Cuento de Hadas

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Adrien: ¿Qué cree?

Yo: ¿Qué?

Adrien: Le tengo una mala y una buena noticia

Yo: empieza por la mala jeje

Adrien: bueno, la mala esque ya solo hay un caballo

Yo: hay que pena, ¿y la buena?

Adrien: Es que es suficientemente fuerte y aguanta nuestro peso, nos llevaremos ese caballo y yo seré su jinete jejej, espero no le moleste

Yo: Claro que no jeje

Nos colocaron un pequeño banco a la par del caballo para que pudiéramos subirnos, cómo Agreste sería el jinete se subió primero y después me tocaba a mi.

En el momento en que iba a subirme, Adrien extendió su mano, para ayudarme y dijo:

"Arriba mi Lady", entonces su vos se clavó en mi pecho como espada, lo sentí familiar, lo sentí tan familiar, pero no sabía porqué

Me subí al caballo y me sujete de Agreste, lo sujete fuerte y me apoyé en su espalda, podía sentir su respiración, me sentía muy nerviosa

Mientras cabalgábamos hacia nuestro destino, cerré mis ojos, empezó a caer una escasa lluvia, me aferraba a mi jinete, intentaba calmar mi respiración, mi corazón estaba acelerado, sentía las gotas de lluvia caer sobre mi espalda, sentía el olor a tierra húmeda, el olor a pasto, entre mas frío sentía, más me aferraba a él, a Agreste.

Estaba tan concentrada que no me di cuenta cuando Agreste detuvo el caballo, hasta que él me habló.

Adrien: Mi lady...

-pensé: lo volvió a decir, y me puse muy nerviosa-

Adrien: Mi lady, ya llegamos jeje

-Entonces dejé de sujetarlo, estaba tan aferrada a él-

Yo: A jejje gracias jej

Abrí los ojos y me di cuenta que estábamos en un hermoso pueblo, muy antiguo y conservador, estábamos parados frente a un hermoso y pequeño edificio, tenía tan solo dos niveles, en el primer nivel había una tienda de reliquias, y la parte de arriba parecía un jardín, era precioso, a los lados estaba lleno de platas preciosas, era una casa maravillosa.

Nos bajamos del caballo y yo quería explorar, así que empezamos a observar la casa y pronto noté una hermosa melodía que provenía de la cabaña, entonces la seguimos y me di cuenta que la cabaña era más grande de lo que creía, tenía un subterráneo, bajamos y entramos por una puerta de madera, al entrar mis ojos se maravillaron, era un hermoso restaurante, sus mesas eran de madera, tenía un hermoso candelabro al centro, era al estilo de una taberna, pero sin licores jaja, tenía un pequeño escenario de madera, sobre el escenario había un grupo de músicos, tenían violines, violonchelo, saxofón y tocaban una hermosa melodía de los años 40, me sentía como en un cuento de hadas, mis ojos estaban maravillados, en mi rostro se notaba mi emoción

Adrien: ¿te gusta la sorpresa?

Tres Veces A Tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora