Tornado de Emociones

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Demonio Esmeralda: entonces ¿quién es?o ¿qué relación tiene contigo?, y ¿porque lo perseguiste para detenerlo?

Yo: él es solo mi amigo, pero yo le gusto y no quiero lastimarlo, él es alguien muy importante e irreemplazable para mi.
-dije en tono de preocupación y tristeza-

Demonio Esmeralda: y dime algo, acaso ¿él te gusta? -pregunto dubitativo-

Yo: si, bueno eso creí hasta que te vi, hasta que me besaste, estoy confundida.
-respondí nerviosa-

Demonio Esmeralda: ¡Oye!, ¿Qué te parece si entramos y buscamos un lugar adecuado para poder platicar mejor y con más calma?

Yo: esta bien, estoy de acuerdo

Entramos, íbamos atravesando el gran salón, cuando de pronto, la persona que dirigía el evento dijo: "ahora vamos a premiar a la pareja más impresionante de la noche, ellos son -redoble de tambores- : Ladybug y Chat Noir, ¡Felicidades!", pueden pasar a recoger sus premios
- ambos no prestamos atención a lo último-

Yo: espera, ¿quien ese tal Chat Noir?

Demonio Esmeralda: jajaj creo que ese soy yo jajaj, no me digas que ¡¿tú eres Ladybug...?!

Yo: si jaja, y ahora que nos llamaron ¿que debemos hacer?

Chat Noir: Creo que debemos subir al escenario jeje

Subimos, nos entregaron un bello premio a cada uno y entonces nos dijeron que teníamos que pasar a la pista baile, y así lo hicimos.

Bailamos, la canción de fondo era hermosa, nunca había escuchado una melodía tan hermosa, el reflector nos iluminaba únicamente a nosotros, el ambiente era muy romántico.

Mientras bailamos continuamos charlando

Yo: ¿porque no me habías dicho el nombre de tu personaje?

Chat Noir: My Lady, ¿porque tú tampoco me lo habías dicho?

Yo: no sé responde a una pregunta con otra jajaj - respondí sonrojada-

Chat Noir: Tienes razón jejej, y en respuesta a tu interrogante; la verdad se me había olvidado mencionarlo, me había perdido en el brillo de tus ojos, que lo olvide por completo, ¡eres muy hermosa!

Yo: -me sonrojé -, yo también olvidé mencionar el mío, también me perdí en tu mirada

Se produjo un silencio, sentía que no había nadie más que nosotros en el hermoso salón

Él me veía fijamente, colocó su mano sobre mi Mejía, se preparaba para rosar mis labios nuevamente, y yo encantada me preparaba para corresponder, para apresar sus labios de nuevo, mi corazón empezó a latir como loco, se acercaba lentamente hacia mi, lo esperaba con los ojos cerrados, llena de ansias. Pero, de pronto, alguien halo mi brazo bruscamente, de un tirón me hizo dar media vuelta, y antes de que yo pudiera reaccionar, me dio una cachetada, caí al suelo.

Tres Veces A Tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora