Tres Veces A Tu Lado

Nostalgia

De repente el coche paro, ya estábamos en el hospital, Alya bajó de inmediato y se apresuró a entrar, mientras tanto, yo le cancele la deuda al señor del taxi.
Luego me apresuré a subir y a encontrar a Alya.

Cuando la vi, noté que estaba llorando de ira.

Alya: ¡estos est*pidos doctores!

Yo: ¿qué pasa?, ¿que te han dicho?

Alya: ¡No me han dicho nada, eso es lo qué pasa! - respondió entre sollozos-

Yo: tranquila, tenemos que esperar

Alya: pero, es que... necesito saber cómo están, necesito saber qué están bien - respondió llorando-

Yo: tranquila, confía en que ellas son fuertes y lograrán salir de esto, pronto esto solamente será un mal recuerdo - respondí con tono reconfortante-

Horas más tarde, el médico preguntó por los familiares de las Cesaire, traía información sobre el estado de salud de ellas

Nosotras: somos nosotras

Yo: díganos, ¿cómo se encuentran?

Doctor: La señora Marlena Césaire se encuentra fuera de peligro, ahora se encuentra descansando, debe permanecer unos días en el hospital para ver cómo evoluciona

Alya: que bien, que bueno, y las gemelas ¿como están?

Doctor: bueno -respondió con un tono de vos menos alegre y más serio-
Etta Césaire cayó en estado de coma y lamentó informarle que Ella Césaire no sobrevivió al accidente.

Me quede perpleja, impactada por unos segundos, hasta que los gritos desgarradores de Alya me devolvieron a la realidad

Alya: no, mi pobre hermanita no, porqué, porqué, era tan sólo una niña, mi Ella, mi pequeña, no, por favor doctor, dígame qué no es cierto, se lo suplico - gritaba y lloraba desesperadamente-

Yo en cambio no podía asumir los sucesos, no podía llorar, estaba en shock, no creía lo que pasaba, pero debía encontrar la manera de ayudar a mi amiga

Yo: Alya, tranquila, lo siento mucho. Sabes, ahora Ella está en un mejor lugar, esta feliz y desde aya ayudará a tu mamá y a Etta para que se recuperen.

Alya: pero es que era tan pequeña, ella no merece eso, no lo merece, le falta vivir mucho aún -decía entre llantos-

Minutos más tarde llegó Nora y el padre de Alya, Otis. Quienes habían viajado de urgencia, ya que se encontraban en otro país. Les informamos de lo sucedido, a los cuales les afectó tanto como a Alya, el padre de Alya, rompió en llantos, pero Nora no se permitió llorar a sí misma, se hacía la fuerte, pero en sus ojos se notaba su pesar.