Una decisión cambio su vida por completo.
Después de su viaje al pasado, Young Mi tendrá que retomar su vida.
Pero nada volverá a ser igual, tendrá que vivir recordando Goryeo y el amor que dejó ahí.
¿Podrá ser feliz, como lo fue en el pasado? ¿Yo...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Pov. Young Mi:
Estaba aturdida, era imposible todo. En ese momento se abrió la puerta de mi habitación.
––¿Quieres comer algo? ––era ella, aquella mujer cálida y dulce. La que me cuido y amo, con ternura–– Estas muy pálida, deberías descansar ––dijo arrastrandome de nuevo a la cama.
––Usted...
––¿Ya recuerdas quien soy? ––dijo esperanzada, tomó mi mano y yo comencé a llorar. Me aferre fuerte a ella, como no queriendo dejarla ir.
Fin Flashback.
Después de eso, me encerré en mi misma. No quería buscar las respuestas y al final no encontrar nada.
Todos los días se había vuelto lo mismo durante los últimos tres meses. Durante el dia, me la pasaba encerrada y en la noche bajaba al patio o a la sala, para torturarme con dudas sin responder.
Las personas que decían ser mi familia, se preocupaban por mi. Escuchaba la angustia que diariamente les provocaba. Me había negado a asistir al Psicólogo, no quería exteriorizar mis temores y dudas.
Lo único que quería, era mi trabajo o algo que me distrajerá de esta situación confusa.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Conforme pasaban los días, entendí que no podía vivir así. De alguna manera, tenia que enfrentar mis miedos. Así que una mañana decidí desayunar con todos. No iba a ser fácil, pero por algo tenía que empezar.
En estos meses, supe quienes conformaban mi familia. Resulta que en esta vida tenía a ambos padres, y no sólo eso, mi familia había aumentado con 2 hermanos más. Yo era la mayor, luego seguían mis hermanos, Baek Ah y el menor; Eun Bin.
––¡Noona! ––gritó Eun dejando de comer y parándose de la silla–– ¡Que bueno que vas a desayunar con nosotros! ––me abrazaba eufóricamente.
