos rugían.

Alya: ¡oye!

Yo: ¿Qué?

Alya: Creo que cerca de la entrada vi una venta de comida

Yo: ¿¡tan lejos!? Ash.. ps...

Alya: O acaso ¿tu viste alguna más cercana?

Yo: No, la verdad no, bueno, vamos

Al caminar durante unos minutos, nos percatamos que había una cafetería cerca

Yo: ¡Oye, mira, una cafetería, vamos!

Alya: ¡Perfecto, vamos!

Al entrar la señorita nos atendió muy amablemente

Señorita: ¡Hola, muy buenas noches!

Nosotras: ¡Buenas Noches!

Yo: ¿Disculpe, tendrá disponible alguna mesa?

Señorita: ¿Tienen reservación?

Yo: la verdad no

Señorita: está bien, ahorita las acomodamos

Nosotras: muchas gracias

Minutos más tarde, la señorita pidió que la acompañáramos, así lo hicimos, pero antes de entrar a donde se encontraban las mesas, la señorita me ofreció su brazo y a Alya le ofreció su brazo otra señorita, me encantó ver cómo nos atendían, pensé "que atentos con su clientela", pero cuando entramos a la habitación, todo estaba totalmente a obscuras, no podía ver ni un rayo de luz, entonces entendí el porque cada una llevaba distinta acompañante. Entonces la señorita me ayudó a sentarme donde me correspondía y se retiró, me pareció raro que no me hubiera dado a conocer qué tenían para degustar, pero me imaginé que no tardaría en regresar.

Yo: ¡Oye Alya!

X: yo no soy Alya jajaj

Respondió una voz desconocida, muy hermosa y varonil.

Yo: ¿quién es usted?

X: ¿Qué?, ¿acaso no lo sabes?

Pensé unos momentos y entonces

Yo: No, realmente no lo sé, si lo supiera no habría preguntado

X: Yo soy el Amor de tu Vida, es una gran ofensa que no me reconozcas

Me quede muy asustada y asombrada por su repuesta.

Yo: Cómo puede decir eso, yo no lo conozco, ni usted a mi, además, no entiendo porque me colocaron en su mesa

X: ¿Qué?, ¿acaso no lo sabes?

Yo: ¿Qué cosa?

X: esta es la cafetería "Las noches de vela" y es una cafetería de citas a ciegas

Me sorprendí por su repuesta, me quede callada unos minutos.

Tres Veces A Tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora