Tres Veces A Tu Lado

Desconocido

Yo: realmente no lo sabía, pensé que era una cafetería normal

Se produjo un silencio incomodo, hasta que el decidió romperlo

X: bueno hermosa señorita, creo que si vamos a pasar parte de la noche juntos, debemos tratar de encontrar una manera de entretenernos durante el transcurso, de lo contrario será demasiado tenso y sentiremos que la horas nunca pasan.

Yo: estoy de acuerdo, y dígame ¿cuál es su nombre?

X: oh, no puedo decírselo...

Yo: ¿Por qué?

X: es regla estricta de este lugar no mencionar nuestros nombres hasta el final de la velada

Yo: ¿Y cómo sabremos cuando es el momento?

X: pues iluminarán la habitación con unas hermosas velas

Yo: woo, ¿y cómo lo sabe?, ¿a caso usted viene muy seguido?, ¿cuantas veces a venido?

X: jaja bueno, es la primera vez que vengo, un amigo me comentó sobre este lugar y aunque yo no tenía la intención de venir, él lucho hasta lograr convencerme

Yo: jeje disculpe si siente que lo ataco con tantas preguntas, estoy un tanto nerviosa jejej

X: ¿Por qué se siente nerviosa?, ¿a caso le produzco pánico?

Yo: No, no, no es eso, me resulta muy agradable, pero la verdad no sabría describirle porque siento este nerviosismo

Si lo sabía, sabía porque me sentía tan nerviosa, sabía que me agradaba, pero no quise decirle, realmente no lo conocía y no podía decirle que me estaba gustando

X: muy bien señorita y cuénteme ¿de donde es usted?, ¿es de por acá o de otro lugar?

Yo: Sí, soy de acá, soy de Paris y ¿usted de donde es?

X: Yo también soy parisino, y ¿cuénteme qué le gusta hacer?

Yo: pues me encanta diseñar, jugar video juegos, leer y muchas otras cosas, ¿y a usted?

X: pues también soy parte del mundo de la moda, y me encantaría poder ver sus diseños alguna ves, poderlos lucir y darlos a conocer

Hablamos durante toda la velada, nos introdujimos tanto en el tema de la moda que me sentía una desconocida conmigo misma, por la confianza que él había logrado ganarse, hablaba con tanta libertad con él, que sentía conocerlo desde mucho tiempo atrás.

Hasta olvidé el motivo por el cual había entrado a la cafetería, cuando de pronto mi estómago empezó a rugir, entonces al momento de que él escuchó, dio una carcajada muy fuerte